El rotativo “El Mundo” en el último párrafo de la noticia dice …. “Actualmente, Nueva Rumasa está compuesta por 117 compañías con una valoración patrimonial de 3.000 millones de euros, un conglomerado industrial en el que hay empresas de alimentación, hoteles, centros de producción agrícola e inmobiliarias”.
Esto yo no tengo por qué dudar que sea verdad, sin embargo la CNMV en uno de sus comunicados dice textualmente: 15 de octubre de 2009. Con motivo de la tercera emisión de pagarés de Nueva Rumasa, la CNMV recuerda, al igual que en anteriores comunicaciones (22 de mayo y 24 de septiembre), que aquella no está sujeta al control de la CNMV y queda al margen de las normas de conducta exigibles a los intermediarios financieros y de las facultades de supervisión de la prestación de servicios de inversión que la LMV atribuye a la CNMV.
Asimismo, la CNMV destaca que Nueva Rumasa no es la emisora de los pagarés, ni la cabecera de una empresa holding, por lo que los pagarés son emitidos por una empresa concreta y no existe posibilidad, en principio, de derivar responsabilidad sobre el patrimonio de otras compañías. Por otra parte, las emisiones de pagarés no han sido inscritas en el Registro Mercantil, ni existe por el momento garantía o prenda a favor de los suscriptores de los pagarés constituida en el Registro de Bienes Muebles sobre las existencias de licor a las que se refiere la publicidad. Como es habitual, se recomienda a los potenciales inversores que soliciten el asesoramiento de una entidad habilitada antes de tomar una decisión de inversión
Entonces la afirmación del rotativo de que “….Nueva Rumasa está compuesta por 117 compañías….” Es exactamente lo contrario de lo que indica la CNMV “que Nueva Rumasa no es la emisora de los pagarés, ni la cabecera de una empresa holding,”.
Si analizamos los balances de las emisoras (únicamente de las emisoras, sin considerar las garantes para el caso de la primera emisión o de la cuarta) podremos observar que incluir en sus balances 110 millones de deuda es cuanto menos una “pesada losa” a sus espaldas, a no ser que las inversiones a realizar con esta elevada cifra den sus frutos para ya mismo, de lo cual nadie nos informa, y además los balances que podemos obtener son en el mejor de los casos de 2008, y algunas sociedades si vamos a los “mercantiles” correspondientes solo tendremos posibilidad de ver los del 2007, con lo cual estamos ante una antigüedad de cuentas considerable que en todo caso pueden haber cambiado y mucho con la incorporación durante 2009 de los fondos captados con estas emisiones, y las inversiones realizadas con los mismos, también habría que considerar si estas inversiones las realiza la propia emisora de los pagares, o ésta “presta” dicha liquidez a una o unas terceras que son las que finalmente efectúan las inversiones, con lo cual en dicha hipótesis las emisoras de los pagarés percibirían unos intereses por sus préstamos que servirían para hacer frente al pago de los intereses de los pagarés, pero no quedaría claro como se devuelve el capital, por el contrario si son las directas inversoras precisarían de dividendos rápidos e importantes de las nuevas inversiones para hacer frente a ambos capítulos (capital + intereses), ya que no olvidemos que la primera emisión es un plazo de un año, la segunda entre 1 y cinco años, la tercera otra vez a un año, y la cuarta a 2 años.
Al final creo que muchas preguntas, de momento sin respuesta en todas estas captaciones de liquidez a través de emisiones al mercado.