Pero convendrás que poner un precio simbólico a las consultas y urgencias supone de hecho bajar el gasto sanitario, no por el pago, sino por el efecto de los “no enfermos” o de la “no urgencias” …. Mira el día del partido de España, según un medico con el que tomé café al día siguiente, … oye que tal urgencias ayer a la hora del partido. Su respuesta: una persona victima de accidente, nadie, absolutamente nadie más …. Ya sé que no significa nada en términos estadísticos, pero nos da una ligera idea de que no siempre vamos al médico cuando es preciso, y vamos a urgencias cuando realmente es urgente.
Y para que esto tenga cierta justicia, habría que organizar “no copagos” del tipo enfermos crónicos, víctimas de accidentes (y ya sé que buena parte de estos los pagan las compañías de seguros, pero no es el caso en algún tipo de enfermedades laborales o accidentes laborales), y otras consideraciones del estilo.
Algunos no vamos al médico a no ser que “estemos reventando” lo cual tampoco es bueno ni recomendable, pero haz la prueba, vete un día a urgencias y observa cuantos son realmente urgentes …. Y cuantos podrían ser perfectamente atendidos en su cabecera o pidiendo hora al especialista de turno.
Con esto de entrada al de bajar las listas de espera se conseguiría, y horas, extras, pluses de nocturnidad, etc., también.
Y ahora supongo que algún rankiano (con razón o no) me pondrá de vuelta y media.