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No tengo repuestas...
Un saludo a todos. Quiero expresaros mi gratitud por vuestra confianza, pero tanta responsabilidad me sobrepasaría, además, lamentablemente carezco del tiempo necesario para poder desarrollar con cierta diligencia la representación de una asociación de minoristas. Entre la familia, trabajo y el tiempo que tengo que dedicar a tratar de comprender todo lo que está pasando, realmente me faltan horas.
Lo lamento, pero no tengo respuestas a vuestras preguntas, más allá de todas las reflexiones que en este hilo he ido acumulando. Lo evidente es que estos últimos meses los fundamentales se han vuelto mucho más consistentes, desapareció el préstamo participativo sin necesidad de emitir nuevas acciones y MNN ha visto administrativamente la luz. Incluso muy probablemente seamos la compañía del continuo con más peso de su caja neta sobre su cotización, casi un 45%. Esto me aporta mucha tranquilidad en estos tiempos.
Cada inversor es diferente y debe actuar conforme a sus convicciones. En mi caso, mi vocación es de largo plazo y soy un fiel seguidor de la Escuela Value y de sus autores (Benjamin Graham, Buffet- Munger, Greenblatt, Fisher y tantos otros). Por tanto, enfoco la inversión no como la compra de una acción, sino de un negocio completo y me da igual lo que cada segundo me dice el Señor Mercado que vale mi negocio (precio), un individuo que como todos sabemos tiene tendencia a ser maníaco-depresivo. Así que, me temo tener que recurrir al decepcionante “ya subirá…”
De cualquier forma estamos en momentos históricamente convulsos y posiblemente el mercado de valores no haya todavía tocado suelo. No creo que debamos obviar la situación general en la que se encuentra el mundo y el post-covid19 será muy complicado, “terra ignota” como decían los antiguos navegantes. La Gran Recesión de hace diez años no se resolvió, se aplazó con la inyección masiva de dinero nuevo y de más deuda. Y lo más preocupante es que ahora todos los bancos centrales parecen recurrir a la misma fórmula, crear moneda nueva a cambio de más deuda.
El balance del BCE empezó a funcionar a principios de este siglo con un tamaño de 0,8 billones de euros, apenas diez años después, en el 2008, llegó a las 2 billones y el 2019 cerró con 4,7 billones. Ahora se está hablando de inyectar entre 2 y 4 billones más en el sistema. La Reserva Federal norteamericana cerró 2019 con casi 4,5 billones de dólares y Powell dijo hace unas semanas que la respuesta iba a ser “ilimitada”, hablando de poner sobre la mesa otros 4 billones de dólares ahora, solo para empezar. Lo que quiero decir es que estamos sobre montañas de dinero ficticio (dinero FIAT, sin ningún tipo de respaldo real) creado de la nada y que puede distorsionar completamente el sistema monetario los próximos años. No olvidemos que en cualquier sistema económico activos y pasivos son iguales. Por tanto, siempre que haya deudas impagables, habrá activos irrealizables, así que estamos en momentos en los que hay que ser muy cuidadosos con los activos que se eligen para invertir. Estos años me temo no será cuestión de aumentar riqueza, sino más bien de protegerla. Sed prudentes.