Re: Vivo del trading trabajando dos horas al día... claro, claro
Estamos de acuerdo. De hecho, las naciones de la UEM son tan asimétricas que es imposible establecer una política fiscal común, se ha hablado de ello y se ha dejado correr porque puede ser la espita final que haga explosionar la eurozona (o implosionar, a saber).
Está claro que muchos, que curiosamente se suelen fijar ellos mismos los salarios propios, se los han subido en detrimento de los sueldos de los asalariados currantes, a los que, además, se les han mermado tanto las garantías laborales que ya no puedes ni protestar ni caer enfermo, porque sales de la empresa.
Al respecto, salió en algunos diarios el caso de una mujer que llevaba 41 años prestando servicio en la misma empresa, fue a la mutua laboral, le diagnosticaron enfermedad causada por el propio trabajo e incapacidad para desempeñar sus tareas y la despidieron con 20 días por año y como máximo una anualidad.
En esas condiciones, añadidas al "ejército de reserva", es decir, el 20% de paro que existe ahora mismo y que no va a bajar, hablar de derechos de los trabajadores o de que estos tienen cierta fuerza para negociar en los convenios, parece un chiste.
Así que subempleo + precariedad (por muchos años que lleves) + falta de perspectivas + bajas cotizaciones = baja recaudación impositiva + bajo consumo + aumento del déficit estatal.
La cosa pinta bastante mal, de hecho, las generaciones futuras lo pagarán, pero las actuales ya están empezando a pagarlo. Veremos cuantos de ellos consiguen tener cotizados 37 años para cobrar el 100% de su pensión en lugar de una mísera paga asistencial. De hecho, hay muchos que se jubilarán en su tiempo sin tener eso cotizado a pesar de llevar años y años de curro a cara de perro.
Y el problema es que el personal se preocupa más de cabrearse con el tipo del otro equipo rival de futbol que de las cosas que le van a interesar en el futuro. Es lo de siempre: cuando se enteran, es tarde ya para hacer algo.
Suerte a todos.
no desaparece lo que muere, desaparece lo que se olvida