Buenos días.
Este enlace de El Economista lo pasé hace días por este hilo y me gustaría destacar algunas frases.
A los bonos no se ha ido, creo que hay varios tipos de inversores en letras, y, supongo que muchos de esos inversores eran depositantes. Posiblemente algunos han vuelto a los depos.
Depósitos y cuentas corrientes en máximos históricos, la tasa de paro en niveles inimaginables hace unos años, la economía creciendo a un buen ritmo y unas perspectivas mejores que las de buena parte de Europa.
Como nos comenta
@tesauro, las mismas personas que aparcan el dinero en letras, depósitos o algún "producto garantizado", "conservador" de esos que te meten los bancos a presión consideran que el ladrillo es una inversión "segura". O consideraban, porque la inversión en vivienda en España ha cambiado mucho desde mis años mozos hasta el día de hoy.
Comprar, mantener, reparar, alquilar, reformar o vender una vivienda son procesos mucho más complejos que contratar un depo o suscribir letras, no obstante, me consta, por los comentarios de los rankianos o en la prensa, que algunas personas
- han solcitado información para vender sus letras antes de la amortización porque querían pagar una entrada para un piso,
- que otras han aparcado el dinero en letras a corto plazo mientras miraban otras inversiones posibles, ladrillo incluido,
- que algunos rankianos no sabían si cancelar la hipoteca o comprar letras, según postearon.
- En las colas del BdE (2023) algunas personas decían haber metido en letras el importe de un piso recién vendido, según la prensa.
Hay muchas formas de relación entre las letras del Tesoro y el ladrillo, pero yo carezco de información sobre cuántas personas han dejado de reinvertir las letras para comprar una segunda o tercera vivienda. No es imposible, pero después de la subida de los precios de la vivienda, con el intervencionismo compulsivo del Gobierno en el sector, el no resuelto problema del inquinokupismo y otras pesadillas ladrilleras, yo no sé hasta qué punto los de letras han abandonado al Tesoro para comprar una segunda o tercera vivienda. Me intriga. Las letras ofrecen un rendimiento muy modesto, pero la vivenda es una fuente interminable de problemas y uno de los blancos preferidos de la ametralladora fiscal. Yo dejé este asunto (el ladrillo) allá por los años 90, cuando modificaron la tributación de los rendimientos inmobiliarios obtenidos irregularmente en el tiempo. Vi la reforma de Rato, que acortó los plazos de exención de tributación de los incrementos patrimoniales a los .... ¿10 años? ... no sé, creo que sí. Vendí lo que tenía y ...... lo metí en bonos es espera de una estrategia mejor. Nunca más me volví a enladrillar.
Yendo al consumo medio por hogar, quitando así el factor que puede haber supuesto el aumento demográfico, estaríamos hablando de que el consumo está en negativo respecto a 2019, concretamente un 1,8%.
Inmigración aparte, el consumo patrio no despega. Parece que en Tailandia no se lo están gastando, creo ¿?
......las familias están con el freno de mano puesto pese a todo. El país ibérico está logrando crecer a ritmos agigantados (3,5%) gracias al turismo y el tirón de la inmigración, entre otros factores, pero el consumo sigue siendo una asignatura pendiente
BBVA dice que los tipos de los depósitos son tan buenos que la gente prefiere ahorrar que gastar. Lo único en lo que son generosos los bancos es en insultar a la inteligencia de sus clientes y en un cinismo ilimitado. Con una rentabilidad por debajo de la inflación es mejor invertir en conservas de atún o zapatos que en sus mezquinos depósitos.
"Los tipos de interés en los depósitos a plazo ha aumentado 300 puntos básicos. Desincentivando el consumo presente para mitrar al futuro".
Los inmigrantes consumen, sí, pero ...
.... podrían tener restringida su capacidad de gasto por la necesidad de enviar remesas o por la falta de redes familiares que les puedan apoyar en situaciones críticas
El problema es que quienes invierten en letras, no pocos de los que estamos aquí, no somos unos niños, podemos ahorrar más o menos o evitar gastarnos ahora el dinero de depos y letras, o de lo que sea. Más de un pensionista ha invertido en letras, y prejubilado.
El aumento de la renta ha sido desigual, favoreciendo a hogares que reciben transferencias del Gobierno y a aquellos que se han beneficiado del incremento de tipos de interés. Estos hogares son de mayor edad, con más renta, y con una propensión marginal a consumir menos"
En opinión de los economistas el que más tiene más ahorra. Es decir, si ya tienes 3 coches y 3 casas seguramente no tienes ganas de tener 4, lo cual ha afectado a los bienes de consumo duradero.
la propensión marginal a consumir es menor cuanto más elevada es la renta. Esto quiere decir que cuando una persona u hogar ya tiene cubiertas unas necesidades de forma holgada, de cada euro extra que ingresa, una mayor porción se dedica al ahorro y una menor al consumo
Aunque el gasto en servicios aumente, es incapaz de sustituir al consumo en bienes que se pueden acumular de forma casi infinita
Una parte del importe de las letras ha podido ser destinado a quitar deudas. El desapalancamiento ha aumentado entre las familias con capacidad de ahorro, como comenta el artículo. Si tenemos en cuenta que las letras a 6 meses, con alto rendimiento y muy demandadas por los pezqueñines, son un destino muy conveniente para ese dinero "que puedes necesitar en cualquier momento", es otra opción posible ¿? Por lo visto está ocurriendo en toda la UE.
Las familias continuaron desapalancándose en el 1T 2024
¿Puedo responder a tu pregunta desde la intuición, sin datos, sin razonamientos, de forma "emocional"? Mi respuesta es que los pezqueñines, los ahorradores, la clase media, las familias, llámalo como quieras no gastan porque soportan un grado de inseguridad e incertidumbre extremos.
- Hace unos días leí en por algún sitio que la venta de viviendas no despegaba en Alemania por la cantidad de trabas y regulaciones que trepaban por los ladrillos como una hiedra venenosa.
- Los tipos negativos, la confiscación del ahorro ha sido una experiencia que, creo, los ahorradores no podrán olvidar.
- La inseguridad jurídica, la desconfianza hacia la clase politica.
- La profundidad de los cambios científicos y tecnológicos que imposibilitan o complican planes fiables de cara al largo plazo. Hasta el menos informado se percata de lo impredecible del mundo futuro.
- Buena parte del ahorro está concentrado en una franja de población que por una parte parece ser más longeva, pero que por otra paga esa longevidad con un brutal incremento de las enfermedades crónicas.
- Las pensiones suben, pero la mayoría de los pensionistas que conozco no veranean en Acapulco, sino en el pueblo. Y tienen miedo a que les reduzcan un día la pensión, y se quejan de los precios de la comida más corriente, no del caviar.
Creo que hay un sector de esos ahorradores cuya descripción en el artículo no resulta favorecedora y que gastan mucho menos de lo esperado por la desconfianza de quienes han pagado los platos rotos de la crisis financiera connun empobrecimiento bien reconocido por los "expertos", los cuales, paradójicamente, la tremenda inseguridad y el tremendo malestar que flota en el ambiente.
Y al final al autor del artículo se le escapa la verdad.
Esto contrasta marcadamente con la situación de un EEUU donde ya están en el 4,4% (de tasa de ahorro) con unas perspectivas económicas más saludables que impulsan a la población a gastar sin preocupaciones sobre su futuro.
¿Preocupaciones por el futuro? Nadie las ha mencionado, ¿no dicen que no comprenden cómo la gente no gasta si todo va tan bien? ¡Ahora resulta que están preocupados por el futuro! Aquí quieren que NO ahorremos, que nos sintamos culpables por guardar, porque en EEUU no ahorran, pero no será porque no estén preocupados por el futuro, eso sí lo sabe muy bien Trump.
Saludos.