Los bajos sueldos y empobrecimiento, a mi parecer, provienen de la escasez de demanda, escasez que afecta a las producciones (mas pequeñas) y estas afectan a las rentabilidades, recuerda que durante años del ladrillo se llegaba a pagar sueldos muy por encima de lo fijado en convenios a causa de la necesidad de cubrir esa demanda, es decir que el desequilibrio oferta < demanda, da como consecuencia aumentos de sueldos y también aumentos de rentabilidad, aun aumentando el gasto por personal. Con el derrumbe del ladrillo se vuelve a los sueldos normales, y cuanto menor es la demanda, oferta > demanda, trae consigo la caída de sueldos y perdida de rentabilidad, aun disminuyendo el gasto por personal. Pienso, que a lo que asistimos es a un reajuste entre oferta y demanda, aunque los empresarios no quieren entrar en el juego, pues están pensando en mantener la rentabilidad, y esto esta ocasionando una mayor carga en el trabajador en favor del empresario, carga que provoca inestabilidad social.
Los empresarios no invierten en innovación, ni en nada, por no percibir necesidades en la población que cubrir bajo una rentabilidad adecuada. Los bajos sueldos pueden animar en algo, pero al margen de los gastos de personal, una empresa tiene en cuenta otros gastos e indicios: Coste energético, presión fiscal, estabilidad social, previsión de inflación, previsión de crecimiento, etc. En definitiva, elementos que pueden llegar a ser inestables y no controlables, por el empresario, que afectan directamente a la rentabilidad. Estos elementos, estimulan o desincentivan la inversión, así pues en un país con estabilidad, será más atractivo para el inversor que un país inestable,
Un país con baja presión fiscal será más atractivo que uno con alta fiscalidad.