Dejar de lado los muchos problemas económico-sociales estadounidenses es mucho dejar de lado.
Tras la caída de Lehman Brothers el mundo se fue por el mismo desagüe. Los mismos que animaban a apostar por Lehman Brothers, son los mismos que se dedican a "calificar" deudas soberanas.
Y los economistas super-científicos no dicen nada al respecto. Menudos analistas, al parecer tales economistas ¿también se encuentran en el ajo?
La libertad colectiva no debe coaccionar la libertad individual, y viceversa. El liberalismo parte de la farsa que la libertad existe, díganos en qué parte del cuerpo humano se encuentra tal libertad. ¿Una gaviota es más libre que un preso? ¿De cuántas toneladas de libertad disfruta usted o yo más que un preso?
Habría que sopesar de cuánta libertad dispone un coreano o iraní con respecto a un ciudadano neoliberal sobre-endeudado hasta las cejas.
Quiere decirse que se cumple la vieja teoría de que los extremos se unen, y sospechamos que Mozart o Aristoteles tenían razón cuando decían: "Justo en medio de los extremos habita el genio".
Una cosa es criticar la utopía comunista, otra cosa es padecer comunistofobia y soñar todas las noches con el Diablo Rojo con Cuernos y Rabo.
La Sociedad debería ir madurando en todos esos viejos prejuicios, y también curarse de las utopías-salvalo-todo.
Todas las utopías ideológicas o religiosas son fábricas de monstruos, y sus respectivas monstruosidades.
Dios es una Utopía, el Libre-Mercado también, y por descontado el comunismo lo es de igual modo.
El problema no es que los Estados "intervengan" en los Mercados, el problema es que los Estados son INSTRUMENTOS de una doctrina llama "libre-Mercado". Actualmente gracias al neoliberalismo los Estados son meros instrumentos utilizados para el proceso lento pero seguro de la operación PRIVATIZACIÓN.
Ahora me dirá que soy lenninista por el hecho de no creer en la libertad, y también dirá que Berlusconi es rojo bolchevique judeomasónico digno de ser perseguido por el mismísimo Franco, por eso ha sido expulsado de su sillón presidencial junto con los "sovietizados" Sócrates, Zp y Papandreu.
¿No es así?
He leído a Smith, y al igual que otros filósofos de la economía los reservo en el apartado de mitos, junto a Marx, a Darwin, Nieztsche y Freud.
La economía no es una ciencia, es una disciplina asociada a la artesanía. Toda ciencia y toda teoría de categoría científica debe ser refutable, falsable y tener capacidad predictiva.
La economía no dispone de esas cualidades y además es una disciplina pseudo-científica muy contaminada de ideología.