#17041
Re: Carteras de fondos de inversión Rankianos para el 2023: análisis, opiniones y consultas
Las diferencias son muchas y notorias.
La primera y más evidente, el fondo que indicas es un fondo de RF indexado, con una cartera de bonos de unas 1.500 posiciones.
El fondo de Schroders practica una gestión muy activa, con una estrategia basada en temáticas de crédito (mirando en prospectiva, como la demografía, la tecnología 5G o la brecha social). En los últimos 10 años -desde el aterrizaje del equipo actual- ha batido a su benchmark (BofA Merril Lynch Euro Corporate Index) en casi un 1% después de comisiones, superándolo en 9 de 10 ocasiones.
En el fondo de Vanguard predomina la deuda gubernamental, con un enfoque global (no busca emisiones en euros sino que lo que hace es cubrir el riesgo cambiario), la duración se aproxima a los 7 años pagando un menor cupón.
Si sólo atendiésemos a costes, naturalmente un producto indexado debe ser más económico, máxime cuando el de gestión activa destina recursos al empleo de contratos derivados de forma habitual en su estrategia.
Pero respondiendo a tu pregunta, no es mejor uno u otro. Simplemente son productos diferentes, apropiados para estrategias y/o momentos diferentes.
Para el momento en el que nos encontramos soy más partidario de gestión activa, más si cabe en RF.
La TIR del Vanguard en términos relativos con respecto a deuda de emisores en euros es baja; piensa en la rentabilidad del treasury americano y mira la curva. A dos años el bono está en el 4,06%. Este fondo está posicionado en tramos más largos, con baja presencia en crédito corporativo IG, y nulo high yield.
En mi opinión, está más indicado para esas carteras indexadas donde llevar a cabo una estrategia de rebalanceos, ya que la deuda pública puede dar un plus de descorrelación, eliminando cualquier atisbo de riesgo gestor. Puedes aprender más acerca de esto en el blog de @Gaspar o en comentarios de @Pedro_Becerro sobre gestión indexada.
Como añadido, en 2022 hemos asistido a la explosión de la burbuja de RF que se había creado en los últimos años, con tipos anómalos que implicaban tener que pagar por prestar, en algunos casos, que han desembocado en caídas históricas. La situación está tendiendo a cierta normalización, pero se ha de advertir que el problema de endeudamiento de los distintos estados está lejos de estar resuelto. Ante la restricción monetaria, los países incrementan gasto público con emisiones de deuda, que se está haciendo una enorme bola de nieve en gran parte de las economías desarrolladas, y que es poco menos que una patata caliente que va de mano a mano, de gobierno a gobierno. Este sistema parece robusto, pero quizás ofrezca una fragilidad que haga que se rompa en cualquier momento. En esa situación, en caso de tener posiciones de deuda, yo, muy personalmente, preferiría tener más deuda corporativa que gubernamental.
La primera y más evidente, el fondo que indicas es un fondo de RF indexado, con una cartera de bonos de unas 1.500 posiciones.
El fondo de Schroders practica una gestión muy activa, con una estrategia basada en temáticas de crédito (mirando en prospectiva, como la demografía, la tecnología 5G o la brecha social). En los últimos 10 años -desde el aterrizaje del equipo actual- ha batido a su benchmark (BofA Merril Lynch Euro Corporate Index) en casi un 1% después de comisiones, superándolo en 9 de 10 ocasiones.
En el fondo de Vanguard predomina la deuda gubernamental, con un enfoque global (no busca emisiones en euros sino que lo que hace es cubrir el riesgo cambiario), la duración se aproxima a los 7 años pagando un menor cupón.
Si sólo atendiésemos a costes, naturalmente un producto indexado debe ser más económico, máxime cuando el de gestión activa destina recursos al empleo de contratos derivados de forma habitual en su estrategia.
Pero respondiendo a tu pregunta, no es mejor uno u otro. Simplemente son productos diferentes, apropiados para estrategias y/o momentos diferentes.
Para el momento en el que nos encontramos soy más partidario de gestión activa, más si cabe en RF.
La TIR del Vanguard en términos relativos con respecto a deuda de emisores en euros es baja; piensa en la rentabilidad del treasury americano y mira la curva. A dos años el bono está en el 4,06%. Este fondo está posicionado en tramos más largos, con baja presencia en crédito corporativo IG, y nulo high yield.
En mi opinión, está más indicado para esas carteras indexadas donde llevar a cabo una estrategia de rebalanceos, ya que la deuda pública puede dar un plus de descorrelación, eliminando cualquier atisbo de riesgo gestor. Puedes aprender más acerca de esto en el blog de @Gaspar o en comentarios de @Pedro_Becerro sobre gestión indexada.
Como añadido, en 2022 hemos asistido a la explosión de la burbuja de RF que se había creado en los últimos años, con tipos anómalos que implicaban tener que pagar por prestar, en algunos casos, que han desembocado en caídas históricas. La situación está tendiendo a cierta normalización, pero se ha de advertir que el problema de endeudamiento de los distintos estados está lejos de estar resuelto. Ante la restricción monetaria, los países incrementan gasto público con emisiones de deuda, que se está haciendo una enorme bola de nieve en gran parte de las economías desarrolladas, y que es poco menos que una patata caliente que va de mano a mano, de gobierno a gobierno. Este sistema parece robusto, pero quizás ofrezca una fragilidad que haga que se rompa en cualquier momento. En esa situación, en caso de tener posiciones de deuda, yo, muy personalmente, preferiría tener más deuda corporativa que gubernamental.