En el primer post en el que trataba de explicar porque me había puesto corto en Banco Santander y BBVA, acababa con una conclusión relacionada con Banco Santander, donde trataba de explicar las contradicciones entre el mensaje del Banco que nos habla de centrarse en la banca minorista y la evolución de la entidad y donde han obtenido los beneficios
Ayer comentaba que no me he puesto corto para cargarme al Banco Santander o BBVA. Quizás otras personas sí, pero realmente me parece increíble que a nadie se le ocurra tan disparatado plan.
La ventaja o el motivo de la prohibición de los cortos es sencilla de ver; una vez se prohíbe por decreto apostar a la baja, desaparecen todas aquellas personas que creen que los mercados, (o en este caso las acciones de las entidades financieras) van a caer.
En junio de 2010, tras la campaña de publicidad acerca de la bondad del ajuste de mayo de 2010 que tuvimos en unos cuantos países, (entre ellos España), estaba de plena vigencia el argumento de que Irlanda había tomado estas mismas medidas en 2008, y que sus previsiones eran muy halagüeñas.
El 11 de agosto de 2011 se prohíben las posiciones cortas en los valores financieros de los mercados bursátiles de España, Francia, Italia y Bélgica, lo que se viene a sumar a la prohibición del 7 de agosto que se había decretado en Grecia.
Ni están, ni se le esperan”, ha sido una de las frases más curiosas para comentar los sucesos que están ocurriendo en los mercados financieros en el mes de agosto.
“Te ofrecemos una rentabilidad del 7,5% el primer año, el mejor producto de renta fija en estos momentos, por encima de todos los depósitos y los fondos de inversión más seguros”“Te ofrecemos una rentabilidad del 7,5% el primer año, el mejor producto de renta fija en estos momentos, por encima de todos los depósitos y los fondos de inversión más seguros”
Una de las dudas que no he logrado explicarme es la esquizofrenia en determinados aspectos del ¿análisis? de expertos que por ahí pululan. Supongo que será por cierta deriva política, pero en ocasiones alcanza unos niveles que no son del todo normales.
Todo se desmorona, y tengo la impresión de que nadie sabe por qué. Pudiera ser que fuese toda una conspiración, pero en realidad estoy convencido desde hace tiempo que es porque la tontería campa a sus anchas por las insignes cabezas pensantes en el poder político y económico y así nos va.
A lo largo de todo el fin de semana se ha especulado con el resultado de las distintas reuniones que todos los organismos han ido celebrando, pero desde el primer momento quedaba más o menos claro, que el marrón le quedaba a Trichet y su teleconferencia del domingo por la tarde.
La noticia no es otra que las declaraciones de dos directivos, (el CEO y el director de derivados) de Moody´s, en la que nos manifiestan que existieron y existe la compra de calificaciones de deuda.
Pero más allá de borrar de la hemeroteca aspectos muy cuestionables de este personaje, más allá de las decisiones que ha tomado, (que algo tendrían que ver las decisiones del máximo responsable de política monetaria de la eurozona en una crisis financiera histórica), lo único cierto es que lo que está ocurriendo es lo único que podía pasar
Cuando estamos ante un caso de pesimismo extremo, evidentemente la economía no puede tirar de los mercados financieros. Esto es muy obvio porque dado el habitual desprecio de los analistas, bancos centrales e incluso gobiernos por la economía, en el caso de que la situación sea calificada como mala es que es demasiado obvia para ser negada.
Existe una opinión generalizada que nos cuenta que cuando los mercados financieros caen tanto que comienzan a aparecer las noticias financieras en las portadas de los medios de prensa generalista, estamos ante una oportunidad de compra.
En la última semana de julio de 2011, nos hemos encontrado con una inesperada sorpresa en la revisión a la baja de los datos del PIB de Estados Unidos en los períodos anteriores. El crecimiento del primer trimestre de 2011 pasó del 1,9% (anual) a ser del 0,4% anual.