Cercle Finance -13/06/2025 a las 16:12
El regreso de Trump a la Casa Blanca, la guerra comercial y los aranceles agresivos Es todo un mundo nuevo que está tomando forma frente a nosotros", explicó Andrzej Szczepaniak, economista sénior europeo de Nomura, en una rueda de prensa celebrada el miércoles 11 de junio.
Desde el regreso del republicano a Washington, los mercados se han enfrentado a un nivel de incertidumbre sin precedentes, que ha evolucionado en consonancia con los anuncios impactantes, las declaraciones escandalosas y las sorpresivas vueltas atrás del presidente.
El 2 de abril, Trump anunció la introducción de los llamados «aranceles» recíprocos contra el resto del mundo, conmocionando a los mercados. Una semana más tarde, anunció la congelación de estas medidas por un periodo de 90 días... al tiempo que desataba las hostilidades contra Pekín con la adopción de aranceles prohibitivos del... ¡145 % !
Poca información se filtra por el momento sobre las negociaciones comerciales entre EEUU y la UE. El 9 de julio marcará el fin de la pausa concedida por Trump y una entrada en lo desconocido.
Por el momento, el escenario base de la mayoría de los economistas es aranceles del 10% para todos y del 30% para China", señala Nomura.
Andrzej Szczepaniak advierte: «Cuidado con restar importancia a estas cifras, que siguen siendo mucho más elevadas de lo que se pensaba».
Aunque Donald Trump ha acostumbrado a los mercados a sus incesantes giros de 180 grados, al republicano se le puede reconocer, no obstante, coherencia en un punto: la lucha contra el déficit comercial de Estados Unidos, al que ve como el origen de todos los males del país.
Sin embargo, como señala Nomura, «no hay absolutamente nada malo en una balanza comercial negativa en la medida en que el consumidor estadounidense compra mucho más de lo que el país es capaz de producir». Sea como fuere, los «aranceles» ya empiezan a dar sus frutos.
El aumento de los derechos de aduana, sobre todo frente a China, ya ha disparado los ingresos federales. En abril se recaudaron más de 22.000 millones de dólares, frente a una media de unos 7.000 millones al mes entre 2020 y 2024.
Andrzej Szczepaniak añade: "El tipo impositivo medio sobre las importaciones ha pasado del 2% o 3% al 20%, cuando los mercados esperaban un aumento más limitado, en torno al 10%.
Este nivel de imposición no tiene precedentes desde la Ley Hawley-Smoot, que se remonta a la Gran Depresión de 1930", señala. Y recuerda uno de los cálculos del BCE: unos aranceles del 10% contra la UE tendrían un impacto negativo de 70 puntos básicos sobre el crecimiento en tres años.
Nuestro escenario es una bajada de tipos por parte de la Fed en diciembre, seguida de dos recortes en 2026, en enero y marzo", afirma el analista, que no obstante se muestra prudente, consciente de la dificultad de esbozar escenarios en este contexto.
En efecto, la complejidad de los escenarios vinculados a los aranceles, las políticas fiscales y las reacciones de los mercados hace que las previsiones sean más inciertas que en el pasado.
En cuanto al Viejo Continente, Nomura se aventura a anticipar dos nuevas bajadas de tipos por parte del BCE a finales de año, en septiembre y diciembre, con un tipo objetivo del 1,5%.
Por tanto, deberíamos ver un desfase entre la Fed y el BCE en la aplicación de su política monetaria", subraya Andrzej Szczepaniak.
Según Nomura, es probable que la caída del crecimiento provoque una desinflación más acusada de lo previsto, sobre todo por el efecto indirecto de los aranceles estadounidenses y el dumping chino, que están haciendo bajar los precios de las importaciones.
Esto podría incluso obligar al BCE a recortar los tipos más de lo previsto (1,5% previsto, o incluso 1,25% en un escenario de riesgo).
Las políticas fiscales nacionales también desempeñarán un papel crucial: Alemania tiene previsto un importante estímulo fiscal (42.000 millones de euros), que podría limitar el alcance de los recortes de tipos.
Al mismo tiempo, el mercado prevé una reasignación masiva de capitales de Estados Unidos a Europa (unos 150.000 millones de dólares previstos), impulsada por las tensiones comerciales y el deseo de diversificación. Esto apoyaría al euro (objetivo 1,20 USD) y reforzaría la desinflación europea.