Bruselas ya prepara un contraataque y anuncia que ayudará a las industrias europeas más afectadas. Pese a ello, tiende la mano a seguir negociando con EEUU para eliminar las barreras al comercio y evitar "un camino caótico".
Europa observa con pavor el resultado del Día de la Liberación, el nombre con el que Donald Trump, presidente de EEUU, ha bautizado a la ya histórica estocada en forma de aranceles que dio ayer al comercio global y que en el caso de la Unión Europea se traduce finalmente en tarifas de un 20%.
Para Ursula Von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, el anuncio es "un durísimo golpe a la economía global". La responsable del ejecutivo comunitario, en su discurso en Uzbekistán a las cinco de la mañana española, ha advertido de las "inmensas consecuencias" y del "sufrimiento masivo" que ocasionará casi de inmediato la decisión de Trump de levantar barreras comerciales con el resto del mundo.
Bruselas, asegura Von der Leyen, "lamenta esta elección" y sostiene que "el coste de hacer negocios con Estados Unidos se incrementará de forma drástica". La presidenta de la Comisión Europea apunta también a que la complejidad y el caos de esta medida podría revertir parcialmente los millones de puestos de trabajo que los últimos ocho años de comercio entre Europa y EEUU habían contribuido a crear.
"Los costes de la compra, de las medicinas y del transporte subirán. Todos los negocios, grandes y pequeños, sufrirán desde el primer día", ha advertido Von der Leyen.
Pese al reconocimiento del daño, Europa no se ha quedado en estado de shock. La presidenta de la Comisión ha anunciado que trabajan en presentar un contraataque que se sumará a las medidas de respuesta ya anunciadas tras la imposición de aranceles al acero y al aluminio por parte de EEUU y esperadas para el 12 de abril.
Al mismo tiempo, Bruselas anunció que mantendrá diálogos estratégicos para ayudar a las industrias más afectadas por los aranceles, como la del acero, la automovilística y la farmacéutica. "Habrá más", dejó caer Von der Leyen, que ya ha anunciado límites a la importación de acero a la Unión Europea y alivios a los fabricantes de coches para dar aire a los sectores.
Frente a los ataques de Trump, considerados erráticos en muchos casos por expertos económicos y del mercado, Bruselas buscará una respuesta de corte más quirúrgico. El objetivo será hacer el mayor daño posible a EEUU limitando en la medida de lo posible el prejuicio propio que siempre conlleva este tipo de medidas y que se considera especialmente relevante en esta ocasión.
Los ministros de Comercio de la UE abordarán el nuevo escenario en la reunión extraordinaria que celebrarán el próximo lunes 7 de abril en Luxemburgo. Pese a ello, Von der Leyen tiende la mano a EEUU y se ofrece a reducir las barreras al comercio transatlántico que todavía queden.
"No es demasiado tarde para abordar estas preocupaciones a través de la negociación", ha asegurado.
Von der Leyen apunta a un "daño masivo" a la economía por los aranceles de Trump | Economía (expansion.com)