Uranio y grafito como ideas de inversión son muy diferentes.
A mi modo de ver el uranio era y es una cuestión de oferta, mientras que en el grafito necesitamos que las ventas de VE vayan a más año tras año y si entramos en una estanflación prolongada no está nada claro que vaya a suceder. Mayores tipos de interés dificultan la compra de vehículos y la falta de crecimiento también complica que los estados sigan subsidiándolos; y a esto hay que añadir que los precios de los metales disparados imposibilitan que las baterías sigan bajando de precio al menos a corto plazo. En ese sentido es más arriesgado el grafito.
En cuanto a la potencial rentabilidad, de aquí en adelante sí me parece más atractivo el grafito salvo que en el uranio se repita la locura de hace 15 años. Por otro lado, si el precio del grafito imita a lo que está pasando con el litio (y no lo descarto aunque no cuento con ello), entonces el cielo es el límite.