Tu dile a la compañera del cole que sí, que sí. Por supuesto, si si si. Los números...nada, formalismos, les obligan a rellenar unas tablas de números por eso de ser compañías públicas, menudo rollo, como leer los ingredientes de los botes de champú.
Lo que sí sería una lástima, y además una vez que has intimado con ella a nivel financiero es como apaguen el tocadiscos y se quede sin silla. Y en este baile lo más increíble de todo es que no hay una silla menos que personas, es que apenas hay sillas, y casi todas tienen nombre.
Siempre la mente acepta con alegría la mejora, yo diría que sobre todo la expectativa de mejora. Tu miras la boleta y si hoy ves 5, mañana, 20, al día siguiente 75...120...200...pues te sienta como Dios. El instinto de supervivencia y la competición nos hace valorar muy bien estos improves.
Lo que no llevamos nada bien es el camino contrario.
Ella me imagino que este mes ha vivido igual la primera semana que la última. Esa ganancia potencial no ha aterrizado en su vida física, como una gran parte de las emisiones de la FED, pero está ya acomodada en su mente.
Imagínese que el lunes salen los amos del cotarro, la SEC y en general, la caballería (como Luis Aragonés en el anuncio: ala! iros a tomar por culo que vamos a jugar al fútbol), y ponen la cotización en -85%, y no puedes entrar a cerrar por el volumen y el colapso y vendes con un -93%.
Dios no lo quiera, sería una derrota de difícil encaje en su mente. Y usted vamos, llegado el caso absténgase de ningún tipo de comentario pues desde hoy que comentó la posibilidad de atender a los números de las compañías cotizadas ya es uno de los culpables que habrá de buscar y encontrar para dar sentido a este puto drama bursátil.
Ojalá no pase y disfrute pensando que como lleva algo fresco, innovador, es normal ganar cada mes 4 o 5 veces su sueldo anual. Ójala le aparezca una oportunidad inmobiliaria, una necesidad o lo que sea y saque la cabeza de la guillotina antes de que suelten la cuerda.