Re: Catalunya-España 2015 (cosas que pasan)
Pues si, que viene, que viene el referéndum como antes venía el Papus, a llevarse a los niños malos. Con las chicas nadie se metía porque las buenas iban al cielo y las malas a todas partes. Así que nos amenazan con el referéndum como quien grita que viene el lobo, que viene el lobo. ¡Uf, qué miedo! Y aparece la señora Rovira con cara de ladrillo o el señor Junqueras tipo Obélix mamporrero de romanos. Cuando el vice catalán le da un beso a la vice española temo, en plena Operación Diálogo, que le arree un mordisco en los molletes. ¡Es un chico tan sensible!
“Este es un referéndum de quita y pon. Ahora la orquesta toca un vals y todos a bailar el vals; como toque una polca pues todos a bailarla. La cuestión es siempre bailar al son que tocan”
Este es un referéndum de quita y pon. Ahora la orquesta toca un vals y todos a bailar el vals; como toque una polca pues todos a bailarla. La cuestión es siempre bailar al son que tocan. Un referéndum que sirve para cualquier cosa, como el tres en uno o aquellas navajas suizas de mil usos, una tirita para las heridas o un profiláctico en plan póntelo pónselo que siempre te saca de un apuro. O para una movilización permanente que es como una verbena con farolillos bailando la conga en la plaza. Los referéndums hasta los ganaba Felipe González con el trabalenguas de la OTAN y los perdía Pinochet. A Franco le salían que ni bordados, y a Hitler le quedaban de rechupete.
Ha costado más que el parto de la burra que digan referéndum de autodeterminación tal que si fuéramos Timor Oriental y se dejen ya de usar esas mentirijillas del derecho a decidir, nuevo Estado de Europa o chorradas parecidas. Ahora ya vamos a pelo, mondo y lirondo. ¡Loado sea el señor! Este es el referéndum de Juan Palomo, yo me lo guiso y yo me lo como, o como las fiestas de cumpleaños del rey de la casa, que se juega a lo que él dice o no se juega. Así que la participación y todo lo demás lo decide la parte convocante a la parte convocada en la segunda parte de la misma convocatoria del 9-N. Por eso Artur Mas envió la pluma de la convocatoria al Museo de Historia ese mismo día por si llegaba tarde. A mí me gustan los referéndums como los niños, de lejos, como el referéndum de Hong Kong, por ejemplo. Dicen que los referéndums los carga el diablo; mentira podrida. Es muchísimo peor: los convocan los humanos. Créanme y hagan como yo. Cada mañana salgo ya autodeterminando de casa.