Yo reconozco que cuando me llegó la resolución pillé un cabreo por la coletilla, porque ellos saben que no voy a mejorar si no es por un milagro.
Ahora me lo tomo con tranquilidad, voy a mis médicos, recojo mis medicinas, y tranquilo.
Hay que entender que aquello q se escapa de nuestro control, no nos puede castigar, por más q nos castiguemos jamás lo vamos a controlar.
No vamos a controlar si nos llaman o no, osea vivir de eso se trata de vivir.
Aquí todos los que estamos, contamos nuestra experiencia, nos ayudamos unos a otros, comentamos si hay alguna novedad a favor de los discapacitados o incapacitados.
I poco más, amigos y amigas.
Un saludo