Hola Deperdidosalrío:
Tu post a Josmalobla me ha hecho pensar y aquí expongo los resultados.... Aunque son cuestiones básicas (soy un experto en obviedades...no doy para más 😜), quizás merece la pena subrayarlas de vez en cuando. En cualquier caso, no van dirigidas específicamente para ti.
Y es que creo que muchos, yo también hasta hace muy poco, tendemos a confundir las estrategias de inversión con los vehículos de inversión (pasivos vs activos). Están relacionados pero no es lo mismo.
Las estrategias, más que activas o pasivas, yo diría que pueden ser más o menos racionales y, en mi opinión, esa es una cuestión más importante y menos comentada que el hecho de utilizar vehículos indexados o activos para implementarlas.
¿QUÉ HACE QUE UNA ESTRATEGIA DE INVERSIÓN SEA RACIONAL?:
1) Lo primero y, más importante, que el inversor sea claramente consciente de ella, la haya reflexionado en profundidad y la siga con disciplina. Que no se parezca a lo que describo en mis “memorias”: un ejercicio poco consciente en el que uno va tomando decisiones de inversión dejándose arrastrar por sensaciones, intuiciones y comentarios de otros (aunque sean expertos) sin que sepa muy bien lo que hace del todo y sin un buen ajuste a las necesidades personales. Y es que, en un mercado alcista como el que disfrutamos desde hace más de una década, la cosa puede no tener graves consecuencias (ese ha sido, afortunadamente, mi caso) pero, si el mercado toma derroteros más abruptos es fácil perderse.
2) Que se adapte a los objetivos que uno pretende conseguir y, sobre todo, al riesgo que uno está dispuesto a asumir. Este punto es crucial.
3) Que, respetando los puntos anteriores, concrete que tipo de activos (asset allocation) va uno a incluir en su cartera y, sobre todo, en qué porcentajes:
- Renta variable.
- Renta fija
- Liquidez
- Oro
- Reits
- …….
*Además, muchos de esos activos requieren decidir, en su caso, entre sus diferentes variantes (p.e. la geografía, la duración y la calidad crediticia de la RF, si ese activo se usa...)
4) Que tenga en cuenta el ritmo con el que se van a ir comprando los activos (grado de diversificación temporal)
5) Que establezca cómo se van a realizar los rebalanceos entre estos activos, si procede
6) Y cuando uno tiene ya claro todos los puntos anteriores (que creo que son muy importantes y que requieren, muchos de ellos, un ajuste a las circunstancias personales de cada uno), viene el último paso que es elegir los vehículos de inversión para implementar la estrategia.
Aquí, en general, sí creo que es más racional elegir vehículos de inversión de bajo coste (ETFs y fondos indexados) por motivos obvios. Y es que el mercado ha demostrado consistentemente ser uno de los gestores más rentables y, encima, es barato. No obstante, si la estrategia implica algún sector que no está bien cubierto por vehículos indexados de bajo coste o si la estrategia supone invertir en un mercado pequeño y/o poco eficiente (p.e. bolsa española), entiendo que, entonces, sí cuadra incluir vehículos de gestión activa (aunque sin perder de vista nunca el coste).
Creo, en definitiva, que nos pasamos la vida dándole demasiadas vueltas al punto 6) (la polémica entre vehículos de inversión pasivos/activos) y pasamos de puntillas, sin embargo, sobre los otros muchos puntos importantes de cualquier estrategia (el primero, por cierto, hacer la propia estrategia consciente y explícita: lo ideal sería que fuera tan clara que uno la pudiera escribir en un papel).
En resumen: El uso o no de vehículos indexados para implementar una estrategia de inversión es una cuestión importante pero, desde luego, no es la única y, quizás, ni siquiera la más importante.
Saludos
Aunque no describes tu estrategia, sí mencionas que te han ido bien algunas tácticas (hasta donde entiendo lo que dices, diversificas temporalmente las entradas y rebalanceas entre activos con distinto desempeño). En mi opinión, la primera es una táctica conservadora recomendable. La segunda es más arriesgada pero también recomendable si respetas el punto 1) y el 2) que he descrito. De todas formas, cuidado con pensar que todas las crisis van a ser como las de los últimos 20 años (profundas pero con recuperaciones muy rápidas, como la de la Covid, o con recuperaciones relativamente rápidas como la de 2008 y, además, acompañadas de inflaciones bajas). Es bueno recordar que la historia de los mercados recoge también otro tipo de crisis como, por ejemplo, la de los años 70´. En ese caso la renta variable se pasó bastante más de una década sin recuperarse del todo en términos reales (es decir, descontando un largo periodo de elevada inflación).