En casi todas las facetas de la vida existen conflictos de intereses (sean éstos más o menos obvios y más o menos graves) y los conflictos de intereses es fácil que deriven en mentiras más o menos gordas que, eso sí, los ejecutores tratan de disimular en la medida de lo posible.
Las víctimas, por el contrario, si el asunto tiene unos costes limitados, en su mayoría suelen preferir contemporizar y OLVIDAR el engaño minimizando la importancia del asunto (se disuelve de ese modo el malestar -la disonancia cognitiva- que surgió al comprobar que le han engañado aquellos en los que había depositado su confianza).
Veamos un ejemplo por si de ese modo se entiende algo.
¿Os acordáis de cuando Azvalor repetía, día sí y día también, lo importante que era cerrar los fondos antes de que fueran muy grandes por el bien de los partícipes -algo que, por lo demás, es cierto que es bueno para los partícipes-? ¿Cuántas veces prometieron con cara adusta que cerrarían cuando alcanzaran los 2.000/2.500 millones entre todos sus vehículos de inversión...?
Pues bien, si no me equivoco esa frontera se ha traspasado hace mucho tiempo y, sin embargo,… lo único que ha llegado tras la promesa ha sido el SILENCIO… ¿de los corderos?…
Y es que, claro, los intereses de unos (los gestores y socios de Azvalor) NO coinciden con los de los clientes… Todo muy simple y muy básico.....
En cualquier caso, ¿Habrá cierre en algún momento? Yo predigo que SÍ… pero será tarde, mal y nunca.
Cotilleo: ya no hay conferencia anual pero, por lo que me llega de oídas, se dedican a convocar a los “COIN-versores” en pequeños grupetos, bien en vivo u online, para realizar el mismo trabajo de seducción comercial habitual pero fuera de la inoportuna mirada crítica que podemos aportar algunos observadores incómodos en redes sociales.
¿Todo esto se hace sólo y exclusivamente por el bien del “COIN-versor”?
Que cada uno se dé la respuesta que le parezca más oportuna...
Conste que el problema de los conflictos de intereses es algo muy generalizado y no es, en absoluto, algo exclusivo de fondos activos de inversión. En el caso de las redes sociales (Rankia lo es) también existen conflictos de intereses. A la empresa le interesa facturar y nosotros (nuestra atención rentabilizada a través de la publicidad) somos el producto.
Simultáneamente, también somos los “curritos” que aportamos contenido trabajando gratuitamente (aunque unos mucho más que otros… y algunos nada: hacen bien, por cierto, porque no es precisamente muy inteligente trabajar gratis 🤪). Obviamente, el que produce más contenidos es más valioso para la empresa aunque ese contenido sea mayoritariamente porquería repetitiva (mientras genere tráfico rentabilizable a través de la publicidad).
Y claro, como NO se le paga su desmedido esfuerzo, lo mínimo que puede hacer la empresa es, al menos, mimarlo desde Moderación. Ahora bien, lo curioso es descubrir que esta realidad termina aflorando explícitamente entre bromas y es, por tanto, pública. Leed:
Me pregunto: ¿Hasta qué punto yo también soy cómplice de toda la porquería que se vierte a mi alrededor en la propia red social en la que escribo en la medida en que ayudo a sostenerla con aportaciones (literarias) ocasionales?
Saludos
Posdata: la idea de este post nace tras leer el último escrito de
@aldo06 que, por cierto, destila mucha clase. Esperemos que el ciego impulso de la guadaña no vuelva a acabar con él.