En un escenario de capitalismo humanitario, deberíamos asumir que Asturias y León deben despoblarse, ya que no hay empleo suficiente salvo el creado a proposito, y convertirse quizás en un megaparque natural. Una pequeña parte de la población podría ser reconvertida en guardas forestales y guias mediambientales, algún otro en población agro-ganadera de alto valor añadido (producción ecológica y de calidad).
El resto, entre empleos directos e inducidos, unas 10 ó 15.000 familias, deberían ser trasladados a otros territorios de España, donde fueran empleables. Se podría utilizar mecanismos de asistencia social para el desplazamiento, reconversión laboral y nuevo asentamiento.
Este proceso de migración, bien administrado, no debería generar problemas de acogimiento, y al aumentar la demanda en los lugares de llegada (más personas, más necesidades, más consumo), haría autosostenible la situación.
Tendríamos un leve problema geográfico de eficiencia, ya que generaríamos un desierto demográfico entre España y Galicia, pero el parque natural que nos sale, riete de Yellowstone.
Dado que España en su conjunto vería mejorada su situación patrimonial, pasando de tener un conjunto de industrias no rentables ni competitivas, a un foco productor de alimentos de calidad, y atracción turística, además de posible sumidero de CO2, podría la economía del pais permitirse incluso el pago de algún tipo de pensión compensatoria a la población astur-leonesa. Y aun nos saldria a cuenta el negocio.
la plus belle des ruses du Diable est de vous persuader qu'il n'existe pas!