Así es.
Putin en 2014 se anexionó Crimea, y no pasó nada. A la vista de los hechos, en 2022 decidió ir un paso más allá e invadir Ucrania. Todo apunta a que se va a volver a salir con la suya, ya que parece que todo lo que pedía le va a ser concedido.
¿Qué lección sacará Putin de todo esto? Pues que el uso de la fuerza es legítimo para conseguir tus intereses políticos.
¿Qué disuadirá a Putin de usar la fuerza dentro de un par de años, o diez, cuando él lo crea conveniente; para anexionarse las repúblicas bálticas y el resto de Ucrania? Pues nada.
El 1/10/1938 Hitler invadió los sudetes, una región perteneciente a Chechoslovaquia. La excusa era que era tierra alemana porque sus habitantes eran alemanes. Lógicamente sus habitantes no eran de nacionalidad alemana, sino que era checoslovacos, aunque étnicamente pudieran considerarse más arios que eslavos y muchos chapurrearan el alemán, como muchos alemanes del otro lado de la frontera chapurreaban algo de checo, cosa natural en los entornos fronterizos.
El caso es que en septiembre del 38 se organizó una una conferencia de paz en Munich (¡Si, en Munich! ¡Que casualidad!) donde Alemania, Italia, Francia y Reino Unido acordaron que Alemania se anexionara los sudetes.
¡Que casualidad, un acuerdo entre el invasor y sus potencias contendientes sin participación del invadido, como está pasando ahora con Ucrania!
El 1/9/1939 Hitler invadió Polonia, dando comienzo a lo que todos conocemos la II Guerra Mundial. Todos sabemos como transcurrió la historia desde entonces.
Demasiadas casualidades. No digo que vaya a ocurrir lo mismo, o algo parecido, pero si ocurriera no me extrañaría un pelo.