Amigo Kretan, depende el valor que le demos a la palabra nacionalismo, hablemos del nacionalismo catalán, si su valor es:
Anti español, y aquí un inciso, se puede perfectamente incluso secesionista, opción totalmente demócrata, y para ello no es necesario para nada ser anti español o anti cualquier otra procedencia.
Excluyente para cualquiera que no convenga con el nacionalismo algo radical.
Intolerante con todo lo que venga de la centralidad de Madrid, por el mero hecho de que venga de allí.
No acatar las decisiones judiciales cuando no le gustan a uno, y hacer bandera cuando si le interesan. Por cierto acatar no necesariamente significa compartir, pero las reglas de juego son las que son.
Chuminadas diversas del tipo traductores para una delegación centroamericana, o abrir pseudo embajadas en una de las cuales se da el puesto al un familiar del político de turno, etc. etc.
En fin ….. sabéis por donde voy …..
Por el contrario si su valor es:
Tolerancia
Respeto a otras opiniones
Ser beligerante con la cultura, y proponer incluso actuaciones para su difusión
Ser beligerante con la lengua de uno, y promover actuaciones para su difusión y mayor conocimiento de la misma dentro la delimitación donde ésta le es propia
Entender que no nodo el mundo piensa como uno, pero al mismo tiempo procurar que se entienda la posición de este uno.
No ser excluyente con personas venidas a la tierra de uno, y entender que también son miembros de pleno derecho de dicha comunidad.
Defender y promover actuaciones en defensa del territorio y de su ciudadanía, con dureza de planteamientos, dentro del juego democrático .
Defender actuaciones en inversiones estatales en suelo catalán al considerar que son deficitarias, y entender a la vez que no siempre responden a que “los de Madrid nos quieren joder” y comprender que nuestra especial geografía hacen que los costes de las mismas sean mayores que otras comunidades menos montañosas. Pero no por ello dejar de ser "insistente" en su mejora.
Promover democráticamente cambios en las reglas del juego si es preciso, y mientras tanto acatar (que repito, no equivale a compartir) las decisiones judiciales. Y utilizar si caben, los derechos de recurso que existen, y de manera beligerante.
Utilizar la fuerza de nuestra ciudadanía en las cortes generales, para mejorar nuestras posiciones, tal como es la obligación de cualquier otra comunidad autónoma, en defensa de mejores intereses para sus residentes.
Conseguir mayores cuotas de autogobierno, si este es el deseo mayoritario de su ciudadanía, según los resultados electorales.
Hacer que se considere normal cualquier consulta a la ciudadanía, considerando esto como un ejercicio democrático, no una forma de tocar los cojones a los demás.
Respetar las opiniones distintas y debatirlas con argumentos.
En fin podría seguir………
En definitiva amigo Kretan, apuesto que convienes conmigo que el nacionalismo desde esta segunda óptica, ya no se corresponde con lo que pretendes decir con antinacionalista.
Ah... Ah ..... peeeero ¿donde está la pega?, pues que para ello se precisan políticos de mucho mas calado de los que tenemos, ya que muchos o una buena parte, abogan por un populismo y unas formas que tienen poca relación con los sentimientos de forma de vida de la mayoría de nosotros.
Saludos.-