Mire, Fernando, ni se engañe ni finja asombro, a ustedes les sucede lo mismo aquí que allí, en este hilo que en el otro. Si los demás no les doramos la píldora, no les damos la razón o no nos fingimos epatados por lo inédito de sus tesis, el rigor de sus análisis y la finura de sus predicciones, ustedes se enfadan, se hacen las victimas de una recurrente conspiración y, si se tercia, desaparecen del hilo, anhelando que se les implore su vuelta.
Por mí, hagan ustedes lo que les dé la gana, faltaría más, pero ya somos mayorcitos para pretender que los demás se postren de hinojos ante nuestro aparentemente excelente y exclusivo manejo de la ciencia y la racionalidad.
Esto es un foro, no un blog, donde, no me cabe ninguna duda, epatar a los convencidos cautivos les resulta más sencillo que persuadir a los escépticos ausentes.
Un saludo.