¿Pero en qué país vivimos en que haya más gente trabajando en educación, sanidad, defensa, seguridad (y unos cuantos más que no voy a enumerar por largo y porque seguro que se ha pillado la idea) que en bares, en comercio o en ¡talleres de reparación de vehículos!?
Lo que lo que se está planteando es que los bancos mantengan su exposición a la deuda griega de forma voluntaria. Y para contar con tal colaboración se está planteando la implantación de nuevos incentivos, como pueden ser status preferente, cupones de pago más elevados o garantías colaterales a cambio de que compren bonos del tesoro Griego.
Desde el momento en que asumimos que estamos en un mundo globalizado tenemos que empezar a manejar toda una serie de conceptos que trate de indicarnos la situación con el mercado exterior. Y por supuesto, cuando tratamos de determinar esta situación es donde tenemos que tirar de los datos disponibles.
Si un inversor analiza un determinado valor; llegará a una conclusión de un precio al que puede llegar. En consecuencia, el precio de compra es importante, debido a que comprará el activo si la cotización actual es inferior al precio que se le supone. Vamos, que invertirá si es alcista.
En particular este fin de semana nos hemos encontrado otra vez a las tabacaleras con sus presiones para que el gobierno vuelva a cambiar la normativa, en dos sentidos. El primero reducir los impuestos específicos y ad valorem sobre el tabaco, (para reducir los impuestos que han de pagar) y por otro lado incrementar el impuesto mínimo para evitar los problemas de guerras de precios.
¿Afectará la tasa tobin a la especulación en vivienda, materias primas, alimentos, energía, petróleo o similares bienes donde al final estamos hablando de que el subyacente es la necesidad de los individuos?. ¿Se pararían o frenarían inversiones en empresas punto.com o similares?
En el fondo me sorprende y mucho la discusión sobre la Tasa Tobin. Este es uno de los ejemplos donde se ha montado una discusión muy surrealista, en la que nadie sabe muy bien qué es lo que se dice y que es lo que se propone.
Estoy seguro que a todos nos suena el “lo peor ya ha pasado”, o el “nos estamos recuperando”; Sin embargo todo esto no son más que tonterías sin el mínimo sentido común, (y mucho menos económico), para engañar directamente a la sociedad.
Hace unos días he estado metido en una de las discusiones acerca de la bondad y la maldad de la especulación, y la realidad es que a veces me sorprendo de ciertas posturas maximalistas. En todo caso, para tratar de contestar a la pregunta de si la especulación es buena o es mala, me gustaría proponer una serie de preguntas.
Antes de la crisis hemos tenido una situación en la que todas las decisiones que se tomaban tenían como objetivo desarrollar un sistema financiero, a costa de ir dañando la economía real. Este hecho se ha exagerado, cuando el sistema financiero se vino abajo, de tal forma que se llegó a un punto donde ya ni tan siquiera se disimula este proceso.
La gran noticia es que las elecciones han pasado y en consecuencia todas las reglas de actuación, todo el entorno y la situación en su conjunto ha cambiado desde hace un par de horas. Quizás aún no nos hemos enterado, pero es de esperar que pronto comenzaremos a apreciar cambios y reacciones ante los resultados y desde luego ante la situación que tenemos en España ante las acampadas.
¿No serán anti sistema aquellos que no se enteran que el mundo no puede funcionar si el sector financiero gobierna sin financiar, los gobiernos financian sin gobernar, trabajadores no trabajan, empresas han renunciado a crear, jueces no juzgan, sindicatos que hace tiempo que se han olvidado de los trabajadores, la prensa no informa,...?
En el mercado laboral el poder ha ido hacía las empresas de forma que los trabajadores nos hemos convertido en “condición aceptantes”; en los mercados de gasolinas, energía, alimentos tenemos que aceptar también todo lo que nos obliguen, por supuesto cuando hablamos con bancos, no nos queda otra que aceptar lo que ellos digan.
De repente se nos ha colado en la escena la manifestación del 15-M organizada por “democracia real ya”, seguida de las acampadas en varias ciudades de España, todo ello conjugado con la campaña “no les votes”, y bajo la premisa del nombre de “indignados”. Y como siempre han empezado todas las interpretaciones posibles, salvo una que es la más lógica y razonable.
Lo primero es que las teorías de la conspiración existen, sobre muchísimos casos, como el de los atentados del 11-S; sobre esta crisis y en general sobre todo aquellos acontecimientos que se salen de lo ordinario.