No sé, no me parece que el teletrabajo vaya a solucionar el problema de la concentración de la población. Creo que la gente acude la las grandes ciudades en busca de mejores oportunidades profesionales para ellos y sus familias y, a pesar del teletrabajo, éstas surgen donde se concentran las empresas y la gente.
Sí creo que el teletrabajo permitirá flexibilizar la distancia al núcleo (no se necesitará estar a media-una hora como máximo si el desplazamiento no es diario) o a modificar la residencia una vez consolidada la posición en una empresa / profesión.
Pero, también el arraigo juega ahora a la contra. Antes, mucha gente pasaba su juventud en la periferia, lanzaba su profesión en la gran ciudad y podía, con los años, retornar a sus orígenes. Pero si cada vez son más los criados en los grandes núcleos, salir de allí les supondrá un desarraigo.
No sé, creo que el fenómeno no es sólo económico, sino también social. A pesar de que las ciudades de tamaño medio ofrecen una buena calidad de vida, la atracción de los grandes núcleos creo que es también social, vital... No sé, por hacer una paralelismo que no sé si compartís: hace años, los jóvenes nos movíamos fundamentalmente en nuestra zona, en ese espacio que conocíamos bien y que ofrecía suficientes oportunidades (alcohol y mujeres, como recordaba nuestro joven suizo), desplazándonos a otras zonas para romper la monotonía, perseguir ilusiones o acudir a algunos eventos. Así, la población nocturna estaba repartida entre mucho núcleos festivos de tamaño medio aquí o allá.
Ahora, me parece observar desde muy lejos, que - bien sea por la facilidad de desplazamiento o de transmisión de la información - la gente tiende a concentrarse en zonas mayores, más pobladas, que la gente va donde hay más gente, donde está de moda, a pesar de que tanta gente no aporte muchas más oportunidades y sí muchas más incomodidades. Y lo mismo pasa con los eventos, que con los locales de moda, con las zonas o con los destinos vacacionales.
Es decir, que el vector profesional no lo explica todo, creo. Hay algo menos racional, me parece, en la resultante.