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SORPResa

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Página
5 / 27
#33

Re: SORPResa

(páginas 37-38-39)

Por la mañana no había leído el periódico, así que decidió echarle un vistazo.
En la página de sucesos aparecía la noticia de un accidente laboral. Al parecer un obrero que trabajaba en una zanja, en la calle XXXXX, había muerto. Un chimpin manejado por un compañero pasó demasiado cerca y cayó dentro de la zanja. No se lo podía creer, el fallecido era Miguel R.B. coincidían el nombre y las iniciales de los apellidos. Unas líneas más abajo aparecía el nombre de la empresa en la que estaba desarrollando su trabajo. Efectivamente, era Miguel, el que siempre se estaba quejando por todo, joder. ¿Y si la mente fuera capaz de atraer las cosas?. ¿Quejarse a todas horas podía atraer las desgracias?.
Entonces recordó a T., un tipo de 34 años que desempeñaba la labor de chofer repartiendo medicamentos a las farmacias, en la misma empresa en la que David trabajaba como mensajero. Aquel había sido su segundo empleo, David tenía por entonces diecisiete años.
T. era un tipo alegre y simpático. Su novia era una preciosidad. La vida le sonreía. Al cabo de unos cuantos meses comenzó a adelgazar y a perder fuerzas. Las cajas de medicamentos que antes transportaba sin dificultad hasta la furgoneta, ahora le pesaban como si fueran de plomo. Tenía mala cara y los chóferes más viejos le decían entre risas que pasaba demasiado tiempo con la novia y por ese motivo se estaba quedando chupado.
Un par de semanas más tarde ingresó en el hospital. Los médicos habían descubierto que padecía un tipo muy agresivo de cáncer que le afectaba a la piel y a los huesos. Al parecer la enfermedad estaba ya muy avanzada y T. agonizó durante diez largos días hasta que falleció.
Era un tipo feliz, no se quejaba de nada. ¿Entonces porque le había sucedido aquello?. Enfermedades, riquezas, ¿todas las cosas que le pasaban a uno en la vida, eran producto de la casualidad o había algo que las provocaba?.
A las 16:00 había un dato.
El índice es estiró hasta tocar 6130, y después volvió a gotear a la baja.
Si el precio perforaba el mínimo anterior, tal vez realizara un tramo importante a la baja.
Cuando alcanzó el 6100 abrió un corto. Bajó hasta 6079, rebotó a 6096 y sucumbió de nuevo.
Eran las 17:28, y el precio se mantenía en la zona de 6076. Quedaban siete minutos para el cierre del mercado de futuros, y parecía que la sesión iba a terminar cerca de ese precio.
Más vale pájaro en mano que ciento volando, pensó. Además en la siguiente jornada, si los índices americanos se recuperaban, eran capaces de abrir 50 o 60 puntos más arriba.
Cerró su posición en 6077, eran las 17:32.
23 puntos, menos 5 de comisiones, por diez euros. Tecleó las cifras en una de las calculadoras rojas con el logotipo de Ahorro 40, que estaban a disposición de los clientes.
180 euros. Descontando la pérdida de la mañana, el día se saldaba con -50 euros. Otro clavo en el ataúd.
Esto es más jodido de lo que parece, pensó David mirando las pantallas.
Se sentía masticado por el mercado, se sentía como David frente a Goliat. Quizás su problema era que pensaba como un marciano. ¿Cómo iba a hacerse millonario de esta forma?. Tantos y tantos días peleando, joder, vaya mierda. Se desprendió de la calculadora dejándola caer en la silla vacía que tenía a su lado.
El señor Andrés estaba apoyado en la mesa de los broker, muy satisfecho de cómo se estaban desarrollando los acontecimientos.
-Mientras no cierres tus posiciones, no des la guerra por ganada- le advirtió Alfonso
Ricardo, el otro broker, intentaba convencerle de que hiciera caja.
-Los Estocásticos están muy abajo, pueden continuar así, pero como es probable que reboten algo, por precaución deberías de cerrar los cortos, al menos la mitad.
-Yo te entiendo. Pero es que hasta ahora siempre me escapaba ganando 20 o 30 puntos, y cuando iban en mi contra perdía 100 puntos o más. Estaba haciendo las cosas mal. Ahora que por fin he pillado una tendencia quiero aprovecharla al máximo.
En aquel momento todos los bolsistas presenciaron un fenómeno poco común. El índice estaba en 6070, y en el último minuto se desplomó hasta 5965, para terminar cerrando en 5998.
-Lo ves, ya lo sabía yo. Si el lunes rebotan un poco, voy a incrementar mis posiciones bajistas.- confirmó Andrés.

Por la noche al gimnasio.
Era el único lugar donde todos los problemas desaparecían.
Hoy tocaba pierna.
Después de calentar, realizo unos cuantos calentamientos y empezó a hacer sentadillas.
Ramón, un tio que trabajaba como guardia jurado, le animaba:
-¡Venga David, una más!¡Vamos!.
Hizo una última serie y dejó caer la barra en el soporte.
Bebió un poco de agua mientras observaba a Ramón colocarse debajo de la barra y empezar a realizar repeticiones.
-¡Esto es el infierno!- decía
Josiño acababa de entrar en la sala de pesas.
Era un tipo de 1.70 y 110 kilos de peso, con sólo un 10% de grasa corporal.
Josiño admiraba a la gente fuerte, le gustaba el boxeo y los combates de Vale Tudo. Le llamaban la atención las peleas, las personas que vivían en barrios peligrosos y los sucesos violentos.
La semana pasada había estado en New York, de viaje con su novia y con su colega Gerardo.
Este último era portero de discoteca, 1.90 y 120 kilos de puro musculo.
Josiño se apoyó en la maquina de femorales, Manuel, el monitor del gimnasio le había preguntado sobre el viaje a Estados Unidos.
Habla Josiño: Los americanos yo no se que comen, sobre todo los negros, parece que han evolucionado de forma distinta. ¡Hay cada animal!, algunos son auténticas torres humanas, hay muchísimos de dos metros diez y fuertes como mulas.
Mi colega Gerardo aquí en España impresiona, pero allí no es nadie, mira que es alto y grande, pues allí parecía diminuto al lado de aquellos colosos.
Nos metimos en el metro y allí sentado a poca distancia de nosotros un negro enorme, yo creo que era el tipo más fuerte que vi en mi vida. Yo lo contemplaba asombrado, diciendo para mí; menudas muñecas tiene, menudas manos, menudos brazos. Debía de medir sobre 2.20. Gerardo y yo le calculamos sobre 160 kilos de puro músculo, sin un gramo de grasa. Y parecía todo genética, sin nada de gimnasio.
-No sería para tanto- dijo Manuel
-Si, tio, si. Sólo sus brazos medían como desde aquí hasta allí.-dijo Josiño señalando la cinta de correr que estaba a dos metros de distancia.
Risas de todos los que estaban escuchando.
-Si, tios, era un demonio enorme.-insistió Josiño - Estuvimos a punto de decirle que se hiciera una foto con nosotros, a su lado Gerardo parecía un niño pequeño. Pero el tipo empezó a mirarnos con cara rara, como si le hubiéramos molestado o algo. Apartamos la vista, yo estaba acojonado. Porque yo digo las cosas como son. En una pelea no tengo miedo de un tipo de 1.90 y 120 kilos, yo recibiré, pero el otro también se va a llevar lo suyo. Pero este tipo nos hubiera matado a mi y a Gerardo con unos cuantos golpes. Con cualquier otro tío demasiado grande, piensas, bueno voy con mi colega Gerardo y si pasa algo aún me ayuda. Pero en este caso no había nada que hacer. Y había mucha gente del mismo estilo. ¡Que Dios nos libre de tener una guerra con los americanos, porque nos matan a todos!.
(continuará....)

#34

Re: SORPResa

(paginas 39-40)

El lunes 30 el selectivo abrió en 6019. Subió un punto y después se hundió. Al ver como el mínimo del viernes era traspasado, David abrió un corto en 5960 con un contrato grande. A los pocos minutos disponía de unas buenas plusvalías, (5923) pero en vez de abalanzarse sobre los beneficios decidió concederse un margen de tiempo. ¿Y si aquel era uno de esos días en los que bajaba sin parar?.
En Ahorro 40 reinaba un ambiente extremadamente pesimista. La opinión mayoritaria era que el mercado se vendría abajo de un momento a otro. Algunos se atrevían a pronosticar que en doce meses el Ibex se situaría en la zona de los 3000.
Contagiado por aquellas hipotéticas expectativas, confiaba en que aquella jugada bajista le permitiera recuperarse de un solo golpe de todas las perdidas.
En la apertura Andrés había añadido cuatro contratos más a sus posiciones bajistas, y no se le quitaba la sonrisa de la cara.
Gonzalo, que había liquidado los cortos en la apertura, volvió a posicionarse en la misma dirección.
A medida que acudían inversores a la sala de bolsa el pesimismo aumentaba.
Cuando Fernando apareció por allí y vio el panorama, no lo dudó ni un segundo, abrió dos cortos en 5950. Después se fue todo tranquilo tras comentarle a uno de los broker:
-Mañana me voy a ver Paris con mi mujer. No me preocupa dejar posiciones abiertas, estoy seguro de que las bolsas iniciarán un fuerte tramo a la baja. Ayer escuche a un analista que decía que.......

Carlos vendió en 5940 y cerró su posición en 5930. Cuando el Ibex avanzó hasta los 5950, volvió a posicionarse bajista.
-A mi lo que me gusta es ganar diez puntitos cada vez.
Poco a poco el mercado fue recuperando fuerzas. Consiguió romper el máximo de la mañana y no paró hasta llegar a 6035, allí se giró.
Todos los bajistas eran unánimes al considerar que aquel movimiento no era más que un rebote técnico sin importancia, que para nada alteraba la tendencia bajista.
A media tarde, una señora de alrededor de cincuenta años de edad le decía a C.:
-Tengo un fondo de inversión en el NASDAQ que pierde un noventa por cien. He pasado muy malos ratos con el. ¿Tu crees que tiene posibilidades de recuperarse?, ¿no sería mejor deshacerme de el?
-Si la economía americana mejora, ese fondo de inversión debería de hacer lo mismo. Ya que lo has mantenido todo este tiempo, no tiene sentido que lo abandones ahora. Seguro que en un par de años recuperas casi todo lo perdido.- explicaba C. tratando de retener al cliente.
Aquel día el Ibex cerró en 5983
(continuará....)

#35

Re: SORPResa

Me tiene atrapado como lo hizo Breaking Bad pero esta vi todos capítulos seguidos, a razón de 4/6 dia. Me he acostumbrado mal. Ahora todas las series, como Homeland no las quiero ver hasta que tenga toda la temporada completa y darme la pechada de ver luego. Por eso te pido, ¡no escatimes! y lanza más páginas cada día, please. Felicidades, soy novato y me sirve de mucho.

#37

Re: SORPResa

(páginas 40-41-42-43)

3 jueves 2 de enero del 2003

El martes y el miércoles los mercados financieros permanecieron cerrados por ser días festivos en todo el país.
La jornada del jueves se inició en 6023. En pocos minutos descendió hasta 6000.
Los bajistas respiraron aliviados durante un rato, para volver a inquietarse al contemplar que el precio remontaba, y se instalaba con suma facilidad en 6060.
-Oye Alfonso, ¿cuál era el máximo del lunes, que no lo recuerdo?- inquirió uno de los bajistas
-6039- contestó Alfonso, desplazando los gráficos de las pantallas grandes con el ratón, para que se viera el desarrollo completo de la sesión anterior. – Ahí lo tienes, como puedes comprobar lo ha rebasado ampliamente.
Ha sobrepasado el máximo de ayer, pensó David alarmado, debería de cerrar mis posiciones. ¡¿Dios?!, ¿cuánto estoy perdiendo?. Tomó una de las calculadoras azules y pulsó las teclas nervioso. A este nivel, incluyendo comisiones perdía 1050 euros. No, no puedo asumir semejante pérdida, voy a esperar a que vuelva a 6000 para cancelar mis posiciones.
Se aproximó a la pantalla que representaba el movimiento intradiario en barras de treinta minutos. Escudriñó los gráficos en busca de una respuesta. Los Estocásticos estaban en la parte alta. Deberían de bajar, pensó, agarrándose mentalmente a esa posibilidad, olvidando que aquellos indicadores por si solos no servían de mucho. A veces funcionaban y a veces no.
Al cabo de veinte minutos observó aliviado como los precios retrocedían hasta 6016. Ahora los Estocásticos intradiarios estaban en la parte baja.
A medida que los precios descendían, los bajistas se animaban unos a otros.
-Ahora se hunde todo, ya lo veréis.
-Está claro, hemos visto máximos para mucho tiempo.
-Y yo que he pasado miedo hace un rato, ¡que tonto he sido!, si la tendencia está muy clara. Fijaros que rápido se ha deshecho la subida de primera hora.
En vista de lo que estaba sucediendo, la idea de cerrar en 6000 y aceptar unas pérdidas de 400 euros más comisiones, empezó a parecerle estúpida. Su opinión acerca de los pasos que debía seguir, cambió. Tal vez podía salir a pre, o incluso con ganancias.
Los precios se sostuvieron sobre el nivel de 6016, sin llegar a perderlo en ningún momento. Después de permanecer durante un rato, adormilado, el precio trepó con furia y alcanzó el 6130.
Mierda, mierda, ¿y ahora que hago?.
Caminó por la sala, esperando que aquello contribuyera a proporcionarle una solución. Pero sabía de sobra que lo único que podía hacer era aceptar las fuertes pérdidas.
El dentista argentino fue el primero en cancelar sus posiciones y asumir que se había equivocado. Se fue diciendo:
-Aquí si no te andas con cuidado, te hacen un hijo en menos de nada.
Uno de los broker llamó a Fernando, que ya se encontraba en Paris, para informarle de la sorprendente subida que estaba experimentando el mercado. Fernando dijo que no pasaba nada, seguro que sólo era un rebote un poco más fuerte de lo normal.
El broker insistió alarmado, porque entendía que el mercado estaba dando síntomas de querer darse la vuelta. Le llamaban poderosamente la atención el comportamiento de Telefónica y los dos bancos (SCH y BBVA). Los tres valores que representaban una parte considerable del índice, estaban superando importantes resistencias.
A Andrés se le había esfumado la sonrisa de la cara, y ahora lucía un semblante serio.
-Esta subida es como cuando los enfermos, justo el día antes de morir, tienen una fuerte mejoría.- mencionó, infundiéndose ánimos a si mismo.
Carlos, que tenía la modesta intención de ganar diez puntos, se removía nervioso en la silla, sin apartar la vista de las pantallas.
El Ibex bajó a 6098 y volvió a subir.
Al tocar los 6110, Carlos se dijo a si mismo en voz alta, moviendo la cabeza a los lados:
-¿Pero que hago aquí perdiendo el tiempo y el dinero?.- a continuación se levantó y le dijo a Ricardo, de forma precipitada – Échame fuera, no quiero saber nada más de todo esto. Prepárame los papeles y canceladme la cuenta.
Durante una buena temporada no se le volvió a ver el pelo por Ahorro 40.
Al rato de haberse marchado el índice regresó al nivel de 6130. Después y hasta las 14:30, estuvo oscilando entre ese nivel y 6093.
Entraron en la sala Cristóbal y Juan. Ambos formaban parte del grupo de los siempre alcistas. Individuos que normalmente mantenían sus valores durante años, tanto si ganaban como si perdían, raramente operaban en futuros y en caso de hacerlo solía ser al alza. Personas que se encariñaban con sus acciones y las defendían a muerte en cualquier discusión al igual que hacen los hinchas de un equipo de futbol.
A las 14:33 el móvil de David comenzó a sonar. Era Natalia.
-Me tengo que ir a trabajar dentro de media hora. ¿Te dejo algo preparado o no vas a venir a comer?, ¿qué estás haciendo?
-Estoy en Ahorro 40. No creo que pueda ir a comer, estoy pendiente de una operación.
En ese instante, el precio reaccionó como si le hubieran aplicado una descarga eléctrica. Realizó un tramo al alza, tan rápido, que algunos bajistas se quedaron con la boca abierta. (6170).
Lo único que se escuchó en la sala, fue la voz de Juan, que batía las palmas y exclamaba eufórico:
-¡Para arriba, para arriba!
Andrés volvía de almorzar. (6187).
David se vio obligado a poner un límite, no podía continuar con aquella tensión en el cuerpo.
-Ricardo, marcame un stop en 6190
-Están muy cerca, te lo van a ventilar rápidamente, yo de ti lo colocarían más arriba.- sugirió el broker
-No. Ponlo donde te he dicho. Si lo toca, que lo toque.
Un chico Asturiano de la misma edad que David, que trabajaba como psicólogo en el hospital y que acababa de entrar dijo:
-¡Buuu!, ¡una subida del tres con cuarenta por cien!. Se han pasado, es difícil que haga mucho más en lo que queda de día. C., véndeme un mini en 6185.
El mercado efectuó un leve descenso hasta 6178 y al cabo de pocos minutos, demostrando que todavía disponía de mucha energía, ascendió con violencia hasta 6193.
El stop de David acababa de saltar por los aires, obligándole a admitir que su cuenta había sufrido una merma de 2305 euros de una sola tacada.
Se quedó clavado en el asiento, mirando los gráficos con cara de estúpido. Sentía una especie de felicidad por haber terminado con la agonía, acompañada por la impresión de no saber muy bien donde estaba. Era una sensación similar a la que experimenta un boxeador acribillado a puñetazos por su rival, antes de desplomarse sobre la lona.
David llevaba un montón de horas allí dentro, pero no era consciente del paso del tiempo. Era sorprendente lo rápido que transcurrían las horas en una sala de bolsa.
A pesar de no haber probado bocado desde el desayuno, no tenía hambre.
Andrés se puso a dar vueltas, desconcertado, mientras repetía una y otra vez:
-No puede ser, no puede ser
El viernes 27 de diciembre Andrés ganaba 5240 euros, y ahora con el índice en 6200, sus ganancias se habían transformado en unas pérdidas que ascendían a 8100 euros, a lo que tenía que añadir las perdidas originadas por los 4 cortos que abrió el lunes 30, 7240 euros negativos que se añadían a los demás. En total acumulaba un saldo negativo de 15340 euros. Cada punto que avanzaba el Ibex, la cuenta de Andrés disminuía en 80 euros.
La escalada continuaba (6220).
El día terminó en 6269. Lo que representaba una subida del 4,78%.
En Ahorro 40, los siempre alcistas, y un reducido número de avispados especuladores, estaban contentos.
Los demás reflejaban en su rostro la dura derrota que acababan de padecer.
-Era visto, estaba todo muy barato- reconoció Cristóbal, el maestro.
-Si lo tenías tan claro, ¿Por qué no compraste?. Aquí a toro pasado es muy fácil opinar.- expuso Manuel
-Ya tengo suficientes acciones en cartera. Sin embargo cuando Telefónica estaba por debajo de nueve, me apetecía comprar unas cuantas, me parecía que estaban muy baratas.
-Aquí nunca se sabe cuando es barato o caro. Acordaros de Terra. A 30 parecían muy caras y se fueron a 150. Después cuando bajaron compramos a 60 porque creíamos que estaban tiradas de precio, y ahí las tenéis, a 5,50, mucho más baratas que antes.- intervino Juan.
-Pero Terra es un caso distinto. No tiene nada detrás, sin embargo Telefónica dispone de un patrimonio muy importante. Terra es una cosa que nos vendieron como algo maravilloso que nos haría millonarios a todos, y picamos como tontos…- explicaba Cristóbal
(continuará.....)

#38

Re: SORPResa

(página 44)

-Terra no vale nada.- le interrumpió Lorenzo – Los de Timofonica, decidieron que no valía nada. La dejaron caer, y no hay que hacerle. Es lo que ellos digan. Yo no se como pudieron hacer eso y arruinar a tantas personas…
-Yo se de uno que compró 18000 euros de acciones a 80. Su intención inicial era destinar ese dinero a la adquisición de un coche nuevo, pero al ver como Terra subía a 150 y después bajaba a 80, consideró que apostar por el valor era una buena idea. De esta manera su capital podía multiplicarse por dos o por tres. Así, en vez de comprarse un vehículo corriente, podía hacerse con uno de gama alta. Ayer me lo encontré en la calle. Conducía el mismo turismo viejo de antes, y estaba todo quemado.- expuso Manuel
- Otro que tiene que estar hecho polvo es Damián. Vendió todas las fincas que tenía, junto 240000 euros y lo metió todo en Terra, a 50 o por ahí.- dijo Cristóbal
-A 55- aclaró Lorenzo. – Aquel día estaba yo aquí. Había comprado, y me fui perdiendo algo en 54,55.
-Damián debió de quedar tocado. Ya hace tiempo que no lo veo por Ahorro 40.- concluyó Manuel
******

David se sentía muy cansado, como si hubiera estado todo el día picando en una mina.
No dejaba de pensar en el nuevo boquete que se acababa de abrir en su cuenta.
Cenó sin demasiado entusiasmo, con la cabeza en otra parte, aparentando escuchar lo que le decía Natalia, que no paraba de hablar, hablar y hablar.
Se despertó en mitad de la madrugada, y no pudo conciliar el sueño de nuevo.
Se colocó el walkman. Sintonizó los 40, bajando el volumen, para que actuara como somnífero.
A veces funcionaba, pero aquella noche no surtió efecto.

#39

Re: SORPResa

(página 45)

Un día recibió una carta de XXXX, un Banco en el que tenía una cuenta en aquellos momentos, en la que le comunicaban que había sido elegido en un sorteo compromisario para representar a esa oficina en unas elecciones que se celebraban dentro de un mes.
Leyó todo por encima pero sólo se fijo en que le entregarían 250 euros. ¡Esto si que era un buen chiste!, ¿un banco le iba a regalar dinero de esa forma?.
Al principio como era desconfiado por naturaleza David pensó que era algún tipo de estafa. Entró en su oficina bancaria y le preguntó al director que significaba esto y si esos 250 euros eran sólo por ir a votar en la fecha indicada.
El director se lo confirmó y le explicó que todos los años se elige un compromisario porque la ley exige que haya un representante de los clientes de cada oficina en la votación.
El día señalado David se presentó en el lugar de la votación. Cuando llegó ya estaban allí unas quince personas, elegidos como David en representación de otras oficinas del mismo grupo.
Todos juntos esperando en una sala de unos cien metros cuadrados, con techos de casi 6 metros, sin ventanas, con las paredes repletas de cuadros y unos sofás de cuero al fondo.
Este espacio se comunicaba con dos despachos iluminados por la luz natural que entraba a raudales a través de unas ventanas enormes que iban del techo al suelo.
Cuando le tocó el turno a David entró en el primer despacho. Tras enseñar el DNI le entregaron un con dinero y le pidieron que les confirmara que la cantidad es correcta.
A continuación le entregaron un papel con cuarenta nombres y le dijeron que tenía que votar por cinco. Como no tenía ningún criterio de elección, marcó con una x a las cinco primeras mujeres de la lista.
Pasó al despacho siguiente, otra vez a enseñar el DNI, a continuación depositó su voto. Hay un grupo de diez personas, hombres y mujeres. Predominan los trajes caros. Ellos lucen relojes de oro y ellas joyas caras.
Al terminar uno de los tipos le dio la mano y le despidió dándole las gracias.
David debería de estar contento con sus 250 euros en billetes nuevos, pensando en que era la primera vez en su vida que un Banco le regalaba dinero. Pero David piensa otras cosas y a medida que se aleja de allí lo que piensa es que dada su situación actual si pudiera se llevaría las joyas, los relojes de oro y los cuadros. Pero ese pensamiento sólo vive unos minutos. No está tan loco ni tan desesperado, pero está furioso porque no termina de solucionar su problema principal, y visto lo visto eso de hacerse rico parece algo tan lejano como el planeta Marte.
Para David ser rico no era tener un par de millones de euros. Ser rico era pertenecer a la minoría que estaban en lo alto de la pirámide económica.
Tener treinta millones de euros como mínimo, eso era ser rico. Sólo había mil quiñientas y pico personas con un patrimonio superior o igual a treinta millones de euros. Dentro de esa minoría existían enormes diferenicias. En la cúspide con un mínimo de mil millones de euros el número de personas se podían contar con los dedos de las dos manos y sobraban un par de dedos.
El resto de los Españoles eran todos igual a nada. Un cero a la izquierda.

#40

Re: SORPResa


(página 46)

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4
-…¿.te acuerdas?, el FTSE 100 pasó de 3860 a 4060 en cuatro minutos, había un tipo aquí que pensó que pasaba algo gordo y se puso alcista con 1 contrato, sólo tres minutos más tarde cayeron a 3755. Sólo tres minutos y el tío ya estaba perdiendo un montón de pasta. Se puso muy pálido de repente, como si le fuera a dar un ataque o algo, y entonces dice <>, me iba mal, intentaba aguantarme la risa. Miraba alucinado las pantallas, no me lo podía creer. En sólo tres minutos. Asombroso…- comentaba V.
-Nosotros somos especuladores de tercera división. Si, si. No te rías Cristóbal, es así.- filosofaba Lorenzo
-Puede ser, no te digo que no.- dijo el otro asintiendo con al cabeza. –El otro día me llegó una carta del banco, de un fondo referenciado al Ibex, que el director me había recomendado en el noventa y ocho, que pierde un ochenta por cien. ¿Cómo puede ser?. Es que aunque lo hagas a propósito no te sale tan mal. Desde entonces el Ibex ha caído, pero mucho menos. En el noventa y nueve lo pude haber vendido, ¡casi duplicaba!. Pero claro, como hacienda se llevaba una parte importante de las plusvalías, decidí esperar un par de años, y ya ves.
-La mayoría de los que gestionan los fondos de inversión son unos sinvergüenzas. Mira bien lo que te estoy diciendo. Si les sale bien la jugada se lo quedan ellos, y si les sale mal se lo endosan al cliente. Yo lo se muy bien. Encima te cobran una comisión todos los años, aunque pierdan dinero, eso es un autentico robo. Deberían cobrar sólo si ganan dinero. Tal y como están las cosas ahora mismo, lo que hacen es legal. ¿Qué más les da hacerlo bien o mal, si tienen una ganancia asegurada todos los años?.
******
-¿Pero por que has esperado tanto?. Haber entrado cuando lo hice yo. Ahora ya estarías ganando. Aquí ahí que desarrollarse, ahí que andar, correr con el saco al hombro.- aleccionaba Lorenzo
-Es que tenía una resistencia y me pareció que no la iba a pasar.- se excusaba Manuel, al que últimamente le había dado por imitar a Lorenzo parcialmente, intentando crear un estilo propio.
-Mira, mira- señaló Lorenzo, incorporándose y golpeando la pantalla con los nudillos. – Allá va, para arriba, te lo dije. Cuando “rodillo” Warburg entra con ese volumen casi siempre terminan subiendo. Tu lo estás haciendo mal Manuel, tienes que espabilar. ¡Desarrollate Manuel, desarollate!.
******
-Ahí atrás me metieron un buen palo.- admitía el señor Andrés. –Pero no me vuelve a ocurrir. Como me vayan 20 puntos en contra, escapo. Me lo he prometido a mi mismo. Aquí con el paso del tiempo debería de coger cierta experiencia y mejorar.
-No estoy de acuerdo. Cuanto más tiempo pasas pendiente de la bolsa, menos entiendes.- sentenció Juan.

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