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Mejores artículos de inversión y bolsa: recomendaciones, análisis, opiniones...

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Mejores artículos de inversión y bolsa: recomendaciones, análisis, opiniones...
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Re: Mejores artículos de inversión y bolsa: recomendaciones, análisis, opiniones...

Del Servicio de Estudios de la Caixa:

 
«Los mercados alcistas nacen del pesimismo, crecen en el escepticismo, maduran en el optimismo y mueren en la euforia.» La frase pertenece a Sir John Templeton, afamado inversor que inició su carrera en Wall Street en 1937 y llegó a crear algunos de los más exitosos fondos de inversión internacionales del mundo. En particular, las participaciones Clase A del fondo Templeton Growth registraron una rentabilidad anualizada del 14,5%1 entre 1954 y 1992, frente al 10,7% obtenido por el S&P 500 con dividendos brutos.

Obviamente, las palabras de alguien con este registro no podían caer en el olvido. Es fácil darse cuenta de que Templeton establece una relación entre el ciclo bursátil (auge/caída) y los sentimientos de la comunidad inversora (pesimismo/euforia) en la que estos, frecuentemente, traicionan el buen hacer consecuente con el predominio de la razón en la toma de decisiones.

Hoy, cualquier persona o institución interesada en los mer­­cados financieros no puede pasar por alto el estado de ánimo de los inversores. Tanto es así que se han desarrollado herramientas para tratar de aproximar y cuantificar su pesimismo, miedo, euforia o, en definitiva, ese mayor o menor apetito por el riesgo. A grandes rasgos, estas herramientas nos dan índices del «sentimiento inversor», que se pueden agrupar en tres categorías: encuestas, indicadores basados en parámetros agregados del mercado y aquellos que siguen a inversores institucionales y particulares concretos.
  • 1. En esos 38 años, solo en ocho anotó un resultado negativo, siendo la media en estos casos del –9,1%, mientras que en los restantes 30 años el resultado positivo ofreció una media del 22,6%.
Encuestas: dime cómo piensas y...
La manera más directa de medir el sentimiento de los inversores pasa por encuestas en las que se les pregunta su opinión sobre la dirección del mercado (alcista, bajista o neutral, habitualmente).2 Es importante destacar que esa opinión puede estar respaldada o no con dinero, es decir, tiene un valor relativo porque es más fácil opinar que actuar de manera consecuente con el dinero.

Algunas de las encuestas más conocidas son la de Investors Intelligence o la de la American Association of Individual Investors (AAII), ambas realizadas en EE. UU. En Europa tenemos el State Street Investor Confidence Index (ICI), a partir de la estructura de asignación de activos del inversor institucional. ¿Cómo se utilizan? Lo más común es se­­guir la evolución de los valores absolutos y, sobre todo, la brecha entre inversores con una visión alcista (bulls) y ba­­jista (bears), bien como diferencial entre ambos o como ratio (bull/bear). Por ejemplo, en el primer gráfico se presenta la ratio entre alcistas y bajistas de Investors Intelligence, que nos muestra que el optimismo es elevado, pero no se sitúa en niveles extremos.
  • 2. En la jerga de los mercados financieros, bulls (alcistas) o bears (bajistas).
Agregados de mercado: «ser temeroso cuando los demás sienten codicia y ser codicioso cuando los demás sienten temor.» (W. Buffett)
Otra manera de medir el sentimiento inversor consiste en inferirlo del comportamiento de los mercados. En concreto, se pueden construir indicadores compuestos a partir de diferentes parámetros del mercado y, por tanto, de la oferta y la demanda reales que están detrás. Algunos de los principales bancos de inversión y medios financieros especializados lo hacen así. Entre los primeros podemos citar, a modo de ejemplo, el Global Equity Sentiment Indicator de JP Morgan (véase el segundo gráfico) o el Investor Sentiment survey de UBS. En cuanto a los segundos, cabe mencionar el Fear & Greed Index de CNN Money o los que publica semanalmente Barron’s en su Market Lab. Por citar algunos de los parámetros que utilizan, es común que consideren alguna medida de la volatilidad de los precios (por ejemplo, el VIX), el número de acciones cotizadas que alcanza máximos de 52 semanas comparado con las que alcanzan mínimos en el mismo periodo, el volumen negociado al alza frente al negociado a la baja, primas de riesgo entre bonos corporativos de alta calidad y de baja calidad, porcentaje de liquidez en las carteras de los inversores institucionales, volumen negociado en opciones call comparado con el de las opciones put, etc.
Tipología de inversor: quien llega tarde, ni oye misa ni come carne
Por último, un tercer grupo de indicadores de sentimiento se centra en ver quién compra y quién vende y cuáles son los volúmenes que están moviendo. En este caso, se puede discriminar entre el comportamiento de los inversores institucionales y el de los particulares. El seguimiento de los volúmenes de inversión de los inversores institucionales y particulares y cómo se mueven en términos relativos entre ellos nos da una información valiosísima sobre la sostenibilidad de las tendencias de fondo del mercado, pues son los primeros los que tienen más capacidad de análisis y de anticipación y los que mueven un volumen mucho más elevado, en tanto que los segundos carecen de esas fortalezas y suelen incrementar su presencia en el mercado cuando la tendencia alcista ya es muy madura.

De hecho, hay numerosas evidencias que muestran que los inversores particulares suelen tomar posiciones cuando las tendencias están cerca de agotarse. Por ejemplo, los datos muestran cómo, unos meses antes de que se alcance un máximo en los índices bursátiles, el inversor particular suele aumentar considerablemente sus inversiones y, a la inversa, poco antes de que se alcance un mínimo, se producen fuertes ventas.

En cuanto a la participación directa de los inversores mi­­no­­ristas en el mercado, se ha intensificado desde hace casi dos años (en EE. UU. ha subido 10 p. p. hasta suponer el 23% del volumen total negociado), pero no solo en la compra directa de acciones sino también adquiriendo opciones financieras. Además, las redes sociales y la aparición de plataformas de trading que también actúan como redes sociales pueden haber acentuado el comportamiento gregario de los inversores minoristas.

¿Qué nos dicen los indicadores de sentimiento?

Los indicadores nos ayudan a identificar dos situaciones extremas. La primera sería una situación de euforia muy alta, caracterizada por un sentimiento exageradamente positivo, marcado por la convicción de que el mercado va a subir mucho más y con un elevado apetito por el riesgo entre los inversores. Aunque parezca propicia a seguir alimentando el alza de las cotizaciones, en la práctica esta situación suele darse en la fase final de un mercado alcista (bull market). En el lado contrario estaría una situación de pesimismo excesivo, en la cual el sentimiento es tremendamente negativo, no se ve el fondo del mercado y el apetito por el riesgo es nulo (se huye del mercado vendiendo a cualquier precio). Estaríamos ante una situación típica del final de un mercado bajista (bear market).

Dicho lo anterior, hay que hacer algunas aclaraciones. En primer lugar, estos extremos de sentimiento no son tan frecuentes y durante buena parte del tiempo los distintos indicadores que hemos ido comentando se mueven en un rango intermedio. En segundo lugar, el contraste histórico señala que son más eficaces las señales de «pesimismo excesivo» que las de «euforia muy alta» o, dicho de otro modo, es más fácil que el mercado siga subiendo un tiempo imprevisible en situación de euforia muy alta que prolongue la caída cuando la lectura de pesimismo es extrema. Por último, no es aconsejable tomar la temperatura de los mercados únicamente con los distintos indicadores comentados, siendo recomendable completar el análisis con otros elementos procedentes del ámbito macro, el puramente de mercado (valoraciones o prima de riesgo bursátil) y, por supuesto, el estrictamente empresarial (perspectivas de ingresos, beneficios, etc.).

¿En qué punto estamos en estos momentos?

Aunque, como es obvio, los distintos indicadores ni son ni tienen por qué ser coincidentes, sí podemos afirmar que están evolucionando, en términos generales, desde una situación con un sentimiento alcista demasiado elevado y, por tanto, preocupante, hacia otra en la que persiste el optimismo, pero se está moderando. A priori, este comportamiento es positivo en la medida en que aleja el riesgo de incurrir en excesos en unos mercados de valores caracterizados por unas valoraciones bastante exigentes en algunos ámbitos y en un contexto macro con perspectivas positivas, pero no exento de unos niveles de incertidumbre relativamente altos.

#32

¿La posible subida de las rentabilidades a largo plazo es un riesgo para la renta variable?

Esto es lo que piensa el Servicio de Estudios de Caixabank:

 
El repunte de las tasas de inflación (en especial en EE. UU.) está llenando muchas páginas salmón y generando nu­­merosos informes de expertos. Ante ello, cualquier inversor se pregunta sobre las implicaciones que ese repunte puede tener sobre las rentabilidades de los bonos a largo plazo y, en última instancia, sobre el precio de las acciones. En principio, el consenso de analistas se alinea con el discurso de los grandes bancos centrales y espera que tal incremento en la inflación sea transitorio; aún puede quedar algún mes complicado, pero tenderá a moderarse. Este es el mensaje dominante y parece que tiene el voto de confianza de los mercados de bonos si atendemos al comportamiento de sus rentabilidades desde marzo. Pero, si el repunte de la inflación fuera más intenso y/o más duradero de lo que ahora se espera, ¿cuál sería la reacción del mercado de bonos y cómo podría verse afectada la renta variable?

Respondiendo a la primera cuestión, la experiencia nos dice que una sorpresa negativa en la inflación no suele ser bien recibida por la renta fija. Los inversores, para proteger su rentabilidad real esperada, exigirían tipos de interés nominales más elevados. Centrándonos en EE. UU., con la rentabilidad a 10 años oscilando en torno al 1,5%, no es difícil imaginar que podría experimentar un repunte hasta situarse algo por encima del 2,0%, donde fluctuaba poco antes de la pandemia. Plantearse niveles más elevados como, por ejemplo, el 3%, es prematuro. La última vez que dicho tipo de interés osciló entre el 3,0% y el 3,2% fue a finales de 2018, cuando el output gap de la economía era positivo y el país crecía claramente por encima de su potencial (en torno al 3% frente a un potencial de algo menos del 2%). En ese momento, la posibilidad de un repunte inflacionista con un carácter sostenido en el tiempo parecía elevada y la Fed ya llevaba tiempo endureciendo su política monetaria. En la actualidad, la economía, aunque muy recuperada de la contracción experimentada en 2020, todavía tiene margen de mejora en varios ámbitos.

En cuanto al efecto que podría tener la subida de las ren­­ta­­bilidades a largo plazo sobre la renta variable, una mi­­ra­­da al pasado puede ser útil. La primera idea es que es más frecuente que la bolsa experimente subidas con ti­­pos de interés repuntando a que sufra retrocesos. Considerando datos anuales, desde 1961 ha habido 10 ejercicios en los que las rentabilidades a 10 años han subido y el S&P 500 ha caído, mientras que ha habido el doble de ocasiones en las que el S&P 500 ha subido a la par con las TIR.1 La segunda idea es que hay otros elementos que pueden apoyar que la bolsa suba, aunque también lo hagan las TIR, como, por ejemplo, los beneficios empresariales: en el 86% de los años en los que el S&P 500 y las rentabilidades han subido, el crecimiento medio de los beneficios ha sido del 10%. Ha habido tres excepciones, en las que los beneficios cayeron y el S&P 500 cerró con ganancias, pero fue por la anticipación del crecimiento que se produjo el siguiente año (una media del 31%). Con todo, es cierto que una subida de las rentabilidades puede tener un impacto negativo temporal sobre la bolsa, mayor cuanto más intensa o inesperada es esa subida. Revisando la evolución del S&P 500 en los 12 meses si­­guientes al inicio de los siete ciclos de subida de rentabilidades que hemos identificado desde 1990 (véase la primera tabla), se han producido episodios correctivos con un drawdown,2 medio del 8%.
  • 1. Los años en los que las rentabilidades han experimentado retrocesos no se han considerado en este análisis.
 
  • 2. Se ha considerado la mayor caída entre máximo y mínimo en la serie de precios dentro del periodo de referencia tomado.
Por último, un ejercicio interesante es realizar una simulación de la sensibilidad de la valoración del S&P 500 ante variaciones en la rentabilidad del bono a 10 años, de un lado, y el beneficio por acción esperado, por otro. Los re­­sultados son los recogidos en la segunda tabla, donde se parte de la situación actual, con un beneficio por acción esperado por el consenso de 190 dólares3 y una rentabilidad a 10 años del 1,5%. Teniendo en cuenta que el S&P 500 se sitúa en niveles de 4.250 puntos, la prima de riesgo implícita sería del 5,15%.
  • 3. Se trata de un modelo que descuenta los flujos de caja que recibirían los inversores en el S&P 500 si este fuera una acción cotizada. Estos flujos están comprendidos por los dividendos pagados por los componentes del índice y por las operaciones de recompra de acciones. Se ha considerado adecuado utilizar la media de los últimos cinco años, en los que el 90% del beneficio por acción se ha destinado a tales fines.
En la citada tabla podemos ver los resultados que se obtendrían para diferentes combinaciones de TIR y de BPA esperado, manteniendo estable la prima de riesgo. Es importante entender que se trata de una simulación teórica que, como tal, implica una simplificación de una realidad bastante más compleja. En todo caso, del conjunto de «soluciones» posibles, nos centramos en las que aparecen destacadas en un recuadro dentro de dicha tabla, puesto que corresponden a una teórica subida de la rentabilidad a 10 años dentro del rango 1,8%-2,1%. En estos casos, y manteniendo sin cambios el BPA esperado, el S&P 500 estaría correctamente valorado entre 3.939 y 3.690 puntos, algo por debajo de los niveles actuales.

Obviamente, un crecimiento de los beneficios superior al que ahora se espera tendería a compensar el efecto negativo de la subida de la rentabilidad a 10 años, del mismo modo que una relajación de la prima de riesgo implícita tendría un efecto positivo sobre el nivel teórico del índice. En este sentido, la subida de casi 1 p. p. que desde agosto de 2020 hasta la actualidad ha experimentado la rentabilidad a 10 años en EE. UU. no ha sido un obstáculo para que el S&P 500 acumule en el mismo pe­­riodo una revalorización del 28%, algo en lo que sin duda ha influido la intensa recuperación de los beneficios empresariales (+54% en el 1T 2021 y +35% esperado para todo 2021) y una moderación de la prima de riesgo implícita de 0,6 p. p.4

Como decíamos, se trata de un análisis de sensibilidad bá­­sico que deja fuera a muchos elementos, pero que bien nos sirve para ver hasta qué punto una subida de tipos soberanos puede afectar a la bolsa americana.
  • 4. Dato promedio estimado por el profesor Aswath Damodaran de la Stern School of Business en la New York University.
José Luis López 
#33

Re: Mejores artículos de inversión y bolsa: recomendaciones, análisis, opiniones...

 Julius Baer ha rebajado su consejo sobre los títulos 'value' hasta 'neutral' alegando que "los vientos de cola que beneficiaban a estos títulos están empezando a desvanecerse". La firma recomienda "reasignar la inversión hacia los valores de crecimiento, con preferencia por la sanidad y las tecnologías de la información" 
#34

Re: Mejores artículos de inversión y bolsa: recomendaciones, análisis, opiniones...

 
El pandexit reflejará la aplicación de programas fiscales expansivos no vistos en las últimas décadas, el mantenimiento de unas condiciones financieras extremadamente laxas por parte de los bancos centrales, las consecuencias sobre el gasto privado de la acumulación de ahorro forzoso y la aceleración del proceso de digitalización de nuestras economías. Sin olvidarnos de que la optimización de la senda de recuperación y, por tanto, la amplificación del efecto de los multiplicadores fiscales solo se alcanzará aplicando las reformas económicas tantas veces postergadas (véase el Dossier de este Informe Mensual). Esto facilitaría que la reactivación sea inclusiva y neutral desde un punto de vista medioambiental.

De momento, en esta fase inicial de la recuperación, la visibilidad todavía es reducida y, por tanto, de forma acertada, se ha decidido mantener el rumbo y no cambiar el tono de las recetas aplicadas desde el inicio de la crisis. El ruido es aún muy elevado y está afectando al comportamiento de las variables económicas, con sorpresas al alza tanto en el ámbito de precios, como, por ejemplo, en el de confianza de los agentes, donde estamos asistiendo a niveles máximos de optimismo empresarial en casi década y media. Algo normal, teniendo en cuenta los desajustes provocados por la pandemia en la oferta global y en el funcionamiento de las cadenas de valor, con efectos en logística, gestión de existencias, abastecimiento de materias primas esenciales (semiconductores), etc. La vuelta a la normalidad debería llevar aparejada la apertura de los cuellos de botella ocasionados por la rápida recuperación de la de­­manda. La realidad es que, solo un año después del inicio de la recesión, los intercambios de bienes y servicios han re­­cuperado los niveles pre-COVID, cuando en la crisis financiera de finales de los noventa tardaron casi 24 meses, señal de que difícilmente vamos a ver una involución en el proceso de globalización, más allá de los lógicos ajustes para reducir la fragilidad de las cadenas de valor.

Acertadamente, las autoridades económicas han decidido que es preferible no precipitarse y esperar a ver cómo evolucionan las variables económicas a partir del verano, tras el fuerte repunte de la actividad que esperamos para los meses centrales del año. Lo único urgente sigue siendo el control de la pandemia, pues la proporción de la población vacunada en la mayoría del mundo emergente, excluida parte de Europa del Este y Oriente Medio, es muy baja, lo que las hace vulnerables a la variante delta, que se propaga rápidamente e introduce riesgos significativos a la baja en sus perspectivas de crecimiento. Por tanto, la prioridad a corto plazo es aumentar el porcentaje de población vacunada, vía indispensable para limitar las mutaciones del virus que alejan el punto en el que se alcanzará una inmunidad de grupo completa. En este sentido, con solo el 28% de la población mundial con al menos una dosis, el FMI ha estimado en 50.000 millones de dólares el coste que tendría el programa de inmunización global, con un efecto potencial positivo sobre la actividad mundial de unos
9 billones de dólares en 2025.

En este contexto, las novedades más relevantes de las últimas semanas han sido la rápida expansión de la variante delta del virus, la nueva revisión al alza de las previsiones de crecimiento nominal en EE. UU. y Europa y, especialmente, el inicio de un sutil cambio de tono de la Fed que supone el pistoletazo de salida al proceso de normalización monetaria más complejo de la historia, con implicaciones potenciales sobre la estabilidad financiera mundial. Lo importante, más allá de las valoraciones que podamos tener los economistas sobre si el banco central americano va por detrás de la curva con una inflación alcanzando el nivel psicológico del 5%, es que los mercados, de momento, siguen comprando el mensaje de transitoriedad inflacionista, con el bono americano a 10 años manteniéndose en la zona del 1,5% y las expectativas de inflación a medio plazo perfectamente ancladas (en torno al 2,5%). Es decir, se sigue descontando un escenario ideal (goldilocks), caracterizado por un crecimiento elevado y duradero, un shock de inflación temporal y unas autoridades monetarias extremadamente cautelosas con la estrategia de salida, levantando el pie del acelerador suavemente. Un escenario que sigue apoyando el positivo comportamiento de los mercados, pero que a la mínima duda de los inversores sobre la transitoriedad del repunte inflacionista puede propiciar correcciones en los activos financieros, especialmente en verano, cuando la reducción de la liquidez aumenta la sensibilidad a sorpresas negativas.

En definitiva, en este primer semestre se ha certificado que las principales economías del mundo recuperarán durante 2021 los niveles de PIB perdidos en la crisis, aunque en los próximos meses seguiremos afrontando un escenario complejo, supeditado a los efectos de las potenciales mutaciones del virus y a los desajustes que pueden estar provocando las disrupciones en las cadenas de producción mundiales. Nada parecido a la incertidumbre de hace un año, cuando dudábamos de la efectividad de las vacunas o, incluso, a la preocupación de antes de la crisis por el riesgo de una situación a la japonesa o de estancamiento secular.

José Ramón Díez
Director de Economías y Mercados Internacionales del Servicio de Estudios de Caixabank
#35

Re: Mejores artículos de inversión y bolsa: recomendaciones, análisis, opiniones...

#36

5 puntos esenciales a conocer antes de suscribir un fondo de inversión

 1º.- Categoría o tipo de fondo de inversión.

Es el primer punto que tenemos que conocer y entender perfectamente, dónde invierte nuestro fondo de inversión.
Puede invertir el 100% en renta variable, y dentro de esta categoría en qué tipo de renta variable está invirtiendo; si está referenciado el fondo de inversión a un índice o a un sector o mercado en particular, etc.
También pueden invertir el 100% en renta fija, y dentro de la renta fija ver en qué tipo de renta fija, si es a corto plazo o largo plazo, el rating del emisor, si es de alto rendimiento - riesgo, etc.
O pueden invertir sólo un porcentaje de su patrimonio en renta variable ( conocer en qué renta variable) y el resto en renta fija como hacen los fondos de inversión mixtos.

2º.- Gestor del fondo de inversión.

Es la persona o personas que toman las decisiones de dónde invertir y cuándo invertir el patrimonio del fondo de inversión. Responsable de la rentabilidad.

3º.-Rentabilidad histórica del fondo de inversión.

Conocer el histórico de rentabilidades en el año en curso, a un año, a tres años y a cinco años nos ayudará a conocer la gestión acertada o no del gestor siempre que haya sido durante esos períodos el mismo gestor del fondo de inversión.
Y muy importante, rentabilidades pasadas no suponen rentabilidades futuras...

4º.- Comisiones del fondo de inversión.

Varias son el tipo de comisiones que tienen los fondos de inversión, las principales son la de gestión y depositario que ya vienen descontadas de la rentabilidad que vemos del fondo de inversión.
Pero debemos tener muy en consideración las comisiones de suscripción y de reembolso que mantienen numerosos fondos de inversión y que sí nos afectarán a directamente a la hora de decidir suscribir o reembolsas/traspasar el fondo de inversión.

5º.- Volatilidad del fondo de inversión.

La volatilidad nos indicará la variación en precio de las participaciones del fondo de inversión, a mayor volatilidad mayor riesgo y quizás mayor probabilidad de rentabilidad y de pérdida.

Hasta aquí estos 5 puntos a conocer antes de invertir en un fondo de inversión, el fondo de inversión ideal sería aquel con bajas comisiones de gestión y depositario, sin comisiones de suscripción ni de reembolso, con un gestor con buenos resultados de rentabilidad en un período de al menos 5 años y con baja volatilidad.

Y un último consejo, antes de suscribir un fondo de inversión recomendado por un banco...comparar con otros fondos de inversión de la misma categoría. 
#37

Re: Mejores artículos de inversión y bolsa: recomendaciones, análisis, opiniones...

 
22 máximas de inversión de John Templeton

1. Para todos los inversores a largo plazo, solo hay un objetivo: 'rendimiento real total máximo después de impuestos'. 
2. Lograr un buen récord requiere mucho estudio y trabajo, y es mucho más difícil de lo que la mayoría de la gente piensa. 
3. Es imposible producir un desempeño superior a menos que haga algo diferente a la mayoría. 
4. El momento de máximo pesimismo es el mejor momento para comprar, y el momento de máximo optimismo es el mejor momento para vender. 
5. En el mercado de valores la única forma de conseguir una ganga es comprar lo que la mayoría de los inversores están vendiendo. 
6. Comprar cuando otros están vendiendo con desánimo y vender lo que otros están comprando con avidez requiere la mayor fortaleza, incluso mientras se ofrece la mayor recompensa. 
7. Los mercados bajistas siempre han sido temporales. Los precios de las acciones suben de uno a doce meses antes del final del ciclo económico. 
8. Si una industria o tipo de seguridad en particular se vuelve popular entre los inversores, esa popularidad siempre resultará temporal y, cuando se pierda, no volverá durante muchos años. 
9. A largo plazo, los índices bursátiles fluctúan en torno a la tendencia ascendente a largo plazo de las ganancias por acción. 
10. En los países de libre empresa, las ganancias de los índices bursátiles fluctúan alrededor del valor en libros de las acciones del índice. 
11. Si compra los mismos valores que otras personas, obtendrá los mismos resultados que otras personas. 
12. El momento de comprar una acción es cuando los propietarios a corto plazo han terminado de vender, y el momento de vender una acción suele ser cuando los propietarios a corto plazo han terminado de comprar. 
13. Los precios de las acciones fluctúan más ampliamente que los valores. Por lo tanto, los fondos indexados nunca producirán el mejor rendimiento de rendimiento total. 
14. Demasiados inversores se centran en "perspectivas" y "tendencias". Por lo tanto, se obtienen más ganancias al enfocarse en el valor. 
15. Si busca en todo el mundo, encontrará más gangas y mejores gangas que si estudia una sola nación. Además, obtiene la seguridad de la diversificación. 
16. La fluctuación de los precios de las acciones es aproximadamente proporcional a la raíz cuadrada del precio. 
17. El momento de vender un activo es cuando ha encontrado una oferta mucho mejor para reemplazarlo. 
18. Cuando cualquier método para seleccionar acciones se vuelva popular, cambie a métodos impopulares. Como se ha sugerido, demasiados inversores pueden estropear cualquier método de selección de acciones o cualquier fórmula de sincronización del mercado. 
19. Nunca adopte de forma permanente ningún tipo de activo, ni ningún método de selección. Trate de mantenerse flexible, de mente abierta y escéptico. Los resultados a largo plazo se logran solo cambiando de populares a impopulares los tipos de valores que favorece y sus métodos de selección. 
20. El factor de habilidad en la selección es mayor para la parte de acciones ordinarias de sus inversiones. 
21. El mejor desempeño lo produce una persona, no un comité. 
22. Si comienza con una oración, puede pensar con más claridad y cometer menos errores estúpidos. 
#38

25 reflexiones de Nassin Taleb

 
  1. El pasado no puede usarse para predecir el futuro
  2. Mi principal afición es burlarme de las personas que se toman a sí mismos demasiado en serio por la calidad de sus conocimientos y que no tienen las agallas para decir a veces: No lo sé…
  3. Cuantos más datos tengamos, más posibilidades tenemos de ahogarnos en ellos
  4. No importa la probabilidad de un evento si sus consecuencias son demasiado costosas para afrontarlas.
  5. Regla de Wittgenstein: A menos que tengas confianza en la fiabilidad de la regla, si utilizas una regla para medir una mesa, también es posible que utilices la mesa para medir la regla
  6. La banca es un sector que se dedica a extraer rentas sin producir nada útil. Las nuevas tecnologías hacen que ni siquiera sean necesarios para prestar dinero. Si asumes riesgos, que Dios te bendiga: por eso defiendo la desigualdad económica. Pero la única función de los bancos es pagar millones a sus ejecutivos. Y si la cagan, paga el contribuyente. Deben desaparecer
  7. La Economía es un disciplina narrativa y las explicaciones son fáciles de proporcionar a posteriori
  8. Pensamos mucho menos de lo que creemos.
  9. Sobre los economistas: Son expertos de pega. Un fontanero sabe de fontanería. Un charcutero sabe de jamón serrano. Pero se ha demostrado que los economistas no saben de economía. Ninguno vio venir la crisis, con honrosas excepciones, y fuimos marginados durante años. Pero lo peor de todo: no han aprendido nada de los últimos 10 años.
  10. Aquellos que toman decisiones en la economía y en el mercado deben “jugarse la piel en ello” y ser responsables de la falta de sus equivocaciones, no meros espectadores
  11. No estoy de acuerdo con los seguidores de Marx y los de Adam Smith: la razón por la que los mercados libres funcionan es porque dejan que la gente tenga suerte, gracias al agresivo método del ensayo y error, y no dan a las personas recompensas ni «incentivos» por su destreza
  12. El único problema del que ríe el último es que ríe solo.
  13. Lo pequeño es hermoso y eficiente al mismo tiempo, ya que a menudo el tamaño incrementa la fragilidad
  14. Nunca te fíes de un periodista a no ser que sea tu madre.
  15. Es un símbolo de debilidad preocuparse por mostrar signos de debilidad.
  16. Para una persona libre, la mejor ruta entre dos puntos no tiene por qué ser la más corta.
  17. Pensemos que la experiencia del pavo. Su confianza aumentaba a medida que se repetían las acciones alimentarias, y cada vez se sentía más seguro, pese a que el sacrificio era cada vez más inminente.
  18. Muchos aprenden cómo memorizar cosas, pocos buscan la habilidad de olvidarlas
  19. Cuando haya un conflicto entre dos elecciones, no elijas ninguna.
  20. Eres rico si el dinero que rechazas te sabe mejor que el que aceptas.
  21. Tendremos menos crisis, pero serán más graves
  22. Las tres adicciones más perjudiciales son la heroína, los carbohidratos y un sueldo mensual
  23. No cruces un río si mide 1 metro de profundidad en promedio
  24. En la ciencia, tú necesitas entender el mundo; en los negocios, necesitas que los demás no lo entiendan
  25. La mayoría de los bitcoiners son unos completos idiotas

#39

Las siete leyes del dinero

 
El hombre más rico de Babilonia’, es una obra publicada por George S. Clason en 1955, y es reconocido como uno de los grandes clásicos de la literatura financiera. El relato  cuenta la historia de Arkad, el hombre más próspero de Babilonia (Ahora Irak), enclave de los míticos Jardines Colgantes, entre el Tígris y el Éufrates, y una tierra mítica por sus riquezas y opulencia.

Arkad y los consejos que da para adquirir y mantener la riqueza son el eje de un libro que Fred Siegel decidió rescribir para hacer que sus valiosas enseñanzas resulten más relevantes en el mundo actual. Estos consejos se condensan en las siete leyes del dinero.


PRIMERA LEY: Páguese a sí mismo

Fred Siegel define esta idea de una manera sencilla. “Antes de comenzar a gastar, lo mejor que puede hacer uno es pagarse a sí mismo”, lo que se consigue ahorrando el 10% de los ingresos mensuales.

Por supuesto, seguir esta ley requiere disciplina pero lo bueno es que cuando se convierte en un hábito, no se extraña el dinero que se está ahorrando. Además, dice Siegel, “pronto se sentirá orgulloso de ese 10% ahorrado y apenas recordará en qué gasto ese otro 90%.

SEGUNDA LEY: Establezca presupuestos para controlar sus gastos

Claro que siempre es posible pensar: Apenas puedo mantenerme con lo que gano ahora ¿Cómo es posible que logre ahorrar el 10% de mi salario? La respuesta empieza por admitir que todos los seres humanos quieren más cosas que el dinero que tienen para comprarlas, o lo que es lo mismo, las necesidades son siempre ilimitadas pero los recursos escasos.

Una vez asumida esta realidad, lo mejor es establecer un presupuesto de los gastos que de verdad son necesarios hacer cada mes. Según Siegel, hay un fenómeno interesante encerrado en este principio. Si se controla cada euro, al final pasarán dos cosas.

Primero, se recortarán los pequeños gastos, como comprar un refresco o un bocadillo, ya que resulta demasiado complicado escribirlos en el diario. Además, será posible ver cuánto cuesta al mes tomar un café diario o comprar el periódico, por ejemplo.

De esta forma, el presupuesto actúa como un protector ante la tentación de gastar dinero en cosas de escasa prioridad. Eso sí, se puede incluir una partida denominada ‘dinero para gastar’, por aquello de que darse de un lujo de vez en cuando no está mal.

TERCERA LEY: Ponga su dinero a trabajar por usted

La idea de esta ley está basada en el interés compuesto o en el hecho de que el retorno sobre el dinero haga ganar aún más dinero. Para inversores que piensan en el largo plazo, Siegel apuesta por el mercado de valores y aconseja huir de los típicos ‘chivatazos’ de los amigos o de los valores que están de moda.

En general, la forma en que se pone a trabajar el dinero, admite Siegel, depende de muchos factores que tienen en cuenta a la persona, sus intereses, su creatividad, o su iniciativa para los negocios.

Las posibilidades son variadas, desde iniciar un negocio en ‘ebay’, comenzar cualquier actividad a tiempo parcial, invertir en objetos de colección, invertir como socios sin voto en algún negocio en funcionamiento, o, incluso, publicar un libro propio que recoja las experiencias profesionales, por ejemplo.

Todas las formas de inversión suponen riesgos y si se comenten errores, es necesario aprender de ellos, dice Siegel. Pero cuando se encuentre la forma correcta de poner el dinero a trabajar por uno mismo, se habrá creado un flujo de riqueza.

En todo caso, el mejor consejo consiste en invertir en aquellas cosas que interesan, en las que se encuentra satisfacción, porque en el fondo “nada sirve tanto al éxito como la pasión”

CUARTA LEY: Protéjase contra las pérdidas

Si todo lo anterior ha dado sus frutos, es posible tener ya algún dinero extra pero cuidado, entonces podrían llegar las tentaciones de gastarlo o hacer nuevas inversiones.

Lo mejor, indica Siegel, es no dejarse llevar por la idea de hacer dinero rápido para lo que resulta conveniente no escuchar los consejos de aquellas personas que puedan recomendar alguna inversión. “No perder todo lo que se tiene es la clave para construir la riqueza”.

QUINTA LEY: Haga de su hogar una inversión rentable

La idea que pretende transmitir Siegel es que el dinero que destine a la vivienda debe verse como una inversión. Por ejemplo, hacer reformas en la cocina permitirá disfrutar de mejores electrodomésticos y, si se tiene idea de vender el piso en el futuro, la propiedad se revalorizará considerablemente.

Además, si no hay intenciones de vender el piso, y se tiene una hipoteca, Siegel propone hace amortizaciones extra desde el principio. Por ejemplo, si se pagan 100 euros extra al principio de cada mes, el retorno de esa inversión será mayor, pues no se pagan intereses todo el tiempo por la misma cantidad de dinero.

Así, el problema podría ser la comisión de amortización parcial que cobre su banco, pero actualmente, muchas entidades ‘on line’ no establecen ningún cargo por este concepto, que resulta fundamental a la hora de negociar una hipoteca, en la medida en que todos los meses es posible destinar una parte del ahorro para la inversión en vivienda sin incurrir en gastos bancarios.

SEXTA LEY: Planee su jubilación

Según explica Siegel, ahorrar dinero para la jubilación es una decisión inteligente desde dos puntos de vista. Por un lado, se generan recursos para el futuro de manera que el dinero va creciendo y, además, no se pagan impuestos hasta que ese dinero se retire.

En el caso español no sólo es eso, sino que además, las aportaciones a planes de pensiones suponen una reducción directa de la base imponible, por lo que el ahorro es al menos igual al tipo marginal de cada contribuyente.

SEPTIMA LEY: Incremente su potencial de ganancias

La última ley del dinero tiene que ver con las enormes posibilidades que genera la inversión en capital humano. El mejor activo que tienen las empresas es el conocimiento y las capacidades de los empleados. Por tanto, quien desee ganar dinero debe incrementar sus conocimientos y habilidades.

Los resultados de una encuesta informal entre profesionales, explica Siegel, arrojaron la sorprendente conclusión de que menos de un 5% de los encuestados invirtó más de cien dólares en cursos de capacitación. «La mayoría gastó mucho más en la parte externa de su cabeza, por ejemplo, en cortes de pelo, que lo que invirtió en la parte interna». 

#40

Re: Mejores artículos de inversión y bolsa: recomendaciones, análisis, opiniones...

 
A la vez que las bolsas siguen con su tendencia alcista, los datos que se han conocido en las principales economías han mostrado que los IPC siguen subiendo, y aunque el discurso oficial es que es una situación transitoria, lo cierto es que los factores que la impulsan siguen estando ahí. 


El crecimiento económico que impulsa el consumo, el cuello de botella de determinados suministros, los altos precios del crudo y de las materias primas en general… no parece que vayan a desaparecer de repente, e incluso alguno de ellos van al alza.


Quizás el mayor ejemplo lo tengamos con el precio de la luz en España, incluso si empezara a ceder es muy difícil que no impacte con fuerza en los próximos IPC. Por otra parte, si la previsión es que siga aumentando el empleo, lo normal es que el consumo siga creciendo. 


Los datos recientemente conocidos de nuestra áreas económica confirman esto: la variación interanual del índice de precios de consumo armonizado (IPCA) se situó en el 3% en agosto, un registro 0,8 p. p. superior al del mes anterior. 


Aún peor evolucionó la inflación subyacente (la que no pondera alimentos frescos ni energía), que aumentó 0,9 p. p., hasta el 1,6%. La causa fue el componente de los bienes industriales, que pasó del 0,7% de julio al 2,7% en agosto. 


El componente energético, por su parte, continuó con sus tasas interanuales de dos dígitos y se situó en el 15,4% (+1,1 p. p. con respecto al dato de julio). 


Esto apunta a que sin caída del precio del crudo y del gas (algo que no sólo no parece cercano, es que ni siquiera está claro que no suba más) y sin el fin de las restricciones de materiales (y el abaratamiento de su coste), la inflación subyacente, la menos volátil, seguirá al alza durante, al menos, varios meses. 


Los componentes del IPC 

Más allá del impacto directo de las materias primas en las cestas de precios al consumo, también es importante evaluar los posibles efectos indirectos. Por ejemplo, el petróleo no solo encarece el precio de la gasolina que pagan directamente los consumidores, sino que también eleva los costes de producción de las empresas.


Eso es algo que termina repercutiendo sobre los precios finales de los bienes y servicios producidos. Según apunta la economista Beatriz Villafranca "es necesario tener en cuenta la contribución del coste de las materias primas sobre el valor añadido de los bienes y servicios de consumo final. En las economías desarrolladas, esta aportación es reducida, y se sitúa entre el 4% y el 8%, en parte por la prevalencia del sector servicios en sus estructuras económicas.” 


“Por el contrario, en el caso de los países emergentes, donde sus modelos productivos y de consumo son más intensivos en el uso de productos básicos, la situación es bien distinta y encontramos que, por ejemplo, Asia emergente está más expuesta a los precios de las commodities que la Eurozona", indica.


Así pues, en la Eurozona estamos más “protegidos” contra las alzas de la inflación que puedan proceder del aumento de precio de las materias primas. 


La inflación y la bolsa

Históricamente una alta inflación ha sido una mala noticia para el mercado de valores. La razón fundamental es que a la bolsa le gustan los tipos de interés bajos porque, como por otra parte hemos podido comprobar los últimos años, la búsqueda de una mayor rentabilidad beneficia a los activos de riesgo. 


Es por eso que muchos análisis advertían de posibles (y probables) caídas bursátiles los últimos meses en los que la inflación ha superado en muchos casos el 2% que, arbitrariamente, los bancos centrales de las principales economías occidentales, consideran ideal. 


Sin embargo, hemos podido comprobar que no ha sido así. De hecho, cuando el último día de agosto se publicó un -peor de lo esperado- IPC de la Eurozona, el más alto desde 2011, los índices bursátiles eurozoneros se fueron a máximos del día. 


¿Por qué ocurre esto? Porque hasta hace poco tiempo, una subida de la inflación por encima del límite deseado significaba una subida de tipos de interés más o menos inmediata. Y esto ya no es así. Leamos el comentario del Servicio de Estudios de Caixabank al respecto de esta noticia: 


”Este dato no debería alterar la hoja de ruta del BCE, pues entiende que estos niveles, aunque por encima del 2%, no perdurarán a medio plazo. Así, continuamos creyendo que el BCE mantendrá la política monetaria muy acomodaticia para favorecer un entorno financiero muy relajado”.


Acertado o no, si el mercado no descuenta un endurecimiento de la política monetaria, no encuentra motivos para que la tendencia alcista de las bolsas cambie. 


El economista Ricard Murillo coincide “los mercados se mostraron sensibles ante los primeros datos que reflejaban un rebote de la inflación, en los siguientes meses esta sensibilidad se fue moderando y los inversores convergieron a la visión de la Fed que entiende el repunte de los precios como transitorio“.


Y añade: “nuestro ejercicio no encuentra una relación significativa entre las sorpresas de la inflación y los índices bursátiles DAX alemán y S&P 500”. 


Es más, incluso una inflación más alta puede suponer un incentivo más para apuntalar las subidas ya que cuanto más alto sea el IPC, los tipos de interés reales (tipo de interés oficial menos IPC) más negativos son, y eso puede implicar un mayor incentivo a mover los ahorros hacia activos de riesgo. 


El ejemplo alemán

Alemania tuvo en agosto una tasa de IPC interanual del 3,9%, máximos desde 1993 y, a la vez, el bono a 2 años tiene una rentabilidad del -0,73%, el de 5 años del -0,69%, y del -0,38% a 10 años. Hasta el de 30 años todo está en tipos negativos.  


Aunque la inflación sea transitoria, si el objetivo del BCE a largo plazo es del 2%, la conclusión es que la renta fija, la seguridad de un emisor triple A, genera una pérdida económica para un inversor de largo plazo. 


Así pues, cuanto más sube el IPC alemán, si no suben los tipos de interés, más motivado puede estar el capital para asumir riesgos ante la certeza de una pérdida segura, que sucederá si deja el dinero quieto o invertido en activos “seguros”. 
#41

¿Qué son los valores cíclicos?

 
Pues bien, tienen una característica muy pronunciada que consiste en que se comportan mejor que el resto en los escenarios alcistas o de expansión económica. Mientras que lo hacen mucho peor en periodos recesivos o bajistas. Como consecuencia de esta particularidad son muy proclives para tenerlos en cartera antes de que se conforme el primero de los procesos.

Proceden de sectores tan diversos como las empresas industriales, consumo, turismo o inmobiliarias. Su actuación al inicio de la pandemia de la COVID-19 fue la peor en todas las plazas nacionales y foráneas. En muy pocas semanas sus precios se depreciaron más del 30 %, cuando en los índices en los que cotizan se dejaban entre el 10 % y 20 %. Con una presión vendedora tan fuerte como la que propició una valoración claramente a la baja.


Mientras que este año, y tras la relajación en las medidas restrictivas contra el virus y la vacunación masiva en la población, se han puesto a la cabeza en las subidas en los mercados de renta variable. Con alzas superiores al 25 % en la mayoría de los casos de la bolsa española. En detrimento del Ibex que tan solo ha avanzado un 12 % en este periodo. Con valores anticíclicos como Endesa y Enagás que se han dejado unas décimas en la valoración de sus acciones. Es decir, para una inversión de 10.000 euros puede representar una diferencia de casi 3.000 con la elección entre unos u otros activos financieros.

Valores cíclicos: gran crecimiento en periodos expansivos

Una vez detectados estos valores tan estratégicos es el momento para analizar cómo se puede operar con ellos. Uno de los mejores sistemas de inversión se basa en hacer caso a las previsiones económicas que emiten los organismos económicos internacionales sobre la evolución de la economía. Cuando anuncian que se va a producir un escenario expansionista es la oportunidad de tomar posiciones. Debido a que son los que van a desarrollar un potencial de revalorización más alto. 

El último informe del Fondo Monetario Internacional (FMI) anticipa un crecimiento global para el año del 6 %. Más de medio punto sobre las previsiones realizadas a primeros de este ejercicio. Aunque por otra parte, advierte que su nivel se moderará en 2022 para quedar en el 4,4 %. Por lo general, esta clase de avisos que ofrecen a los inversores implican un incremento importante en su volumen de contratación. En este sentido, y ante la posibilidad de que finalice la recesión por la pandemia del coronavirus, algunos valores cíclicos han incrementado su valor por encima del 35 % durante el primer cuatrimestre. Como en el caso de ArcelorMittal, Acerinox, Atresmedia, IAG o Meliá.

Por el contrario, cuando los barómetros económicos advierten de un decrecimiento en la economía internacional hay que salir rápidamente. Ante el riesgo de que se pueda perder la mitad o incluso algo más del capital invertido. Es decir, requieren de una salida en las posiciones de forma muy urgente antes de que sea demasiado tarde. Además, estas acciones no son muy adecuadas para incluirlas en carteras de inversión a medio y largo plazo debido a que muestran una cotización muy errática a través de los años. Éste es uno de los motivos por los que son valorados como títulos agresivos frente a las opciones conservadoras o defensivas de las empresas cotizadas ajenas a los ciclos de la economía.   

Generan alta volatilidad 

La volatilidad se constituye en otro de los denominadores comunes de estos títulos. Con una diferencia muy importante en cada sesión bursátil entre sus precios máximos y mínimos. Esta divergencia puede llegar a niveles por encima del 5 % y que por tanto les hace muy proclives a los movimientos especulativos a muy corto plazo. De la misma manera que se caracterizan por pertenecer a empresas consolidadas en el sector empresarial y siempre muy ligadas a los ciclos económicos. Una de las señales que muestran cuando van a iniciar una tendencia alcista (o bajista) es el incremento repentino en su volumen de contratación. Doblándolo o incluso triplicándolo respecto a las sesiones precedentes y sin aparente motivo.

Mientras que por otra parte, es muy habitual que en los periodos previos a iniciar un rally alcista los grandes fondos tomen posiciones con gran contundencia. Este hecho puede ayudar a los inversores minoristas a replicar estos movimientos y puedan obtener un alto beneficio en sus operaciones en bolsa. En cualquiera de los casos, es un buen momento para que los usuarios formen una cartera de inversión equilibrada que incorpore a empresas de esta tipología. En detrimento de los sectores más defensivos como los representados por las utilities o farmacéuticas. Con el objetivo de batir el rendimiento de cada uno de los índices bursátiles.

Por otro lado, conviene destacar que existe una manera muy sencilla para abrir posiciones en los valores cíclicos. A través de los fondos de inversión cuyas carteras estén basadas en activos financieros de estas características. Si bien asumiendo que está tendencia acabará tarde o temprano y por tanto habrá que dirigirse a otros de perfil más defensivo. Porque la clave de éxito en las operaciones reside en algo tan sencillo como seguir con el rumbo de la economía y de los mercados de renta variable.  

Una nota curiosa de estos títulos es que a veces, en los ciclos económicos alcistas, son catalogados valores refugio. A donde se dirige el capital, tanto de los grandes como pequeños inversores. Tradicionalmente siempre se han comportado mejor en esta clase de escenarios. Más allá del rendimiento por dividendo que pudiesen ofrecer a los titulares de las acciones. Aunque en ninguno de los casos son los que mayor interés proporcionan, al moverse en una horquilla que va del 3 % al 5 % aproximadamente. 

#42

Re: Mejores artículos de inversión y bolsa: recomendaciones, análisis, opiniones...

 
El PIB de España crecerá un 5,5% este año y recuperará los niveles previos a la crisis a mediados de 2022, impulsado por la paulatina mejora del sector turístico y la llegada de los fondos europeos, según estimaciones de Banca March.

El director de Estrategia de Mercados de la entidad, Joan Bonet, ha explicado en un encuentro con los medios este martes que de la revisión del crecimiento por parte del INE no se debe hacer una lectura "trágica", sino que significa que el crecimiento se pospone unos meses.

No obstante, ha señalado que habrá una relajación en las tasas de crecimiento de las economías a nivel mundial, ya que las cifras registradas este año no son sostenibles.

Las economías crecerán un 4,6% en 2022 frente al 5,6% de este ejercicio debido a las tensiones en las cadenas de suministro y la ralentización de China.

Bonet ha destacado que los últimos meses han sido "espectaculares" en términos de vacunación, con un 45% de población a nivel mundial con una dosis. Asimismo, los países emergentes avanzan a tasas de 0,4% al día, una velocidad similar a la de los desarrollados en abril.

Los bancos centrales, por su parte, continuarán con una estrategia paulatina de retirada de estímulos: la Reserva Federal estadounidense (Fed) comenzará a partir de noviembre, en tanto que en Europa esta retirada será más gradual.

Banca March identifica dos riesgos para la economía mundial: China y la inflación. Sobre esta última, Bonet ha incidido en que si bien va a ser transitoria, eso no significa que vaya a ser breve. De momento, ya empieza a haber signos de atenuación, según el director de Estrategia de Mercados de la entidad, que espera que Estados Unidos acabe el año en niveles del 4,5% y que para junio baje al 2,2%.

Para Europa, la previsión es la vuelta a niveles del 2,8% a finales de año y a tasas por debajo del 2% para junio del año que viene. La peor fase se espera en invierno, por la subida de los precios de la energía, aunque los efectos acabarán desapareciendo.


CHINA Y EVERGRANDE

Banca March ha decidido vender la deuda soberana china denominada en renminbis tras su fuerte apreciación. Ante un posible giro más expansivo de las autoridades del país asiático, han decidido tomar beneficios.

En cuanto a Evergrande, Bonet ha señalado que la caída del gigante inmobiliario fue en parte "algo buscado por el Gobierno" con medidas destinadas a reducir el crecimiento del crédito. Esto podría tener un impacto en el sector inmobiliario chino, aunque considera que se trata de un riesgo "bastante contenido y manejable".

Además, ha hecho hincapié en que esta situación nada tiene que ver con la de Lehman Brothers: el bono de Evergrande se considera basura desde hace 10 años, mientras que el de la entidad estadounidense tenía una buena calificación hasta 24 horas antes de su caída.

"Esas comparaciones son muy peligrosas, generan mucho ruido y nos despistan del objetivo principal", ha destacado el director de Estrategia de Mercados de Banca March.


RENTA VARIABLE, EL MERCADO CON MAYOR ATRACTIVO

Bonet ha explicado que los inversores tienen un "cierto vértigo" después de las subidas que se han visto en Bolsa en los últimos meses, pero que la renta variable sigue siendo el mercado con mayor atractivo.

Los valores tecnológicos son una de las apuestas de la entidad, y dentro de estos, prefieren las empresas de mediana capitalización antes que los llamados FANG, donde hace tiempo que han reducido su exposición. También recomiendan sobreponderar salud, compañías con capacidad de fijar precios y sectores favorecidos por la transición ecológica.

Por otra parte, el escenario macroeconómico actual y la progresiva retirada de los estímulos harán que el entorno sea más volátil, con lo que recomiendan reducir el componente cíclico de las carteras y prepararse para unos tipos de interés más elevados. Ante esa perspectiva, Bonet ha destacado que los sectores financieros lo suelen hacer mejor. 

#43

Re: Mejores artículos de inversión y bolsa: recomendaciones, análisis, opiniones...

 
Cuando alguien cede su dinero a un gestor para que se lo administre, busca beneficios y no va a disculpar el no obtenerlos. Y va a criticar al que toma las decisiones salvo quizás en un caso, ya que no hay nada peor que tener pérdidas cuando la mayoría gana: que haya un crash global y todos pierdan, entonces puede que sea más comprensivo.

Y los profesionales lo saben muy bien, saben que los inversores –grandes y pequeños- tienen acceso a toda la información y en concreto en los fondos se vigilan los ranking de rentabilidad y deciden muchas veces por esos datos, y eso también supone un mayor o menor salario para el gestor.


Esto hace que los mercados tengan un comportamiento similar al de los rebaños, muy pocos se arriesgan a no hacer lo mismo que la mayoría y prefieren pertenecer a la manada que ser arrollados por ella; el riesgo de no estar, por ejemplo, invertido en bolsa en un año de subidas generalizadas puede arruinar el currículo de un gestor.

Quizás esto explique la aparente irracionalidad de muchos movimientos y más cuando desde hace años es la liquidez –en general fruto de las inyecciones de los bancos centrales y sus bajos tipos de interés que desincentivan el ahorro conservador- el principal motor de todo.


Hay quien sigue creyendo que son la economía y sus expectativas lo que más pesa pero una y otra vez los hechos contradicen esa impresión. No son los datos macro de cada país o los resultados empresariales, sino las políticas de los bancos centrales las que más influyen.

Y es que demasiados activos tienen comportamientos poco lógicos y eso es algo que pasa en todo el mundo pero si algún gestor apuesta a la contra de la dirección que toma toda esa liquidez que es la de la mayoría de inversores y le sale mal, se juega su puesto.

Y al final los mercados financieros, por mucho que avance la gestión automatizada generada por algoritmos, se componen de la suma de muchas voluntades humanas, y los factores personales de un gestor que sabe que tiene garantizado su trabajo y un buen salario si no se sale del camino general, pesan mucho.

La suerte es sólo un factor

El que inventó la metáfora de equiparar los mercados bursátiles con el casino creo estuvo desafortunado ya que pareció olvidar que en el casino -en la ruleta- se juega contra la banca y la suerte es lo principal pero en la bolsa se apuesta contra otros participantes y la suerte sólo es un factor más

Si hubiera que compararlo con un juego yo lo haría con el póker. Los otros puede que tengan más dinero, algunos incluso hasta pueden tener algunas cartas marcadas, pero es la estrategia y no la suerte lo que puede llevar al beneficio

Es por eso que año tras año los mejores jugadores de póker, los que llegan a las finales del campeonato del mundo, suelen ser los mismos. ¿Cómo podría ser así si sólo fuera la suerte? Lo mismo pasa con los mejores gestores de fondos, a lo largo de una década se ve quién es el mejor… y desde luego no hay racha de fortuna que dure 10 años.

Hasta Warren Buffet

El ejemplo más socorrido es el de Warren Buffet, que tiene su propia compañía cotizada desde la que gestiona todas sus inversiones: Berkshire Hathaway.

Es el octavo valor que más pondera en el mayor índice bursátil del mundo (el S&P500), por encima por ejemplo de JP Morgan. 

Nadie duda de su capacidad como inversor, y de su sabiduría para cambiar de opinión y ser flexible en sus criterios, algo que no es muy común entre aquellos que ya están en la cima.

La prueba de ello es que, tras renegar en varias ocasiones de ella, Buffet decidió en el primer trimestre de 2016 invertir en Apple, sumándose a la tendencia general por las tecnológicas, algo a lo que, en general, el inversor había dado la espalda durante su carrera. 

Hasta ese momento, y salvo una pequeña inversión en IBM, sus inversiones siempre se habían enfocado en la economía tradicional: desde el ferrocarril hasta las baterías de automóviles y teléfonos pasando por compañías de seguros, muebles para el hogar o ventas minoristas. 

Ahora la gran revalorización de Apple y su fe en ella, han llevado a que sólo esa compañía suponga el 45% del total de las inversiones de Berkshire Hathaway, algo que desafía totalmente el consejo más básico de todos que es el de la diversificación. 

Buffet, como se mano derecha Charles Munger, hace tiempo que advierten contra la sobrevaloración que existe en la renta variable pero, como se puede ver en su portfolio de inversiones, al final también se han sumado al efecto manada

El ejemplo de las criptomonedas 

¿Cuántos inversores  bancos de inversión las despreciaron durante años y cuántos han acabado incluyéndolas en sus decisiones de inversión? Son muchos, y puede que a alguno haya cambiado realmente de opinión, pero seguramente lo que les haya pasado a muchos es que saben que si los demás están en un producto, ellos también deben estar ahí

Y encuentras a gestores que justifican la compra de un valor concreto de bolsa basándose en parámetros técnicos como el ROE, el Ebitda, el PER, etc. que de repente asumen recomendar la compra de tokens virtuales sin que ninguno de los motivos que siempre ha utilizado para justificar sus decisiones, exista. 

Un ejemplo de cambio de opinión es la del legendario inversor G. Soros que en 2018 pronunció frases como esta: "decirle criptomoneda es un error y es una típica burbuja que siempre se basa en cierto malentendido" o 

"Una ‘moneda' que fluctúa 25% en un día no puede ser considerada una reserva de valor, no se puede pagar un salario a alguien con algo así". 

Sin embargo, en julio de este año entró en el negocio de las criptomonedas, de la mano de su empresa Soros Fund Management LLC. 

El peligro del “efecto manada”

Si los grandes hedge funds, las mayores fortunas y el sistema financiero en general compran con su dinero activos de renta fija y de renta variable y activos reales y virutales menospreciando los riesgos y los razonamientos más lógicos y prudentes, lo normal es que pase como con la burbuja inmobiliaria española, que todos se apunten al movimiento crean o no en él.

Aunque lleve muchos años subiendo la bolsa y bajando las rentabilidades de la deuda, lo cierto es que resulta contraproducente que se apueste a la vez por tipos bajos durante largo tiempo y subidas sin parar de las cotizaciones bursátiles. En el primer caso es un síntoma de bajo crecimiento y política expansiva de los bancos centrales para frenar la deflación, y en el segundo se descuentan mayores beneficios y por lo tanto consumo al alza que aumentará la inflación y frenará y revertirá las actuales políticas de los bancos centrales.

¿El mayor riesgo de todo esto? Que esa manada que hoy lo compra todo entrará conjuntamente en estampida cuando toque darse la vuelta y en su impulso arrase con todo y con todos, no sería la primera vez que pasa algo así. 

#44

Re: Mejores artículos de inversión y bolsa: recomendaciones, análisis, opiniones...

 
 
La estadística es clara: los dos meses que quedan del año suelen ser muy alcistas y, aunque por supuesto es posible que este año no se cumpla, las posibilidades de que se repita en 2021 son altas. 

Pero en un año tan positivo para la bolsa las valoraciones retraen en muchos casos las ganas de aumentar el riesgo. Los analistas de Schroders afirman con rotundidad:  “Si analizamos las valoraciones desde inicios de año podemos concluir una cosa: poco ha cambiado. Nada es barato. Los mercados que estaban más caros en enero siguen siendo los más caros y los que estaban relativamente baratos siguen siendo relativamente baratos.” 


Esto puede suponer que los modelos de valoración tradicionales estén fallando ya que si todo sigue igual 10 meses después es que realmente no estaba caro lo caro ni barato lo barato puesto que no han corregido. 

O simplemente, como se excusan en Schroders “es importante recordar que las valoraciones no sirven para predecir los movimientos a corto plazo de los mercados”. Eso no quita que a nadie nos guste comprar “caro”. 


Estados Unidos sigue siendo escandalosamente caro en comparación con la historia. Pero, con la excepción de los primeros meses de 2020, la realidad es que esta frase podría haberse escrito en prácticamente cualquier momento de los últimos años.” 

Efectivamente, la fortaleza de Wall Street es clara. Ni con el tapering ya anunciado, y que ha provocado una fuerte subida en la rentabilidad de sus bonos, se ha calmado el optimismo. 

Por eso es difícil verle más recorrido una vez se pase el efecto alcista de la temporada de presentación de resultados que, en cualquier caso, ha ido de más a menos. 

Algo parecido le ocurre al resto de bolsas de mercados desarrollados. En cuanto al Ibex, su problema es que necesita que suban a la vez bancos, eléctricas e Inditex o, más concretamente, Santander, Iberdrola e Inditex

Cómo se valora

Uno de los métodos de valoración tradicionales más usados en el pasado es el PER («price-to-earnings ratio») adelantado. Se divide el valor o el precio del mercado bursátil por el beneficio por acción agregado de todas las empresas para los doce meses siguientes. Un resultado bajo representa un valor más positivo.

Un claro inconveniente de este indicador es que se basa en previsiones y nadie sabe lo que las empresas ganarán en el futuro. Los analistas realizan estimaciones, aunque a menudo no resultan acertadas, al sobrestimar en exceso y hacer parecer las acciones más baratas de lo que en realidad son.

En realidad, el PER no está funcionando desde prácticamente el boom tecnológico ya que hay muchas buenas oportunidades de inversión en valores que durante años no tienen beneficios o que los tienen mínimos (Tesla es un buen ejemplo).

También hay quien usa el PER de los últimos 12 meses, resulta similar al PER adelantado, solo que tiene en cuenta los beneficios de los últimos doce meses. Contrariamente al PER adelantado, no implica realizar previsiones. Sin embargo, los últimos doce meses también podrían dar lugar a errores.

El CAPE (PER ajustado cíclicamente) es otro indicador clave que consultan los analistas de mercado y que ha crecido en popularidad a lo largo de los últimos años. Es habitual referirse a este indicador como CAPE —para abreviar— o PER de Shiller, en honor al académico que lo dio a conocer, el Nobel Robert Shiller.

Este indicador busca compensar la sensibilidad que presenta el PER de los últimos 12 meses a los beneficios en el mismo periodo; para ello, compara el precio con los beneficios medios de los últimos diez años ajustados a la inflación. Esto permite suavizar las fluctuaciones a corto plazo de los beneficios.

Si el PER de Shiller es elevado, las rentabilidades a largo plazo posteriores suelen ser escasas. Uno de los inconvenientes que presenta es su escasísima capacidad para predecir puntos de inflexión en los mercados. EEUU ha mostrado unas valoraciones caras sobre esta base durante muchos años, pero ello no ha sido impedimento para que estas sean cada vez más caras. 

La ratio precio/valor contable compara el precio con el valor contable o valor liquidativo neto del mercado de valores. Un nivel elevado implica que una empresa es cara en comparación con el valor de los activos reflejados en sus cuentas. Esto podría deberse a la previsión de un mayor crecimiento en el futuro.

Un nivel bajo sugiere que el mercado realiza una valoración ligeramente superior (o posiblemente incluso inferior, si la cifra es inferior a uno) que la de su valor contable. Este vínculo con el valor del activo subyacente del negocio es uno de los motivos por los que este enfoque ha sido bien acogido por los inversores más centrados en las valoraciones, conocidos como inversores centrados en el valor.

Sin embargo, este parámetro apenas reviste utilidad para las empresas del sector tecnológico o de servicios, ya que prácticamente no disponen de activos físicos. Además, las diferencias en las normas contables pueden conllevar variaciones significativas en todo el mundo. 

La rentabilidad por dividendo es otro factor muy discutible que tienen en cuenta las casas de valoración. Son los ingresos que perciben los inversores como porcentaje del precio, ha constituido una herramienta útil para predecir las rentabilidades futuras. Una rentabilidad por dividendo reducida se ha asociado a unas rentabilidades futuras escasas.

Sin embargo, si bien este parámetro se sigue usando, ha perdido su papel protagonista en las últimas décadas. Una de las razones es que las recompras de acciones se han convertido en un modo cada vez más popular entre las empresas para devolver efectivo a los accionistas, en lugar de distribuir dividendos (la recompra de acciones contribuye a impulsar el precio de la acción).

Esta tendencia se ha visto reflejada con mayor fuerza en EEUU, aunque también en otras regiones. Además, no tiene en cuenta el elevado número de empresas de alto crecimiento que no distribuyen dividendos o abonan un dividendo muy reducido, al preferir reinvertir el efectivo excedente en el negocio para financiar el crecimiento futuro.

Las diferencias en las normas contables y la idiosincrasia de los diferentes mercados bursátiles implican que algunos siempre cotizan con unas valoraciones más caras que otros.

Por ejemplo, los valores tecnológicos son más caros que algunos de otros sectores porque presentan unas perspectivas de crecimiento relativamente elevadas. Por tanto, un mercado con una exposición considerable al sector tecnológico, como el estadounidense, cotizará con unas valoraciones más caras que el de otras regiones, como Europa. 

Críticas

En 1856 el barco que llevaba desde la Metrópoli a la Guayana los sellos se retrasó y ello llevó a que en la colonia emitieran unos propios de color magenta y que, para evitar su falsificación, fueran firmados por los expendedores. Una auténtica rareza en el mundillo filatélico que los hizo únicos. Uno de esos minúsculos sellos de 1 centavo fue vendido en 2014 por 9,5 millones de dólares. Entre medias hubo varias ventas y varias compras, cada vez por más valor. 

Pues así de arbitrarias pueden parecer las valoraciones de la bolsa. No existe una valoración exacta de nada y tampoco de las empresas, algo vale lo que otro esté dispuesto a pagar por ello y muchas veces eso depende de circunstancias ajenas. 

Un ejemplo: el Corte Inglés no cotiza en bolsa y podemos asumir por sus beneficios y su patrimonio con un análisis fundamental detallado que su valor total es, por ejemplo, 10 pero si saliera a bolsa al mismo tiempo que Inditex amplía capital y en un mercado global a la baja, lo mismo sólo obtendría 8 y si por el contrario el mercado estuviera al alza e inundado de liquidez, lo mismo podría colocarlo a 12. 

Ninguna valoración es inmutable ya que depende de la oferta y la demanda. Es decir, nadie conoce el precio real de las acciones pues varía constantemente y no es controlado por la compañía sino por los vaivenes de los mercados. 

Ninguno de los parámetros citados sirve realmente para saber dónde debemos invertir de aquí a final de año, e incluso es dudoso que realmente funcionen a más largo plazo.

En resumen, lo barato es simplemente lo que podemos vender más caro en un futuro, y lo caro lo que mañana esté más barato. Y dado que nadie conoce el futuro, es muy relativo todo intento de valoración, por más que se empeñen los analistas.

El ejemplo de la bolsa china es claro: lleva infravalorada meses pero todo aquel que ha invertido allí lleva este tiempo perdiendo dinero mientras que Wall Street está cara según todos los parámetros pero sigue dando alegrías a quien compra cada vez que corrige (el famoso “buy the dip”).

Equivocados o no, un año más los inversores se han decantado por el “caro” Wall Street, y por valores como Tesla que no reparten dividendos, de elevadísimos PER y con unas valoraciones, según los métodos clásicos,  estratosféricas.

Por ejemplo, siguiendo con el ejemplo de Tesla, que cotiza por encima de 1.200 dólares, según los analistas de JP Morgan (y es una actualización reciente, de hace dos semanas), su precio objetivo es de 250 dólares (en enero era de 90).

Parece que lo más sencillo, y a la vez lo más rentable, es simplemente seguir la tendencia e invertir en los valores/índices que tengan más entradas de dinero. Al menos en el corto y medio plazo es la opción que mejores resultados está ofreciendo desde hace años: follow the money
#45

Re: Mejores artículos de inversión y bolsa: recomendaciones, análisis, opiniones...

 
Se aproxima el 2022 y las casas de inversión más importantes del mundo empiezan a ofrecer sus perspectivas y estrategias para el año que viene. Pero, más relevante aún que las opiniones individuales, es la visión colectiva del mercado. Y eso es lo que ofrece la encuesta de gestores de Bank of America Global Research, de cuya última publicación se desprende que los profesionales estiman mejores retornos para las acciones emergentes y el S&P 500 que para el bitcoin, criptodivisa a la que asignan un rango de cotización plano en los próximos meses.

Casi un 35% de los encuestados por BofA considera que las bolsas emergentes serán el mejor activo por rentabilidad en 2022, por un 30% que piensa lo mismo del principal selectivo bursátil norteamericano, el S&P 500.


Sin embargo, apenas un 11% de los gestores mundiales prevé que el bitcoin se alzará como el activo más rentable el próximo ejercicio, nivel muy similar al del petróleo y el oro, ambos con el 10% de respuestas.

Cuando se les pregunta más detalladamente por la criptomoneda reina, un 20% asume que su cotización se moverá entre los 50.000 y los 75.000 dólares por bitcoin, una banda en la que se instaló -con altibajos- el pasado febrero. En estos días, el bitcoin se mueve por encima de los 60.000 dólares, por lo que implicaría una cotización plana o lateral.


Incluso, hay un 19% que teme una corrección hasta el rango de entre los 25.000 y los 50.000 dólares. En el extremo opuesto, solo un 17,5% tiene la confianza de que el bitcoin se dispare al rango de los 75.000-100.000 dólares en los próximos 12 meses.

'Boom' económico 

En líneas generales, las conclusiones que se extraen de la última encuesta de gestores de BofA en cuanto a su visión de la economía y los mercados es que el 65% de estos inversores espera un boom económico para el año siguiente y un 61% cree que la inflación es transitoria, por un 29% que habla de estanflación o, lo que es lo mismo, estancamiento de la economía e inflación al alza. Un aspecto destacado es que solo seis de cada 100 se inquietan por una recesión a 12 meses vista.

En lo que respecta a las futuras subidas de tipos por parte de la Fed, un 39% de los gestores calcula que habrá dos subidas en 2022 y un 37% opta por un único alza el año que viene, en torno al mes de octubre. De su lado, un 13% está convencido de que no habrá ninguna.

En este contexto, bancos como Lombard Odier ya han elaborado su decálogo de recomendaciones de inversión para 2022. Aunque este banco privado suizo se muestra algo más cauto que el consenso de los agentes.

Para Stéphane Monier, director de Inversiones de Lombard Odier Private Bank, “la recuperación aún es incompleta y el ritmo de expansión económica se ralentizará inevitablemente desde sus máximos excepcionales, aunque nuestras perspectivas de crecimiento mundial siguen siendo constructivas”.

Entre sus diez consejos, están reducir aún más la exposición a los bonos de alta calidad, seguir invirtiendo en renta variable dada la solidez de los beneficios, dentro de la bolsa mantener un sesgo hacia el value y los valores cíclicos, inclinar la sobreponderación en divisas duras emergentes hacia Asia, aprovechar las oportunidades para reducir la exposición al oro, favorecer la gestión táctica y activa sobre la pasiva o centrarse en la sostenibilidad como motor de la rentabilidad. 
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