Supongo que a estas alturas es innecesario que explique por qué es muy mala idea emprender cualquier negocio de envergadura en un día tan aciago y funesto como hoy, que es martes y 13.
No os preocupéis sobre mi liquidez pues si yo no la tuviera seguro que a mis clientes les sobra. Además, en este caso, teniendo en cuenta que el demandado estaba disfrutando del legendario confort de las cárceles inglesas y que, por lo tanto no podría presentar a un mejor postor, tenía pensado comprar muy barato o incluso que me regalaran el chalet.
Comprar pisos alquilados puede ser un buen negocio porque siempre se compra más barato de lo habitual, pero también pueden torcerse las cosas y presentarse problemas.
Se que por mucho que lo mencione el fenómeno va a continuar sucediendo, pero la diferencia, ahora, es que ni de coña lo voy a permitir.
Qué tendrá que ver el Everest con las subastas judiciales, diréis algunos; pronto lo sabréis.
¿Cómo ha podido suceder que a estas alturas de su vida, Tristán el Subastero, de profesión desalmado desahuciador, haya devenido en uno de esos okupas a los que tanto ha criticado desde esta página?
Las subastas judiciales electrónicas ya están aquí y nadie sabe nada al respecto. Apostaría a que ni siquiera los señores del gobierno saben responder a todas las preguntas que ahora mismo rondan por mi cabeza.
Lo primero ha sido ir al Registro de la Propiedad para recoger el decreto de adjudicación y los mandamientos de cancelación de un piso que compré en el 2014 y que el Sr Registrador rechaza inscribir porque el subnormal del funcionario de turno lo ha redactado todo mal.
Hoy la cosa va de algunos correos que recibo cada día. Cosas como ésta: Buenos días, Sr. Jose Luis Cava. Me pongo en contacto con usted porque es mucha la admiración que siento por su trabajo, siguiéndole desde hace años en sus intervenciones en Radio Intereconomía y leyendo ávidamente su blog y también alguno de sus libros. Es decir, que soy fan suyo desde hace años. Y el caso es que
Una de las peculiaridades de haberme criado en Madrid es haber crecido ajeno hecho diferencial entre españoles. El Madrid de los años 60 y 70 era una ciudad de alubión en la que se estaba volcando la demografía española.
Ha pasado casi un año desde que os anuncié que inauguraba nueva web y todavía ando dándole vueltas al asunto del logo, cuyo primer diseño no me convencía pero que lo acepté porque estaba más centrado en otros asuntos más de comer. Era este: Luego, hace unas semanas lo sustituí por este otro, que tampoco me convence: Y finalmente, lo que he decidido es abrir un concurso en 99designs para
¿Os imagináis cómo podría cambiar el negocio de las subastas judiciales si al final los políticos decidieran cumplir de una santa vez su eterna promesa de avanzar hacia las subastas judiciales electrónicas? Semejante cambio legislativo podría darle la vuelta a este negocio como a un calcetín, retirando de un plumazo a docenas de subasteros del pleistoceno y dando paso, por fin, al súper
Como podéis suponer, durante los más de veinte años que llevo en este negocio he tenido que recurrir a docenas de cerrajeros para que me asistieran en los lanzamientos judiciales y los he conocido de toda laya y condición
En uno de los primeros post que publiqué en el blog os relaté sobre un moroso empedernido que en 1979 había comprado por cuatro chavos una casa del IVIMA y que no había pagado ni una sola letra de la hipoteca
Como esta semana estoy en Suiza disfrutando de unas cortas vacaciones que pienso dedicar a trepar riscos y a callejerar por los típicos pueblos montañeses se me ha ocurrido la gran idea de dejar programado este post para recordaros que también existe otro gran estupendo blog de subastas llamado Subastanomics y que aunque no sea tan entretenido y dicharachero como el presente, también