Pertenezco al grupo de inversores con la siguiente barrera psicológica: somos incapaces de vender con pérdidas, salvo si son pequeñas.
Por ello, tengo parte de los cuartos en Fondos de Inversión y pago sus comisiones (en este caso, Fondos Cobas).
Pues bien y en mi caso, esa barrera en Cobas acaba de desaparecer; ante lo que tengo dos opciones.
OPCIÓN 1: Reembolsar todo o casi todo y ponerlo en liquidez y/o invertir en esas cosas (que conocemos todos) que producen ganancias mastodónticas, elefantiásicas e intergalácticas.
OPCIÓN 2: Seguir en Cobas y hacerme responsable de los posibles malos (de los buenos seguro que me hago) resultados futuros.