Ya tenemos nueva carta semestral de Azvalor. Para los fans del value más contracorriente, es casi un género literario propio. Para los demás, puede sonar a déjà vu. Pero ojo, que como siempre, su lectura deja ideas jugosas para quien sepa leer entre líneas.
Cuentan que han cerrado el primer semestre con casi 2.900 millones bajo gestión, 22 millones de entradas netas y más de 1.100 nuevos copartícipes. No es poca cosa en un mercado donde Nasdaq, criptos y todo lo que huela a IA se está llevando las inversiones. Mientras tanto, ellos siguen recogiendo migas de carbón, petróleo y small caps británicas.
La narrativa es la de siempre: el mercado está eufórico, las valoraciones tech son ridículas (según ellos, las 7 grandes valen más que China, UK y Brasil juntas), los inversores están embobados con las criptomonedas meme, y el índice americano cotiza al 210% del PIB. Frente a eso, ellos siguen comprando lo que nadie quiere ver ni en pintura: carbón, petróleo, emergentes y compañías pequeñas. Eso sí, dicen que con bisturí: solo empresas con activos diferenciales y directivos alineados. Lo de siempre.
Volvemos a oír hablar de la analogía de las cigarras y las hormigas. En 2022, mientras el SP500 se desplomaba un 20%, ellos ganaron un 45%. ¿Repetirá la jugada? Su carta insinúa que estamos en un momento similar. Las cigarras cantan, pero ellos ya están preparando la despensa. El invierno (aka la corrección del mercado) está al caer. O eso creen. O eso quieren creer. Porque, si no viene el invierno, lo de ser hormiga empieza a cansar.
También mencionan que el petróleo no está muerto (spoiler: no lo está), que el carbón aún representa un 30% de la energía primaria mundial, y que las inversiones en energía fósil están en mínimos, lo cual para ellos es una oportunidad de libro. Nos recuerdan que el consumo de petróleo sigue creciendo más que el de renovables, y que en países como India o China aún queda mucho margen para aumentar consumo per cápita. Su tesis es clara: el mundo aún vive del petróleo, y mientras eso no cambie, ellos estarán ahí.
Sobre las carteras, Iberia sube más de un 24% y sigue muy concentrada en sus clásicas de siempre. Internacional baja ligeramente. Blue Chips cae un 5%. Managers, plano. Pensiones, en rojo, pero con potencial “a largo plazo”, cómo no. Todos los fondos tienen ese aire de "ya verás tú dentro de 5 años", que tanto gusta en la venta del value.
¿Lo mejor de la carta? Que siguen fieles a su estilo. ¿Lo peor? Que ese estilo funciona muy bien en determinados ciclos, pero puede resultar desesperante en otros. Como ellos mismos citan de Howard Marks: “Cuando llegue el momento de comprar, no querrás hacerlo”. Claro, lo difícil es saber si ese momento ha llegado... o si te estás comiendo una trampa de valor de campeonato.
Azvalor sigue en sus trece. Si el ciclo gira, volverán a brillar. Si no, seguirán mirando con desdén cómo los demás cantan y bailan. La gran pregunta es la de siempre: ¿tenemos paciencia (y estómago) para esperar a que llegue su invierno?