Tenemos en los medios toda una serie de medidas que se supone que van a ser aprobadas en España. Lo que es el gobierno apenas ha dicho nada oficial, y tampoco son medidas que estuviesen incluidas precisamente en el programa electoral.
Es cierto que la sociedad en su conjunto, y cada uno de nosotros en particular no estamos haciendo absolutamente nada, o por lo menos absolutamente nada que tenga cierta transcendencia. Y también es cierto que hoy muchas personas vamos a ver el partido de la selección y con un poco de suerte tener una alegría que no solucionará el país.
Si hay algo que me está sorprendiendo mucho es la gran afición por el juego que parece que nos ha venido últimamente. Este país ya ha perdido completamente todo vestigio de sentido común y en una situación como esta, resulta que nos entregamos a lo que sea y como sea.
El último escándalo de la banca, (que no el único), ha sido la comercialización masiva de participaciones preferentes, colocadas a todo tipo de inversores, aunque principalmente minoristas a través de las redes comerciales.
Últimamente no paro de oír una coletilla que ya me está empezando a cansar un poco; todas aquellas explicaciones de “se ha hecho lo correcto, pero…”. Esta coletilla es de lo más absurdo desde todos los puntos de vista que se me puedan ocurrir, tanto que a veces ya parece hasta un insulto a la inteligencia.
No voy a decir aquello de “hemos llegado al límite de la animalada”, porque ciertos personajes tienen una capacidad de superación increíble y no quiero pillarme los dedos.
Para seguir con los post a cuenta de los resultados y errores de unos informes de las consultoras Oliver Wyman y Roland Berger para determinar las necesidades de la banca, me gustaría llamar la atención sobre el importe de pérdidas que se esperan y el valor que necesitarán de inyección.
Hace tiempo había colocado un post que había llamado “la batalla en internet”. Se basaba en el fenómeno que todos conocemos del trabajo de los grupos de opinión en los distintos foros. Al final, con la pérdida de credibilidad de la prensa,los esfuerzos se han trasladado a foros, twitter y comentarios.
Otra de las críticas a los anteriores test de estrés, (a todos), la expuse en un post que había titulado: ¿no se olvidan de algo antes de hacer los test de estrés?. Vamos a ver si lo explico un poco mejor, porque parece que no se ha entendido.
Acabamos de tener la presentación de los datos de los informes que han realizado las auditoras Oliver Wyman y Roland Berger, para determinar los recursos que necesitará la banca. En teoría, nos hemos gastado dos millones para que estos inteligentes hagan una tabla de Excel que aún por encima no conocemos; con el fin de incrementar la transparencia sobre el sector financiero.
a semana pasada, en medio de la presión para que los griegos votasen lo que convenía, nos hemos encontrado con una noticia en la que la UE afirmaba que las limitaciones a los movimientos de capital era perfectamente legal al existir una clausula que suspendía la libertad de movimientos en situaciones excepcionales.
Hace unos días se publica en El Economista un artículo donde se describe como Estados Unidos ha tomado cartas en el asunto de las renovables. El problema es del todo conocido.
Como sabemos las autopistas están en quiebra, debido al incremento de los costes y la reducción del tráfico debido a que la caída de la actividad y del poder adquisitivo de la sociedad, implica menos tráfico y que este se canalice a través de vías gratuitas, aunque peores.
Al final parece que se confirma que Fomento se ha entregado a las grandes constructoras y concesionarias y se ha plegado a lo que pedía Abertis. Como en tantas ocasiones en las que las grandes empresas piden, no es ninguna sorpresa que nuestros representantes se dediquen con todas sus fuerzas a justificar que esto es lo que nos conviene a nosotros.
Muy relacionada con aquello de que a los contribuyentes no le va a costar dinero, está una cuestión que en particular me preocupa mucho. El problema de este rescate es que según parece esto se debió hacer hace bastante tiempo.