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Reuniones del BCE: seguimiento y opiniones

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Reuniones del BCE: seguimiento y opiniones
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Reuniones del BCE: seguimiento y opiniones
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#166

El BCE retrasará desde julio el horario para anunciar sus decisiones de política monetaria

 
El Banco Central Europeo ha decidido retrasar a partir de su reunión del próximo 21 de julio la hora a la que informa públicamente de sus decisiones sobre política monetaria, así como la de la conferencia de prensa posterior en la que la presidenta de la entidad, Christine Lagarde, y el vicepresidente, Luis de Guindos, explican las medidas adoptadas.

De este modo, desde el próximo 21 de julio, las decisiones de política monetaria del Consejo de Gobierno del BCE se publicarán a las 14.15 horas (hora central europea), en lugar de las 13.45 horas, mientras que las conferencias de prensa comenzarán a las 14.45 horas, en vez de a las 14.30 horas.

De este modo, la publicación de documentos relacionados, como la declaración de política monetaria, cambiará en consecuencia a las 15.00 horas.

Desde el banco central, un portavoz ha explicado a Europa Press que la modificación de los horarios obedece a "temas logísticos menores", subrayando que el formato de la rueda de prensa, así como de la nota de prensa y de todos los documentos relacionados no se ven afectados.

Por otro lado, la entidad ha confirmado que el calendario de reuniones de política monetaria del BCE se mantiene sin cambios.

En su reunión del pasado 9 de junio, el Consejo de Gobierno del BCE acordó que en el cónclave del próximo 21 de julio se acometería una subida de 25 puntos básicos de los tipos de interés de la eurozona, el primer alza desde 2011 

#167

Lagarde segura que el BCE irá "tan lejos como sea necesario" para devolver la inflación al 2%

 
La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, ha asegurado este martes que la institución está dispuesta a llegar "tan lejos como sea necesario" para garantizar que la inflación se estabilice a medio plazo en el objetivo del 2% y ha defendido que contar con una herramienta específica para combatir la fragmentación permitirá a la entidad aumentar los tipos de interés "tanto como sea necesario".

La francesa ha confirmado en su discurso inaugural de la edición de 2022 del foro de bancos centrales que el BCE organiza en Sintra (Portugal) que el Consejo e Gobierno subirá tipos en 25 puntos básicos en julio y volverá a subirlos en septiembre, aunque entonces la intensidad del aumento de la tasa dependerá de la evolución de las expectativas de inflación.

"Continuaremos por este camino de normalización, e iremos tan lejos como sea necesario para garantizar que la inflación se estabilice en nuestro objetivo del 2% a mediano plazo", ha asegurado la banquera central de la zona euro, que a partir de 2023 contará con Croacia como nuevo integrante.

En su análisis, Lagarde ha reconocido que las presiones inflacionarias se están intensificando y ampliando, no solo como reflejo de los altos precios de importación, ya que comienzan a afianzarse en el sector servicios, mientras que el bajo desempleo y la escasez de mano de obra generalizada, junto a la recuperación, sugieren un repunte de los salarios superior al 4%, según las últimas previsiones para 2022 y 2023 y del 3,7% en 2024, casi el doble del promedio histórico antes de la pandemia.

Asimismo, Lagarde ha advertido de que existen señales de que los shocks de oferta que afectan a la economía podrían durar más y, aunque es razonable suponer que las interrupciones de la cadena de suministro global se resolverán gradualmente, las perspectivas para la energía y las materias primas siguen siendo "nubladas".

De este modo, para la presidenta del BCE la opcionalidad asumida en el proceder de la institución garantiza que la política monetaria pueda reaccionar con agilidad a los datos entrantes sobre la economía y las expectativas de inflación y, si disminuye la incertidumbre, volver a optimizar la trayectoria de la política según sea necesario.

"Este enfoque condicional del ritmo de ajuste de los tipos de interés no debe confundirse con el retraso de la normalización", ha subrayado la francesa, para quien, dado que la postura del BCE se basa en una función de reacción clara, las expectativas de tasas de interés y las tasas libres de riesgo pueden ajustarse por adelantado.

De hecho, Lagarde ha advertido de que hay condiciones en las que el gradualismo no sería apropiado, como en el caso de que una inflación más alta amenazase con desanclar las expectativas de inflación, o existieran señales de una pérdida más permanente de potencial económico que limita la disponibilidad de recursos, lo que forzaría al BCE a retirar su acomodación monetaria más rápidamente.


LUCHA CONTRA LA FRAGMENTACIÓN.

A este respecto, la presidenta del BCE ha reiterado la importancia de que la política monetaria sea transmitida de manera adecuada entre las distintas jurisdicciones de la eurozona, para lo que el banco central, además de gestionar las reinversiones de vencimientos, ha ordenado acelerar el diseño de un nuevo instrumento específico para combatir la fragmentación en los mercados de la zona euro.

"El nuevo instrumento deberá ser eficaz, a la vez que proporcionado y contener garantías suficientes para preservar el impulso de los Estados miembros hacia una política fiscal sólida", ha apuntado Lagarde.

En este sentido, la francesa ha defendido que preservar la transmisión de la política en toda la zona del euro permitirá que las tasas "aumenten tanto como sea necesario" 

#168

Lagarde considera improbable una vuelta al entorno de baja inflación

La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, ha reconocido que resulta poco probable que la economía regrese a un entorno de baja inflación como el vivido antes de la pandemia de Covid-19, lo que obligará a los bancos centrales a adaptarse tras una década de "heroica lucha" contra la desinflación.

"Es improbable un regreso al entorno de baja inflación", ha admitido Lagarde durante un coloquio compartido con sus homólogos al frente del Banco de Inglaterra, Andrew Bailey, y la Reserva Federal de Estados Unidos Jerome Powell, así como con Agustín Carstens, director del Banco de Pagos Internacionales (BPI).

La banquera central de la zona euro ha reiterado que la institución acometerá en julio una primera subida de los tipos de interés de 25 puntos básicos, a la que seguirá otra en septiembre, cuya intensidad dependerá de la evolución de los datos, empezando por la lectura preliminar de inflación de la eurozona en junio, que se publica este viernes.

"Estamos en una senda de normalización y hemos indicado claramente qué sucederá en julio", ha defendido Lagarde, para quien, a medida que se aclaren los niveles de incertidumbre, el BCE podrá actuar con mayor intensidad.

Por otro lado, Lagarde ha reiterado que espera que los detalles del nuevo instrumento de la entidad para abordar la fragmentación en la eurozona sean dados a conocer en la reunión de julio del Consejo de Gobierno

#169

Re: Reuniones del BCE: seguimiento y opiniones

Lagarde es uno de los casos más claros y evidentes de "marioneta" colocada en instituciones importantes.

Aunque suene a perogrullada, tambien Ronald Reagan lo fue, pero dicho actor, sindicalista y gobernador de California, desempeñó su papel de maravilla (se decia "Reagan solo acierta cuando rectifica" porque en cierto modo no se le subió a la cabeza creerse el rey del mundo y cuando le obligaban a rectificar, lo hacia con cierta dignidad)

Pedro Sanchez es otra marioneta en manos de Soros y la masonería.

Entonces, volviendo a Lagarde, todos los calificativos de tipo denigrante le son merecidos
#170

El BCE pide a la banca ajustar sus dividendos al riesgo de recesión y a un embargo del gas ruso

 
El Banco Central Europeo (BCE) quiere que los bancos de la zona euro "recalculen" sus planes de distribución, la capacidad de las entidades de pagar dividendos o llevar a cabo recompras de acciones, para tener en cuenta el sustancial deterioro de las perspectivas macroeconómicas a raíz de la invasión de Ucrania y que ha puesto sobre la mesa el riesgo de recesión derivado de la potencial imposición de un embargo a la energía procedente de Rusia.

En su comparecencia ante el Parlamento Europeo, el presidente del Consejo de Supervisión del BCE, Andrea Enria, ha asegurado que en general el escenario central de la institución respecto de la banca europea en relación con la normalización de la política monetaria "es positivo", ya que los beneficios para las entidades por el aumento de ingresos por comisiones e intereses compensarían efectos adversos como el incremento de la mora, aunque ha destacado que "no todos los bancos se verían afectados igual".

Sin embargo, el italiano ha advertido de que existe un riesgo de que dicha normalización se produzca de manera abrupta, con subidas más fuertes de lo esperado de los tipos de interés y de los diferenciales, lo que tendría una relevancia particular para los segmentos de mayor riesgo de los mercados financieros.

Asimismo, otro riesgo para la estabilidad financiera sería el relacionado con un empeoramiento mucho mayor de los previsto del escenario macro, con un embargo de gas a Rusia y una recesión "que ya está entrando en las proyecciones", lo que haría que la situación de los bancos fuera más difícil.

"Lo discutiremos en nuestro Consejo de Supervisión la próxima semana", ha adelantado Enria al Comité de Asuntos Económicos y Monetarios de la UE en Bruselas.

"Propondremos pedir a los bancos que recalculen sus trayectorias de capital bajo un escenario más adverso que incluya. . . potencialmente un embargo de gas o un escenario de recesión y utilizarlos también con el fin de examinar sus planes de distribución en el futuro", ha añadido.

En cualquier caso, el grado de alarma entre la supervisión del BCE se mantiene aún lejos del que al comienzo de la pandemia llevó a la entidad a pedir a los bancos que suspendieran el reparto de dividendos y las recompras de acciones, prohibición que el banco central mantuvo entre marzo de 2020 y el final de septiembre de 2021 

#171

El BCE incorporará un sesgo 'verde' a su cartera de bonos corporativos

 
El Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) ha decidido adoptar nuevas medidas para incluir consideraciones climáticas en el marco de política monetaria del Eurosistema, lo que llevará a la institución a ajustar desde el próximo mes de octubre sus tenencias de bonos corporativos y su sistema de activos de garantía, según ha anunciado la entidad.

El BCE ha explicado que también está incorporando consideraciones climáticas en otras áreas de trabajo además de la política monetaria, como la supervisión bancaria, la estabilidad financiera, el análisis económico, los datos estadísticos y la sostenibilidad corporativa.

El banco central de la eurozona ha defendido que estas medidas se han diseñado "en plena conformidad" con el objetivo primordial de mantener la estabilidad de precios y su finalidad es tener más en cuenta el riesgo financiero asociado al clima en el balance del Eurosistema y, en relación con el objetivo secundario, apoyar la transición verde de la economía en línea con los objetivos de neutralidad climática de la UE.

Asimismo, el BCE ha destacado que las medidas proporcionan incentivos para que las empresas y las entidades financieras sean más transparentes sobre sus emisiones de carbono y las reduzcan.

"Con estas decisiones, nuestro compromiso con la lucha contra el cambio climático se materializa en actuaciones reales", ha señalado la presidenta del BCE, Christine Lagarde.


CONSIDERACIONES CLIMÁTICAS EN LA CARTERA DE BONOS

De este modo, se espera que a partir del próximo mes de octubre el Eurosistema oriente las tenencias de bonos en cartera hacia emisores con mejor comportamiento climático mediante la reinversión de las considerables amortizaciones esperadas en los próximos años.

La orientación hacia activos emitidos por empresas con mejor comportamiento climático aumentará la proporción de esos activos en el balance del Eurosistema con respecto a los de empresas con peor comportamiento en este ámbito.

"Esta medida tiene como objetivo mitigar los riesgos financieros asociados al cambio climático en el balance del Eurosistema. También proporciona incentivos para que los emisores mejoren su divulgación de información y reduzcan sus emisiones de carbono en el futuro", ha indicado el BCE.

Este mejor comportamiento climático se medirá en relación con unos niveles más bajos de emisiones de gases de efecto invernadero, unos objetivos de reducción de las emisiones de carbono más ambiciosos y una mejor divulgación de información climática.

Asimismo, el BCE comenzará a publicar periódicamente información climática relacionada con las tenencias de bonos corporativos a partir del primer trimestre de 2023.

En todo caso, el BCE ha aclarado que el volumen de las compras de bonos seguirá dependiendo exclusivamente de consideraciones de política monetaria y de su papel en la consecución del objetivo de inflación del BCE.


LIMITACIÓN DE GARANTÍAS.

Por otro lado, el Eurosistema limitará la proporción de activos emitidos por entidades con una huella de carbono elevada que pueden utilizarse como garantía por entidades de contrapartida individuales para obtener financiación del Eurosistema.

El nuevo sistema de límites, que comenzará a implementarse antes del final de 2024 si se dan las condiciones técnicas necesarias, busca reducir los riesgos financieros asociados al cambio climático en las operaciones de crédito del Eurosistema.

En un primer momento, se aplicarán dichos límites solo a los instrumentos de renta fija negociables emitidos por empresas no financieras, aunque también podrán incluirse otras clases de activos a medida que mejore la calidad de los datos climáticos.

En cualquier caso, estas medidas asegurarán una amplia disponibilidad de activos de garantía que permitirá mantener la eficacia en la ejecución de la política monetaria.

Por otra parte, el Eurosistema solo aceptará como activos de garantía en las operaciones de crédito aquellos activos negociables y créditos de empresas y deudores que cumplan los criterios establecidos en la directiva sobre información corporativa en materia de sostenibilidad (CSRD) una vez se implemente plenamente, algo que se espera para 2026.

Asimismo, continuará perfeccionando sus herramientas y capacidades de evaluación de los riesgos para tener mejor en cuenta los riesgos climáticos. De este modo, el Eurosistema acordó un conjunto de criterios mínimos comunes sobre cómo los sistemas internos de evaluación del crédito de los bancos centrales nacionales deberían incluir los riesgos climáticos en sus calificaciones y que comenzará a aplicarse al final de 2024.

De cara al futuro, el Consejo de Gobierno del BCE se ha comprometido a revisar periódicamente todas las medidas para confirmar que siguen cumpliendo sus objetivos de política monetaria y asegurar, en el marco de su mandato, que continúan apoyando la senda de descarbonización para alcanzar los objetivos del Acuerdo de París y de neutralidad climática de la UE, así como responder a futuras mejoras en los datos climáticos y en los modelos de riesgo y abordar nuevos retos medioambientales, en el marco de su mandato de estabilidad de precios 

#172

El BCE insta a los bancos a no depender de las subidas de tipos para mejorar su rentabilidad

 
El sector bancario no debería confiar exclusivamente en las subidas de tipos esperadas para mejorar su rentabilidad y necesita abordar sus problemas estructurales, dado el empeoramiento de las perspectivas macroeconómicas para la zona euro, que mantiene presente el riesgo de una "salida accidentada" del entorno de tipos bajos que ha caracterizado la última década, según el presidente del Consejo de Supervisión del Banco Central Europeo (BCE), Andrea Enria.

"Los bancos no pueden depender exclusivamente de la normalización de la política monetaria para mejorar su rentabilidad, deben abordar sus problemas estructurales", ha subrayado el italiano en un discurso pronunciado en un evento organizado en Fráncfort por la Federación Bancaria Europea.

Como ya indicara la semana pasada, el supervisor bancario ha recomendado a las entidades que revisen sus trayectorias de capital para incluir el riesgo de recesión en sus escenarios macroeconómicos y tengan en cuenta estas actualizaciones en sus planes de distribución.

En este sentido, Enria ha reconocido que a raíz de la invasión de Ucrania las perspectivas macroeconómicas se han ido deteriorando constantemente y la crisis sobre el suministro de gas hace posible un escenario de interrupción total de las importaciones de energía de Rusia en el futuro, aumentando la probabilidad de que se materialicen escenarios adversos y riesgos de cola.

De este modo, frente a unos resultados del sector bancario en el primer trimestre ampliamente positivos en términos de rentabilidad, las valoraciones de mercado de los bancos han estado cayendo desde el inicio del conflicto en Ucrania y no han mostrado signos de recuperación hasta la fecha.

"En un escenario base de crecimiento positivo, un aumento gradual de las tasas de interés será beneficioso para los bancos en general, impulsando la rentabilidad a través de los márgenes de interés", ha explicado el italiano, quien, sin embargo, ha advertido de que si los tipos aumentaran en un contexto de recesión económica, las ganancias de los bancos se deteriorarían.

Asimismo, ha apuntado que, independientemente de que ocurra o no una recesión, la interacción entre los ajustes de la política monetaria, la dinámica de la inflación y las expectativas del mercado podría conducir a aumentos muy pronunciados o desordenados en las tasas de interés del mercado por encima de las utilizadas en la evaluación del supervisor de los balances bancarios, ampliando los diferenciales crediticios como reflejo de una mayor aversión al riesgo.

"Tales escenarios desordenados podrían, en conjunto, ser perjudiciales para los balances de los bancos y deprimir su rentabilidad a través de canales de transmisión similares a los que se desarrollan durante una recesión", ha explicado Enria, añadiendo que también podrían tener efectos secundarios particularmente dañinos en focos específicos de vulnerabilidad.

"Los riesgos de una salida accidentada del entorno de tipos de interés bajos que ha caracterizado la última década siguen siendo más actuales que nunca", ha advertido, subrayando la necesidad de centrarse en determinadas áreas de negocio, como las finanzas apalancadas, las exposiciones a instituciones financieras no bancarias y el riesgo de crédito de contraparte 

#173

Varios miembros del Consejo de Gobierno del BCE preferían una subida mayor de 25 puntos básicos en julio

 
El Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) acordó en su reunión de política monetaria del 8 y 9 de junio anunciar una subida en julio de 25 puntos básicos de los tipos de interés, aunque en las discusiones previas al consenso finalmente alcanzado varios miembros se mostraron a favor de evitar un compromiso previo y dejar abierta así la puerta a una subida de mayor intensidad.

Según la reseña de la reunión del Consejo de Gobierno publicada este jueves por el BCE, "varios miembros expresaron una preferencia inicial por mantener la puerta abierta para un aumento mayor en la reunión de julio", al considerar que la señal "no debe verse como un compromiso incondicional" con el fin de disponer de margen para ajustar el movimiento de tipos si la información disponible para la reunión de julio afectara materialmente a la perspectiva de inflación a medio plazo.

No obstante, la determinación de que la señal de subida de tipos en julio fuera de 25 puntos básicos respondió a la probabilidad de que un aumento inicial moderado fomentara un ajuste continuo y ordenado del mercado en medio de una gran incertidumbre, mientras que un incremento inicial mayor y preventivo corría el riesgo de desencadenar ajustes excesivos en las tasas de interés de mercado, lo que podría ser contraproducente, especialmente si los riesgos al alza no se materializan.

En este contexto, se acordó ampliamente que el Consejo de Gobierno debería ser más específico en este punto sobre sus expectativas para la reunión de septiembre y, en particular, abrir la puerta a un aumento de las tasas de interés oficiales del BCE en más de 25 puntos básicos si las perspectivas de inflación de medio plazo no hubieran mejorado para ese momento.

Por otro lado, durante el cónclave se llamó la atención sobre la ampliación de los diferenciales soberanos en los últimos meses, señalándose que el establecimiento de una herramienta antifragmentación no estaba reñido con la necesidad de contener las presiones inflacionarias.

"De hecho, abordar la fragmentación podría considerarse necesario para colocar al Consejo de Gobierno en una mejor posición para acelerar la normalización de la política monetaria si las perspectivas de inflación lo justifican", señalaron.

Asimismo, durante la reunión se hizo un llamamiento para acelerar y competar con rapidez los trabajos respecto de una posible nueva herramienta antifragmentación, ya que el riesgo de escisión podría intensificarse a medida que el BCE avance con la normalización de su política monetaria 

#174

El BCE alerta de que los bancos no incorporan suficientemente el riesgo climático en sus modelos internos

 
Los bancos no han incorporado todavía de manera suficiente el riesgo climático en sus marcos de pruebas de estrés y modelos internos, a pesar de algunos avances realizados desde 2020, según ha señalado el Banco Central Europeo (BCE) tras los resultados de la prueba de esfuerzo climático a la que ha sometido a 104 entidades, aunque únicamente 41 completaron la prueba de resistencia, que estimó un impacto adverso de 70.000 millones en relación con un fuerte aumento de los precios del carbono, sequías e inundaciones.

En este sentido, el banco central destacó que los bancos lograron reportar información integral e innovadora sobre el riesgo climático, aunque lamentó que la mayoría de entidades no cuenta con marcos robustos de pruebas de estrés de riesgo climático y carecen de datos relevantes.

"Los bancos de la zona del euro deben intensificar urgentemente los esfuerzos para medir y gestionar el riesgo climático, cerrando las brechas de datos actuales y adoptando las buenas prácticas que ya están presentes en el sector", dijo Andrea Enria, presidente del Consejo de Supervisión del BCE.

Un total de 104 bancos significativos participaron en la prueba, que consta de tres módulos, aunque en el tercero, la prueba de resistencia ascendente ('bottom-up') se limitó a 41 bancos supervisados directamente para garantizar la proporcionalidad hacia los bancos más pequeños.

En el primer módulo del examen, los bancos proporcionaron información sobre sus capacidades propias de pruebas de estrés climático, mientras que en el segundo indicaron su dependencia de los sectores emisores de carbono, y en el tercero se evaluó su desempeño bajo diferentes escenarios a lo largo de varios horizontes temporales.

"Este ejercicio es un hito crucial en nuestro camino para hacer que nuestro sistema financiero sea más resistente al riesgo climático", dijo Frank Elderson, vicepresidente de la Junta de Supervisión. "Esperamos que los bancos tomen medidas decisivas y desarrollen marcos sólidos de pruebas de estrés climático en el corto y mediano plazo", añadió.


RESULTADOS.

Los resultados del primer módulo del examen muestran que alrededor del 60% de los bancos aún no cuenta con un marco de prueba de estrés de riesgo climático. Del mismo modo, la mayoría de los bancos no incluyen el riesgo climático en sus modelos de riesgo de crédito, y solo el 20% considera el riesgo climático como una variable al momento de otorgar préstamos.

En este sentido, el BCE advierte de que en la actualidad los bancos no alcanzan las mejores prácticas, según las cuales deberían establecer capacidades de pruebas de estrés climático que incluyan varios canales de transmisión del riesgo climático (por ejemplo, riesgos de mercado y crédito) y carteras (por ejemplo, corporativo e hipotecario).

En el segundo módulo de la prueba, los resultados indican que, en conjunto, casi dos tercios de los ingresos de los bancos de clientes corporativos no financieros provienen de industrias intensivas en gases de efecto invernadero.

En muchos casos, apunta el BCE, las "emisiones financiadas" de los bancos provienen de un pequeño número de grandes contrapartes, lo que aumenta su exposición a riesgos de transición. Asimismo, la institución recomienda a los bancos intensificar su compromiso con el cliente para obtener datos e información más precisos sobre los planes de transición de estos, ya que es una condición previa para que los bancos midan y gestionen su exposición a los riesgos climáticos en el futuro.


IMPACTO DE 70.000 MILLONES.

En cuanto a la prueba de resistencia del tercer módulo, que requiere que los bancos proyecten pérdidas en eventos climáticos extremos y en escenarios de transición con diferentes horizontes temporales, esta confirma que el riesgo físico tiene un impacto heterogéneo en los bancos europeos.

De este modo, los hallazgos muestran que la vulnerabilidad de los bancos a un escenario de sequía y calor depende en gran medida de las actividades sectoriales y la ubicación geográfica de sus exposiciones, materializándose su impacto a través de una disminución de la productividad sectorial, como por ejemplo en las actividades agrícolas y de la construcción, y un aumento de las pérdidas crediticias en las zonas afectadas.

De manera similar, en el escenario de riesgo de inundaciones, se espera que las garantías inmobiliarias y las hipotecas subyacentes y los préstamos corporativos sufran, particularmente en los lugares más afectados.

La prueba de resistencia muestra que las pérdidas crediticias y de mercado en una transición desordenada a corto plazo y los dos escenarios de riesgo físico ascienden a alrededor de 70.000 millones de euros en conjunto para los 41 bancos en cuestión.

En concreto, unos 53.000 millones de euros corresponderían a pérdidas registradas en el marco del escenario de transición desordenada a corto plazo y otros 17.000 millones a pérdidas registradas en los escenarios de riesgo físico a corto plazo, como sequías o inundaciones.

No obstante, el BCE advierte de que "esto subestima significativamente el riesgo real relacionado con el clima", ya que refleja solo una fracción del peligro real, debido a la escasez de datos disponibles en esta etapa inicial, el modelo subyacente a las proyecciones de los bancos que solo captura los factores climáticos de manera rudimentaria, la exclusión de las recesiones económicas y los efectos secundarios de los escenarios, que las exposiciones examinadas solo representan alrededor de un tercio del total de los 41 bancos.

Con respecto a las proyecciones de largo plazo de los bancos bajo diferentes escenarios de riesgo climático, los resultados muestran que una transición verde ordenada se traduce en menores pérdidas que una acción de política desordenada o nula.

Sin embargo, el BCE destaca que los bancos apenas diferencian entre varios escenarios a largo plazo ya que carecen de estrategias sólidas, más allá de la tendencia a reducir las exposiciones de los sectores más contaminantes y apoyar negocios con menores emisiones de carbono. Por lo tanto, los bancos deben considerar los canales de transmisión directos e indirectos en sus planes estratégicos a largo plazo 

#175

Lagarde pondrá fin a una era en el BCE con la primera subida de tipos desde 2011

 
El Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) acometerá este jueves la primera subida de los tipos de interés en la eurozona desde julio de 2011, poniendo así final a una era en la política monetaria de la zona euro ante el acoso de una inflación desbocada y la caída sin freno de la cotización del euro frente al dólar en los últimos meses, a la vez que Italia atraviesa una nueva crisis política.

Esta primera subida, que afectará a las tres tasas manejadas por el banco central (depósito, refinanciación y préstamo), fue telegrafiada por el BCE en su anterior reunión de junio, por lo que salvo sorpresa inesperada, que tendría una difícil explicación, será de 25 puntos básicos.

Además de la confirmación del anuncio de la primera subida de los tipos de interés en la eurozona, la reunión del jueves del Consejo de Gobierno contará también con otro punto de gran interés, puesto que podrían anunciarse los detalles del plan antifragmentación en el que está trabajando el BCE.

Desde Bank of América apuntan que una subida de tipos mayor de 25 puntos básicos este jueves "es poco probable, pero no impensable", algo que también relacionan con la presentación de la nueva herramienta del BCE para combatir la fragmentación.

"Dados los desarrollos recientes sobre la inflación y en otros bancos centrales, no se puede descartar un movimiento de 50 puntos básicos", aunque el banco estadounidense se plantea preferentemente que en vez de una subida mayor de lo previsto, Lagarde en la rueda de prensa posterior "deje la puerta totalmente abierta a más de 50 puntos básicos en septiembre".

En este sentido, Ulrike Kastens, economista para Europa de DWS, apunta que el endurecimiento que pueda anunciar el BCE de su política monetaria puede ser mayor cuanto más potente resulte ser el programa para combatir la fragmentación en la eurozona.

"Ha alimentado grandes expectativas en el mercado, que ahora deben cumplirse", advierte la economista, que no espera que dicho programa sea limitado en el tiempo y ve probable que las posibles compras de activos se esterilicen para evitar una nueva expansión del balance del BCE, aunque apuesta por que el BCE sólo podrá comprar bonos de países concretos si éstos cumplen determinadas condiciones fiscales.

"Sin embargo, no cabe esperar condiciones y normas estrictas como en el caso de las OMT, sino que el banco central podría conformarse con declaraciones de intenciones", señala Kastens, advirtiendo de que esto podría hacer que el nuevo programa sea legalmente impugnable a medio plazo.

Por su parte, los analistas de Bank of America consideran al respecto que es probable que al menos el BCE haga un anuncio parcial sobre la nueva herramienta, con la posibilidad de que se publiquen algunos detalles en una fecha posterior, aunque advierten de que la condicionalidad y los factores desencadenantes potenciales del nuevo instrumentos, al dejar mucho espacio para la interpretación subjetiva, lo harán menos eficaz y probablemente "empujarán al mercado a probar al BCE".

"Desafortunadamente para el BCE, el mercado podría intentar probar esa nueva herramienta antes de lo que pensábamos hace unos días. Los acontecimientos políticos en Italia no ayudan a este respecto", apuntan, ya que, en el caso de una crisis en toda regla, las reinversiones pueden ayudar por un tiempo, pero sin el respaldo de la nueva herramienta, en última instancia, no serían suficientes 

#176

El BCE sorprende con una subida de tipos de 50 puntos básicos, el primer alza desde 2011

 
El Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) ha decidido elevar los tipos de interés en 50 puntos básicos, de forma que el tipo de interés para sus operaciones de financiación se situará en el 0,50%, mientras que la tasa de depósito alcanzará el 0% y la de facilidad de préstamo, el 0,75%.

El BCE ha acordado así un incremento en el precio del dinero mayor del que había adelantado en las últimas semanas, cuando varios miembros del Comité Ejecutivo indicaron que el alza sería de 25 puntos básicos. Se trata también de la primera subida de tipos desde julio de 2011.

La autoridad monetaria ha explicado que ha considerado "apropiado" acometer un alza mayor del que habían señalado anteriormente por los nuevos datos de riesgos de inflación y para reforzar su otro gran anuncio de este jueves: su mecanismo antifragmentación, denominado oficialmente como Instrumento para la Protección de la Transmisión (TPI, por sus siglas en inglés).

El BCE ha indicado que la senda de normalización de política monetaria continuará en futuras reuniones, aunque no ha indicado durante cuánto tiempo seguirá subiendo los tipos de interés. En su reunión de junio, el BCE adelantó una subida de tipos en septiembre. Tampoco ha ofrecido ninguna orientación a futuro, sino que las decisiones se adoptarán en cada reunión.

"La senda a futuro de la política de tipos del Consejo de Gobierno seguirá siendo dependiente de los datos y ayudará a lograr su objetivo de inflación del 2% a medio plazo", ha subyrado la entidad con sede en Fráncfort.


MECANISMO ANTIFRAGMENTACIÓN.

El BCE ha indicado que el TPI es "necesario" para apoyar una transmisión "efectiva" de la política monetaria. Su aplicación permitirá a la autoridad que su estrategia monetaria se aplique por igual a todos los países de la zona euro.

El TPI se sumará a la 'caja de herramientas' del BCE y se activará para contrarrestar dinámicas de los mercados que sean desordenadas y amenacen a la tranmisión de la política monetaria.

El volumen de compras al amparo del TPI dependerá de la gravedad de los riesgos que tenga que afrontar el BCE, pero las compras no tienen ningún tipo de restriccion 'ex ante'.

El BCE ha recordado que, en todo caso, se seguirán reinvirtiendo los principales de la deuda vencida que haya sido comprada al amparo del programa de compras contra la pandemia (PEPP, por sus siglas en inglés) hasta finales de 2024. De su lado, las compras del programa de activos públicos (APP, por sus siglas en inglés) se mantendrán durante un periodo de tiempo "extendido" desde que el BCE empiece a subir los tipos de interés, es decir, desde este momento.


INFLACIÓN Y PIB.

El producto interior bruto (PIB) de la zona euro registró un incremento intertrimestral del 0,6% en el primer trimestre de 2022, cuatro décimas más que en los tres meses anteriores, de acuerdo a los últimos datos publicados por Eurostat, la oficina de estadística comunitaria.

Por otro lado, los precios registraron en el mes de mayo una inflación del 8,6%, cinco décimas más que en el mes anterior, debido al incremento de los precios de la energía y de los alimentos, marcando su máxima desde que hay registros históricos.

Asimismo, la tasa interanual de inflación subyacente de los países que han adoptado el euro como moneda común, que es el resultado de excluir del cálculo la evolución de los precios de la energía, los alimentos frescos, el alcohol y el tabaco, se contrajo en una décima, hasta el 3,7%.

Con respecto al desempleo, la tasa de mayo de la zona euro, la última disponible, se redujo una décima, hasta el 6,6%. En el conjunto de la UE, el paro se situó en el 6,1%, el mismo dato que en marzo.

El próximo encuentro el Consejo de Gobierno del organismo responsable de la política monetaria de la eurozona se celebrará el 8 de septiembre de 2022 


 
 

#177

El mecanismo antifragmentación del BCE no se usará con deuda de países en el protocolo de déficit excesivo

 
El Instrumento para la Protección de la Transmisión (TPI, por sus siglas en inglés), el mecanismo antifragmentación del Banco Central Europeo (BCE), no podrá emplearse para adquirir deuda de países que estén sometidos al protocolo de déficit excesivo, según ha indicado la autoridad monetaria este jueves.

Según los detalles del mecanismo que ha publicado el organismo, el BCE tendrá cuatro mecanismos de elegibilidad para adquirir deuda de países. La autoridad con sede en Fráncfort no podrá hacerse con deuda de países bajo el protocolo de déficit excesivo, ni de aquellos bajo el protocolo de desequilibrios macroeconómicos.

Asimismo, el BCE valorará si el país en cuestión tiene sostenibilidad fiscal, valorando si la trayectoria de la deuda pública es sostenible teniendo en cuenta los análisis de la Comisión Europea, del Mecanismo Europeo de Estabilidad y del Fondo Monetario Internacional.

En cuarto lugar, la autoridad presidida por Christine Lagarde examinará si las políticas macroeconómicas del país son sólidas y sostenibles, es decir, si cumplen los planes de recuperación y resiliencia y si se adaptan a las recomendaciones en el mercado del Semestre Europeo.

El TPI se sumará a la 'caja de herramientas' del BCE y se activará para contrarrestar dinámicas de los mercados que sean desordenadas y amenacen a la transmisión de la política monetaria.

El volumen de compras al amparo del TPI dependerá de la gravedad de los riesgos que tenga que afrontar el BCE, pero las compras no tienen ningún tipo de restricción 'ex ante'. Las compras finalizarán cuando se produzca una mejora duradera en la transmisión de la política monetaria.

El BCE ha subrayado que la activación del TPI no podrá interferir con la política monetaria. Por ello, las compras se realizarán de forma que no se produzca un impacto persistente en el balance del Eurosistema ni en la postura monetaria del organismo.

La autoridad comprará deuda en el mercado secundario emitida por entidades soberanas con vencimientos situados entre 1 y 10 años. En caso de ser apropiado, el BCE valorará si comprar también la compra de deuda del sector privado (empresas). 

#178

El BCE da un salto en su política monetaria, confiado en su nueva herramienta antifragmentación

 
La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, ha explicado que el Consejo de Gobierno de la institución alcanzó "un consenso" para elevar los tipos de interés en 50 puntos básicos, el doble de lo anunciado previamente por la entidad, en respuesta a la evolución de la situación macroeconómica y tras alcanzar un acuerdo "unánime" para establecer una nueva herramienta antifragmentación.

"Se debatieron los pros y contras decidimos que era apropiado dar un paso mayor en la salida de los tipos de interés negativos sobre la base de varios elementos que han cambiado respecto la reunión de junio" ha indicado la francesa en la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Gobierno del BCE, señalando que "el segundo componente de la decisión" fue contar con el Instrumento para la Protección de la Transmisión (TPI, por sus siglas en inglés).

"Ambos elementos nos dejaron decidir una subida mayor de la señalizada (en junio) por lo que al final de la discusión hubo consenso para subir los tipos en 50 puntos básicos", ha precisado.

De este modo, según Lagarde el establecimiento del TPI es necesario para apoyar la transmisión efectiva de la política monetaria y, a medida que continúe la normalización monetaria, "garantizará que la postura de política monetaria se transmita sin problemas a todos los países de la zona del euro".

En este sentido, ha señalado que la escala de las compras bajo el TPI depende de la gravedad de los riesgos para la transmisión de la política monetaria y no estarán restringidas ex ante.

"Al salvaguardar el mecanismo de transmisión, el TPI permitirá que el Consejo de Gobierno cumpla con mayor eficacia su mandato de estabilidad de precios", ha defendido, recordando que, además de este nuevo instrumento, el BCE cuenta con la flexibilidad en las reinversiones de los vencimientos del programa de compras de emergencia ante la pandemia (PEPP) como "primera línea de defensa para contrarrestar los riesgos del mecanismo de transmisión relacionados con la pandemia".

Con esta decisión, el BCE ha dado por finiquitada su orientación a futuro, la manera con la que el banco central orientaba al mercado sobre sus movimientos futuros, limitándose a adelantar que serán necesarias más subidas de tipos en las próximas reuniones, pero subrayando que las decisiones se irán adoptando "reunión a reunión", siempre en función de los datos disponibles, con vistas a cumplir el mandato de devolver la inflación al objetivo del 2% a medio plazo.

En cuanto al análisis de la situación económica, Lagarde ha reconocido que la actividad se está desacelerando como consecuencia en parte del "lastre" que representa la guerra en Ucrania, mientras que el impacto de la alta inflación en el poder adquisitivo, las continuas restricciones de suministro y una mayor incertidumbre "están teniendo un efecto moderador en la economía".

De este modo, Ha advertido de que la prolongación de la guerra en Ucrania sigue siendo una fuente de riesgo significativo a la baja para el crecimiento, especialmente si el suministro de energía de Rusia se interrumpiera hasta tal punto que llevara al racionamiento para las empresas y hogares.

Asimismo, después de que la inflación de la zona euro escalase al récord del 8,6% en junio, la presidenta del BCE ha advertido de que se prevé que esta siga "indeseablemente alta" durante algún tiempo, debido a las continuas presiones de los precios de la energía y los alimentos, así como por el impacto inflacionistas de la depreciación del euro.

"Las mayores presiones inflacionistas también se derivan de la depreciación del tipo de cambio del euro", ha apuntado Lagarde, después de que la moneda europea llegase a caer por debajo de la paridad con el dólar la semana pasada.

No obstante, de cara al futuro y en ausencia de nuevas interrupciones, Lagarde ha anticipado que los costes de la energía deberían estabilizarse y los cuellos de botella en el suministro deberían aliviarse, lo que, junto con la normalización de la política en curso, debería respaldar el regreso de la inflación al objetivo del BCE, aunque ha reconocido que "los riesgos para las perspectivas de inflación continúan siendo alcistas y se han intensificado, particularmente en el corto plazo" 

#179

Schnabel (BCE) no descarta que la eurozona entre en recesión técnica

 
Los signos que apuntan a una desaceleración del crecimiento de la zona euro abren la puerta a que la economía de la región entre en recesión técnica, mientras que probablemente tardarán algún tiempo en disiparse las presiones inflacionistas, según ha indicado la representante alemana en el directorio del Banco Central Europeo (BCE), Isabel Schnabel.

"Hay una fuerte indicación de que el crecimiento va a desacelerarse y no descartaría que entremos en una recesión técnica, especialmente si el suministro de energía de Rusia se interrumpe aún más", ha advertido la economista germana en una entrevista con Reuters.

En este sentido, Schnabel ha señalado que los riesgos a la baja para el crecimiento económico de la eurozona también han aumentado debido a perturbaciones adicionales del lado de la oferta, provocados por sequías o por los bajos niveles de agua en los principales ríos.

De este modo, a pesar de que la economía ha demostrado su capacidad de adaptarse, la alemana ha indicado que el 'shock' de los precios de la energía "es demasiado grande para compensarlo por completo", aunque ha subrayado que existe heterogeneidad entre los países del euro y parece que, de los países más grandes, Alemania es el más afectado.

A pesar del deterioro previsto de la actividad de la zona euro, Schnabel ha asegurado que no aprecia "ninguna indicación de una recesión prolongada y profunda en este momento". "Ni siquiera está claro que vaya a haber una recesión técnica en la zona del euro. Simplemente no lo descartaría", ha añadido.

En cuanto a la inflación, la representante de Alemania en el directorio del BCE ha apuntado que es probable que las fuertes presiones inflacionarias continúen durante algún tiempo y que no desaparezcan rápidamente.

"Incluso con la normalización de la política monetaria en curso, llevará algún tiempo hasta que la inflación vuelva al 2%", ha reconocido, al tiempo que ha añadido que, no puede excluirse que, en el corto plazo, la inflación aumente aún más.

En este sentido, si bien la mayoría de referencias sobre las expectativas de inflación a más largo plazo se mantienen en torno al 2%, la alemana advierte de que una serie de indicadores apuntan hacia un riesgo elevado de desanclaje. "Creo que es muy importante que nos tomemos estos signos en serio", afirma.

Asimismo, ante la dificultad de predecir cuándo la inflación llegará a su máximo, la economista ha defendido la importancia de dar más peso a los datos reales de la inflación en las decisiones de política monetaria del BCE.

De este modo, de cara a la reunión del Consejo de Gobierno del BCE del próximo mes de septiembre, Schnabel ha sugerido su posición favorable a que la entidad vuelva a actuar con decisión, ya que sostiene que al mirar los datos más recientes, las preocupaciones que había en julio, cuando el banco central decidió acometer una subida de tipos de 50 puntos básicos, "no se han aliviado" 

#180

Parte del BCE advirtió de que sorprender con la subida de tipos añadía incertidumbre al mercado

 
El Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) decidió en su reunión del pasado mes de julio subir los tipos en 50 puntos básicos con el apoyo de "gran número" de los miembros, mientras que algunos preferían una subida más modesta al considerar que sorprender con la decisión añadiría incertidumbre al mercado.

La presidenta del BCE, Christine Lagarde, ya confirmó en su comparecencia ante la prensa inmediatamente posterior a la reunión del órgano de gobierno de la entidad, formado por los seis ejecutivos del banco central y los gobernadores de los bancos centrales nacionales, que la subida de tipos de 50 puntos básicos se había adoptado por consenso, fórmula empleada para comunicar las decisiones sacadas adelante sin unanimidad, sino por mayoría.

Sin embargo, la reseña de la reunión celebrada el pasado 21 de julio, revela que la sorpresiva decisión del Consejo del BCE, que hasta entonces se había ceñido a su orientación de futuro de un alza de solo 25 puntos básicos, contó con el apoyo de "un gran número de miembros" en vista del empeoramiento de las perspectivas de inflación al juzgar que esto proporcionaba una señal clara de su determinación de actuar y cumplir su mandato.

No obstante, recoge el documento, "algunos miembros se pronunciaron a favor de aumentar los tipos de interés oficiales del BCE en 25 puntos básicos, ya que esta era la medida prevista comunicada en la reunión de junio y mantendría la coherencia con la comunicación anterior del Consejo de Gobierno".

En este sentido, la minoría de consejeros a favor de una subida más modesta de los tipos de interés advirtió de que, ante los riesgos de recesión que se avecinan, un aumento de 25 puntos básicos estaba más acorde con una normalización gradual de la política monetaria y era también compatible con el retorno de la inflación al objetivo del 2% en el medio plazo, una vez disipados los choques transitorios.

"Además, se planteó la preocupación de que, si el Consejo de Gobierno se desviaba de su guía anterior y sorprendía a los mercados con un aumento mayor al esperado, esto se sumaría a las incertidumbres prevalecientes en el mercado", señala la reseña de la reunión.

Sin embargo, a pesar de tales consideraciones, la mayoría del Consejo de Gobierno determinó que era necesario demostrar la disposición de responder cuando se producen cambios en el panorama, además de considerar que, a pesar de constituir un aumento mayor al esperado, la subida de 50 puntos básicos brindaba más claridad a los participantes del mercado en un entorno altamente incierto.

En este sentido, también se consideró que la postura de la política monetaria "siguió siendo acomodaticia" incluso después de un aumento de 50 puntos básicos.

De este modo y ante la escalada de la inflación en la zona euro, se prevé que el Consejo de Gobierno del BCE, que volverá a reunirse el próximo 8 de septiembre, volverá a subir los tipos en otros 50 puntos básicos, después de que la representante alemana en el directorio de la institución, Isabel Schnabel, advirtiera la semana pasada que, al mirar los datos más recientes, las preocupaciones que había en julio "no se han aliviado" 

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