Le recuerdo que la ideología de izquierdas no tienen nada que ver con el anti-americanismo, ni el anti-imperialismo, al igual que un ateo no se le asocia a un anti-religioso.
Aznar dejó las arcas públicas llenas, pero las arcas privadas las dejó llenas de SOBRE-ENDEUDAMIENTO, los ciudadanos, los empresarios, los ayuntamientos firmaban hipotecas vitalicias, la táctica es sencilla: "Endéudate hasta las trancas y serás buen chico de por vida".
El Aznarismo (y los 4 primeros años de Zapaterismo) se crearon 2,6 millones de puestos de trabajo FICTICIOS, virtuales, relacionados todos ellos con San Ladrillo que es el Patrón nazional (con "zeta").
Es ahora cuando la deuda privada se ha convertido en deuda pública (soberana) gracias al birlibirloque de la economía neoliberal. La inyección de liquidez a la banca repercute en las arcas públicas, y por consiguiente se traduce en recortes de derechos sociales.
De tal forma que Cáritas que también está subvencionada por el Estado, ha sido llenada de ciudadanos víctimas de 16 años de AznarZapaterismo y su máquina de producir ladrillos.
Le recuerdo que el neoliberalismo norteamericano defendido por los republicanos no es una leyenda urbana, es una realidad que impera en USA, y cuyos resultados aroojan 50 millones de norteamericanos sin sanidad y casi 20 millones de niños sin escuela, en un País en el que todo el mundo sueña con ser abogado, médico o jugador estrella, y el lobby lo regentan las grandes aseguradoras.
Todo eso ocurre en un País que habita en el techo del Mundo, en democracia, en tecnología y supuestamente en economía.
Me parece muy bien que con nostalgia nos recuerde a Marx, pero le recuerdo que su teoría junto a la de Darwin y Freud quedan muy bien en la biblioteca de los mitos.
Menos demagogia y antes de tildar a alguien de marxista reflexione, no olvide que las ideologías habitan en el campo de las emociones, es decir, en el intestino.