Insisto: ¿tú crees que es la mayoría la que se equivoca, y que solo eres tú quien tienes razón?
Mi postura no es solo mía, sino que la comparte la legión que compra en IKEA. ¿No seremos nosotros, los mayoritarios, los que tenemos razón?
Es cierto que la publicidad influye muchísimo, y que estamos dominados por los medios de comunicación, pero cuando existe una preferencia tan masiva como la de los clientes de IKEA o Mercadona, se debe sobre todo a que perciben una mejor relación calidad/precio, y obran en consecuencia.
Las prohibiciones no son -para mi gusto- aceptables, salvo cuando realmente se trate de preservar el bien público. Pero si se trata de preservar los intereses económicos de unos negocios de baja productividad, que han abusado y abusan del cliente, prohibir a la gente que se beneficie de una opción mucho mejor -como es IKEA, en el tema que nos ocupa- me parece rechazable. Y seguro que los numerosísimos clientes de IKEA piensan lo mismo.
No me dan comisión, no... :-))