Hoy traduzco y resumo algunas de las lecciones que dice haber aprendido a lo largo de sus estudios sobre psicología e inversión Morgan Housel, autor de “The Psychology of Money”:
-Aprendí que cambiar de opinión es una de las cosas más difíciles que podemos hacer
-Que las personas somos terribles para predecir nuestras propias emociones
-Que las finanzas son, en realidad, muy simples pero parecen complicadas para justificar tarifas y honorarios
-Que el interés propio es la fuerza más poderosa del mundo. Las personas en trabajos poco éticos harán acrobacias mentales para convencerse de que están haciendo lo correcto
-Que las cosas insostenibles pueden durar años, incluso décadas, más de lo que la gente piensa
-Que aquellos que piensan que "esta vez es diferente" son las 4 palabras más peligrosas están equivocados. Siempre es diferente ya que no hay 2 recesiones, recuperaciones o ciclos iguales. Lo peligroso es asumir que el futuro se parecerá perfectamente al pasado.
-Que la necesidad de escribir de los periodistas supera con creces la cantidad de cosas que deben escribirse
-Que a nadie le importa cuán precisos sean los pronósticos de los expertos. Aquellos que escuchan a los expertos están más interesados en que se confirmen sus propios puntos de vista.
-Que existe una fuerte correlación entre conocimiento y humildad
-Que lo que parece ser la mayor amenaza del mañana casi nunca lo es . La mayor parte de lo que preocupaba a la gente durante los últimos 5 años (inflación, aumento tasas, recesión de doble caída, mercados estancados, un incumplimiento del gobierno) nunca ocurrió
-Que los datos pueden hacer más daño que bien. Hay tantos datos disponibles en la actualidad que se puede probar de manera convincente casi cualquier cosa. Esto genera un sesgo de confirmación. Se comienza con una respuesta y encontramos datos para respaldarla
-Que las expectativas de las personas crecen más rápido que su riqueza
-Que no existe un mercado normal o una economía normal. Algunas personas se pasan la vida "esperando que las cosas vuelvan a la normalidad" sin darse cuenta de que las acciones y la economía siempre están en un estado de locura.