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Lo que he aprendido con Fonar
Conocí la empresa Fonar el 29 de Mayo de 2017 (normalmente no lo recordaría, pero he buscado por curiosidad el hilo donde oí hablar de ella por primera vez).
Esa mañana no trabajaba y eché un rápido vistazo a las cuentas, y lo que ví me gustó: era una empresa de pequeña capitalización fundada nada menos que por el creador del primer scanner médico de resonancia magnética (RM), Raymond Damadian, actual CEO de la empresa. A pesar del mérito del descubrimiento, ni el creador ni su empresa habían tenido demasiado éxito ni en el mundo científico-académico ni en el empresarial (pocos años antes, la empresa, que inicialmente se dedicaba a fabricar scanners de RM, estaba en pérdidas). Sin embargo, en los últimos años, habían dado con una fórmula de éxito: montar clínicas con sus scanner de RM abierta, a través de su filial HMCA. En los años anteriores, aunque el negocio principal de Fonar seguía luchando contra los números rojos, el negocio de clínicas había estado creciendo a muy buen ritmo y se había convertido en la principal fuente de ingresos de la empresa. Era algo así como una startup exitosa naciendo, por caprichos del destino, dentro de una empresa en declive. Era fácil imaginar la progresión de la empresa con esos beneficios producidos por HMCA.
Hay que destacar una peculiaridad de HMCA que quizás tenga que ver con lo pasado después: HMCA era dueña de las clínicas, gestionaba la dirección del personal de administración y otros servicios, y prácticamente todos los aspectos de la clínica, excepto los radiólogos, que no forman parte de la plantilla, sino que son ellos los que contratan los servicios de HMCA para que ésta les cediera en arriendo la clínica y sus servicios para que ellos pudieran atender a sus pacientes. En cierto modo, esto me recuerda en parte a los falsos autónomos que trabajan para algunas empresas de reparto. En el sector médico privado en nuestro país, algunos médicos toman en arriendo las consultas o quirófanos a hospitales privados, que también les ceden su equipamiento y personal. Pero en HMCA estaríamos hablando de que toda su actividad se realiza según esta fórmula.
¿Qué ha pasado después con la empresa?. Pues hasta 2018-2019, la senda de crecimiento siguió. Pero a partir de ahí, los resultados se aplanaron o incluso entraron en lento declive. Es una empresa sobre la que era difícil encontrar información sobre lo que estaba pasando: por un lado, el negocio sigue generando dinero a pesar de la lenta reducción de los ingresos y los márgenes. Pero ese dinero no se usa en crecer ni se reparte a los accionistas en forma de dividendo ni de recompra de acciones, que sería lo lógico en el caso de que la empresa no encontrara formas mejores de invertirlo. Más allá de eso, la empresa va emitiendo lentamente acciones, a un ritmo de 1% anual, algo que no cuadra en una empresa que teóricamente dispone de tanto efectivo (incluso en el caso de que tuviera pactado con algunos empleados el pago de acciones, podría hacerlo comprando esas mismas acciones en el mercado en lugar de recurrir a acciones de nueva creación). Se me ocurre, por un lado, que esa puede ser una forma de sacar dinero de la empresa sin hacerlo figurar – al menos de forma directa – en la cuenta de resultados, y en cualquier caso, me genera desconfianza.
Y luego llega la pandemia de Covid. Los primeros trimestres afecta a sus resultados, como resultaría esperable, pero a fecha de hoy, estos resultados siguen sin recuperarse (en sectores como la hostelería, sería lógico pensar que tardara más en llegar los niveles prepandemia, pero no en empresas del sector sanitario; de hecho, puesto que la gente ha seguido presentando otras patologías durante la pandemia, lo lógico sería que en los trimestres siguientes tuvieran más carga de trabajo para compensar los periodos de inactividad. He hablado aquí recientemente de empresas del sector, en crecimiento y también de baja capitalización, en los que este solo se detuvo transitoriamente en los dos primeros trimestres, con una rápida recuperación en los siguientes: MD medical e IDHC, aunque el mismo patrón puede observarse en la mayoría de empresas del sector.
A todo esto, en las notas de prensa de la empresa, resultados empresariales y la página web nunca dejan claro por qué la dirección de la empresa no invierte en crecimientos (tan solo anuncian la compra simbólicas de algún equipo para alguna de sus clínicas preexistentes) y por qué los márgenes se están reduciendo. Por el contrario, en todos los comunicados de la empresa se empeñan en repetir insaciablemente que Raymond Damadian descubrió la resonancia magnética en los años 70 y que también tienen una patente de RM abierta de hace cerca de 20 años, mientras que respecto a los planes para el futuro se limitan a decir algo así como que se encuentran excitados y atentos en busca de oportunidades en las que emplear el efectivo acumulado ¿?. También gran parte de las notas de prensa, y la propia web de la empresa, hacen un gran hincapié sobre las virtudes de los equipos de Fonar de RM abierta para el diagnóstico del síndrome craneocervical. Si buscamos información en publicaciones médicas sobre esa patología, cuesta mucho encontrar artículos sobre ella, y la muchas de estas publicaciones están realizadas por afiliados de Fonar. En fin, que parece que se trata de una patología poco reconocida en la comunidad médica, pero que Fonar se empeña en promocionar de cara a vendernos las excelencias de sus equipos de RM abierta (ya que su diagnóstico requiere cambios de postura del paciente durante la realización de la prueba).
En fin, aunque la empresa todavía da unos resultados positivos, los márgenes y el beneficio neto nunca han vuelto a los niveles de 2018-2019. La cotización sigue bajando, en paralelo a esta incertidumbre.
Antes de los resultados de este último trimestre, había tomado una decisión respecto a qué hacer con la empresa:
- si los resultados eran malos, vender a cualquier precio.
- si los resultados eran mediocres o sencillamente estancados, vender en algún rebote (el precio estaba bastante bajo este último mes).
- si los resultados recuperan la senda de crecimiento respecto a antes de la pandemia, mantener pero seguir muy vigilante y más crítico a la hora de valorar los siguientes resultados trimestrales.
Al final, ya visteis mi post (tras darme cuenta de que cometí un error en el cálculo del beneficio neto y los márgenes correspondientes al último trimestre, ya que la empresa indicó los resultados de todo el año, sin tener a bien desglosar qué parte de los resultados correspondían a este último período). Aunque los ingresos se han mantenido, el margen de beneficio neto se ha reducido (no solo respecto a los niveles pre-pandemia; también respecto a los trimestres anteriores de 2021). Consideraría esos resultados entre malos y mediocres, pero al ver que la cotización caía y por técnico tenía un aspecto bastante feo, decidí vender todo ese mismo día. Me hice antes la pregunta: si no tuviera esa empresa en cartera y la acabara de descubrir, ¿la incorporaría a mi cartera?. Obviamente, no, así que en realidad tampoco había motivos para mantenerla en cartera.
Ahora que estoy fuera, creo que veo las cosas desde otro punto de vista (no diré con objetividad; supongo que mi subconsciente quiere justificar la venta para hacerme sentir mejor) y soy consciente de algunos de los errores que me hicieron entrar en esta empresa (o no haber salido antes):
- una de las cosas que me enamoró de la empresa es el relato de la empresa en problemas que resurge de sus cenizas, como el mito del ave Fénix. Una historia muy bonita con fines literarios, pero estamos en la vida real, y el ave Fénix no suele resurgir de las cenizas, y las empresas con una gestión mediocre no suelen recuperarse. El amor, y los sentimientos en general, no permiten tomar buenas decisiones en aspectos en los que hay que tener la cabeza bien fría, como la inversión en bolsa.
- en la época en que compré la empresa, estaba muy influenciado por los libros de Mary Buffett y “El pequeño libro que vence al mercado” de Greenblatt, sobre la importancia de encontrar empresas en las que coexistieran un nivel alto de ROE y un nivel razonablemente bajo de PER. El ROE refleja la rentabilidad que es esperable que obtenga con el dinero que se queda del accionista (ya sea en forma de ese beneficio neto que no reparte al accionista o en forma de ampliaciones de capital). Pero esto, que puede hacer una idea de como va a comportarse una empresa de crecimiento con un consejo de administración razonable, no sirve cuando tenemos una dirección que no sabe qué hacer con el dinero y lo acumula sin más, o cuando aparece cualquier circunstancia que va a impedir que el dinero retenido por la empresa genere beneficio o, incluso peor, que la empresa decrezca a pesar de retener sus beneficios. Si se invierte según estos criterios, hay que estar atento de que la empresa mantenga el crecimiento y que la dirección no empiece a hacer cosas raras, como ampliar capital de forma insidiosa cuando esta medida no sería necesaria si de verdad están acumulando efectivo. Por eso, y lo habréis visto en mis últimas aportaciones al post, respecto a los anteriores criterios que uso para valorar una empresa, ahora he añadido que tengan un crecimiento que apreciable de año en año, y de ser posible, incluso trimestre a trimestre. Y aun así, hay que vigilarlas y ser muy crítico cuando la tendencia se rompa. Un aumento de los beneficios sostenido en los años previos, como sabéis, no garantiza que ese crecimiento se prolongue al infinito. Quizás no hayamos hecho una buena apreciación y nos encontremos en un sector de comportamiento cíclico y haber comprado en la parte alta del ciclo, o podemos estar en un sector con problemas para el largo plazo, o simplemente podemos haber comprado una empresa mediocre que, por motivos varios y ajenos a la presencia de ventajas competitivas, se haya beneficiado - solo transitoriamente - de circunstancias que le hayan permitido disfrutar de unos años con buenos ingresos.
En fin, y ya recapitulando, lo que me ha hecho cambiar de idea respecto a Fonar:
- a principio parecía una empresa recuperable, con un ROE elevado que parecía pronosticar un crecimiento importante de la empresa. Pero después de 2018-2019 los márgenes (no tanto el volumen de negocio) se han ido deteriorando, con decrecimiento del beneficio neto a pesar de que la empresa ha seguido reteniendo todo el dinero producido por su actividad, sin ningún tipo de retribución al accionista y, es más, ampliando capital (emitiendo nuevas acciones y por tanto diluyendo la participación de los accionistas) a un ritmo lento pero constante.
- todo sugiere que la empresa ha disfrutado temporalmente de algún tipo de ventaja que ha permitido un crecimiento temporal, pero éste se está desvaneciendo.
- los motivos de esta pérdida de crecimiento y los planes de la empresa son un misterio para los accionistas minoritarios. Quizás el modelo de negocio (arrendar las clínicas a los radiólogos) esté planteando problemas, o quizás la competencia se esté haciendo notar, pero esta tendencia sigue haciendo mella en los resultados.
- personalmente, no entiendo que la empresa diluya sus acciones a la vez que acumula efectivo, y me genera la impresión de que algo en sus cuentas y forma de proceder escapa a mi comprensión. Ya he contado con anterioridad mi mala experiencia con una empresa española en la que entré en mis primeros años como inversor: Duro Felguera. Esta empresa aparentemente contaba con unos “sólidos fundamentales” y con una fuerte posición de caja, pero empezaba a hacer cosas extrañas, como pedir un préstamo cuando aparentemente no era necesario. Más tarde se vio que los elevados márgenes e ingresos se debían a contratos con clientes poco fiables que en realidad no estaban pagando, y una serie de problemas con los contratos en marcha. En pocos años pasó de tener unos ingresos crecientes con márgenes de beneficio neto muy buenos a entrar en pérdidas y estar endeudada, con varias implicaciones de capital posteriores y refinanciaciones (hace tiempo que ya no la sigo). Así que, cuando una empresa empieza a hacer cosas parecidas, lo mejor es tragarse el orgullo (y las pérdidas) y alejarse de ella antes de que puedan dilapidar todo tu dinero. Quizás luego resulte que la situación de Fonar no sea comparable y vuelva a retomar la senda del crecimiento, pero mejor estar invertido en otros activos más claros.
PD: perdón por la longitud del post, pero en parte necesitaba desquitarme
PD: perdón por la longitud del post, pero en parte necesitaba desquitarme