Reducción de la jornada laboral para repartir el empleo - crisis
Yo lo que sugiero es que primero nos marquemos como objetivo una tasa de paro X, por ejemplo entre el 0% y el 5%, y reduzcamos la jornada laboral de 40 horas a las que haya que reducir para que la tasa de paro sea la que nos hayamos marcado como objetivo. Posteriormente, la economía se reactivaría y la tasa de paro seguiría bajando, y entonces habría llegado el momento de volver otra vez a subir la jornada laboral.
Es decir, que el chip con el que llevamos funcionando desde hace prácticamente un siglo es el de tener una jornada laboral fija, y una tasa de paro que varía de entre el 5% y el 25%. Yo lo que propongo es hacerlo a la inversa: nos marcamos como objetivo una “tasa de paro fija”, por ejemplo del 5%, y cada periodo de X meses subimos o bajamos la jornada laboral hasta donde haya que subirla o bajarla para que la tasa de paro sea siempre ese hipotético 5% deseado (que digo 5% como puedo decir 3% ó 7%... es posible que lo que baje del 5% en tasa de desempleo pueda ser contraproducente...).
Antes de seguir, hay que aclarar una premisa que hay mucha gente que parece no tener clara, y es el hecho de que quien crea los puestos de trabajo no somos los autónomos, sino la demanda de los consumidores. En efecto, si mi tienda está desbordada, veo que el personal que está a mi cargo no da abasto, y que me hace falta alguien más, entonces es cuando yo decido contratar a alguien para responder a esa demanda, cuando sé que lo que me produciría tener un empleado más iba a ser mayor que los costes que me supondría, siempre con el propósito legítimo de sacar yo un beneficio extra para mí. Ahora bien, si yo decido que no quiero contratarlo mientras el mercado está demandando un par de dependientes más en mi zona, entonces será un competidor mío quien los contrate y así me “robará” clientela. Y si ninguno de mis competidores ni yo tampoco estamos por la labor de contratar a nadie más, aun sabiendo que los consumidores demandan un par de dependientes más, entonces aparecerá un nuevo competidor con un par de empleados para cubrir él o ella ese hueco que los demás no hemos puesto interés en cubrir. Así de simple. Con lo cual, la tasa de paro depende de dos factores: la jornada laboral, y la demanda de los consumidores.
Concretamente, los consumidores demandan un número X de horas de mano de obra, y es cuestión de quien hace las leyes el “repartir” esas horas de mano de obra para alcanzar la tasa de paro que se haya marcado como objetivo. Visto así, acabar con el desempleo debería ser lo más fácil, ¿verdad?
A continuación os pego el enlace a un vídeo de YouTube donde un señor peruano (Carlos Tovar) defiende la jornada mundial de 4 horas diarias. Aunque no estoy de acuerdo con algunas de las cosas que defiende, sí que es cierto que los argumentos de fondo que yo defiendo son los mismos que él. Por favor, emplead 9 minutos de vuestro tiempo en mirar este vídeo, y sigo exponiendo mis puntos de vista:
http://www.youtube.com/watch?v=aB8D_9_fZRI
En resumen, el vídeo defiende lo siguiente:
· Desde que se implanta en Europa la jornada de 40 horas, hace casi un siglo, hasta hoy, la productividad se ha multiplicado aproximadamente por diez. Si la productividad aumenta, disminuye la mano de obra, pero eso no es malo, y no solamente no es malo, sino que, al contrario, es buenísimo. ¿Dónde está el fallo? En que, ante el aumento de la productividad, en lugar de reaccionar reduciendo la jornada laboral para que todos podamos tener el mismo nivel de vida que antes pero trabajando menos horas (con más tiempo libre, más felices), lo que se suele hacer en general es despedir trabajadores. El aumento de productividad nos hace tener que elegir entre aumentar el paro o reducir la jornada, pero, cuando lo fácil y lo lógico es optar por reducir la jornada, lo que se hace es aumentar el paro. Con lo cual, cuando lo fácil y lo lógico es que el aumento de productividad sea una ventaja para todos, somos tan tontos que lo convertimos en un inconveniente.
· Hay una cosa del vídeo con la que yo no estoy de acuerdo, y es que Carlos Tovar insinúa que, si con una máquina que duplica la productividad, terminas a las 4 horas lo que antes te llevaba 8 horas de trabajo, deberías irte a casa. A ver, no estoy de acuerdo, para empezar porque, si la primera vez que se duplicó la productividad hubiéramos partido la jornada en dos, ahora mismo no tendríamos televisión, ni coche, ni agua corriente, ni electricidad en casa... Después de que una máquina en la empresa nos duplica la productividad, si en lugar de trabajar la mitad de tiempo que antes, utilizamos el tiempo que nos queda disponible para desarrollar más avances que mejoren la calidad de vida de los consumidores (que a su vez son obreros de otras empresas, que también desarrollan más avances para mejorar la calidad de vida de los consumidores, incluyendo a la plantilla de nuestra empresa que también somos consumidores en nuestro tiempo de ocio), entonces tampoco está tan mal la idea. No se mejora la calidad de vida durante nuestras horas laborables, pero sí se mejora la calidad de vida durante nuestro tiempo de ocio. También es una ventaja. O bien... si en vez de bajar la jornada de 8 a 4 horas, la bajásemos por ejemplo de 8 a 6, tendríamos por un lado una mejora en nuestra calidad de vida como trabajadores, y al mismo tiempo otra mejora en la calidad de vida como consumidores en nuestro tiempo de ocio (mataríamos dos pájaros de un tiro). Pero básicamente estoy en desacuerdo porque lo que sugiero es que el número máximo de horas de trabajo semanales sea determinado por la demanda de los consumidores. Por ejemplo, en Suiza, donde la jornada es de 42,5 horas a la semana, se hizo un referéndum para decidir si se alargaban las vacaciones 15 días o no. Y los suizos dijeron que no... teniendo una jornada laboral mayor que la nuestra... Pero hay una diferencia con Suiza, y es que en Suiza hay un 3% de paro, y aquí un 25%. En un país donde hay un 3% de paro, no hay necesidad de tocar la jornada laboral, porque se está trabajando lo que hay que trabajar para suplir la demanda de los consumidores (que son al fin y al cabo los mismos trabajadores). En Suiza, los consumidores demandan 42,5 horas de trabajo semanales, pero en España NO. Si hay un 25% de parados, es porque no hay demanda de mano de obra para ellos, una vez que el 75% restante está trabajando. A partir de aquí, acabar con el paro es lo más fácil, no es más que una simple división, más o menos: el número de millones de horas de mano de obra demandadas a la semana, partido por el número de personas en edad y condiciones de trabajar, y te da el número de horas de trabajo en promedio por cada persona en activo. Le pones un poquito más porque siempre hay gente que quiere trabajar a tiempo parcial, y porque tiene que haber siempre una pequeñita tasa de paro para favorecer el reciclaje y tal... ¡y ya está! ¿Por qué no se hace algo que es tan fácil y tan lógico?
· El parado, al bajar la jornada, recibirá ofertas de empleo y pasará a ser trabajador, y al ser trabajador, se convertirá en consumidor otra vez, su consumo demandará más empleo, y más desempleados pasarán a ser trabajadores para volver a ser consumidores después, y sería la pescadilla que se muerde la cola. Actualmente, lo que ocurre es que, al incrementarse el número de parados, unos ven reducido su nivel adquisitivo (con lo cual, no consumen porque no tienen dinero), y otros no lo ven reducido pero les entra el miedo (con lo cual, no consumen porque ahorran). Entre los que no consumen porque no tienen ingresos, y los que no consumen porque lo ahorran porque tienen miedo, la consecuencia es que el consumo se estanca. Al estancarse el consumo, se reduce la demanda de productos, con lo cual se reduce también la demanda de puestos de trabajo, y la lista del paro crece... más paro implica menos consumo, menos consumo implica más paro, y es la pescadilla que se muerde la cola. Esto es lo que lleva años ocurriendo.
PROBLEMAS QUE SUPONE EL DESEMPLEO:
1) El que no cobra el subsidio de desempleo, es un problema por el drama personal y familiar que supone para él y para su familia
2) El que cobra el subsidio, es un problema para el Estado, por todo lo que le cuesta
3) Y por otro lado, estamos desperdiciando millones de horas de mano de obra. Porque ese 25% de personas en paro, le están dedicando su jornada laboral a zapatearse ciudades enteras buscando un trabajo que no van a encontrar (no, no lo van a encontrar, porque los consumidores no lo demandan, los consumidores demandan empleo para el 75% a 40 horas de jornada laboral). Es lo que se llama “trabajar a lo tonto”, gastar energía sin producir.
CÓMO SE SOLUCIONAN ESTOS PROBLEMAS CON LA REDUCCIÓN DE JORNADA:
1) Se acaba el drama personal y familiar de los que no cobran el paro, y encima además COTIZAN.
2) Los que cobran el paro, pasan de suponerle un gasto al Estado, a no sólo no suponerle ningún gasto sino que además COTIZAN también (por cada mileurista que cobra 1.000 € al mes de paro, gana el Estado 1.400 €, que son: los 1.000 € que deja de cobrar del Estado, MÁS los 400 € que pasa a cotizar en seguros sociales).
3) Los que le dedican toda su jornada laboral a desperdiciar energía en el trabajo de buscarse un trabajo que no van a encontrar, pasarían a dedicarle esa energía a PRODUCIR RIQUEZA. Con lo cual, el número de horas destinadas a producir riqueza serían las mismas que antes, sólo que los millones de horas de mano de obra que los desempleados malgastan en buscar un trabajo que no van a encontrar, pasarían a convertirse en horas libres a repartir entre toda la población activa, que se podrían dedicar al ocio, o a formarse para ser más productivos, o simplemente a descansar para ser también más productivos en las horas de trabajo.
A QUIÉN BENEFICIARÍA ESTA REDUCCIÓN DE JORNADA
1) A los parados que no cobran subsidio, porque de esta forma les entraría dinero en casa.
2) A los empleados que tienen miedo de perder su trabajo y a los parados que cobran el subsidio y que tienen miedo de no haber encontrado trabajo antes de que se les acabe el subsidio, porque al reducirse el paro drásticamente, desaparece el miedo a que no entre dinero en casa (si sabes que, en el peor de los casos, te despiden pero encuentras otro trabajo a los cuatro días). Si al final, al cabo del año has trabajado lo mismo que si hubiera un 5% de paro, no es lo mismo irte a dormir durante las 365 noches de un año con el miedo constante a perder el trabajo y no encontrar otro, que irte a dormir sabiendo que en el peor de los casos, si te despiden, a los cuatro días encuentras otro trabajo.
3) A los empleados y jubilados que están dedicando la mayor parte de sus sueldos y pensiones a ayudar a familiares y amigos que están sin trabajo y no llegan a fin de mes.
4) Al Estado (es decir, a TODOS), porque nos gastamos menos dinero en pagar subsidios de desempleo, e ingresamos más dinero en cotizaciones a la Seguridad Social.
A QUIÉN PERJUDICARÍA ESTA MEDIDA: a los jubilados, funcionarios y empleados con puesto fijo y sin miedo a perderlo y que no tienen que ayudar a nadie (ya sea porque no tienen familiares ni amigos que necesitan ayuda, o porque los tienen pero se la suda). Claro, porque si una reducción de jornada implica una reducción de sueldo proporcional a la reducción de jornada, a este sector de perjudicados no les va a gustar la idea de tener que renunciar a la piscina, o tener que ir menos al restaurante, o tener que disfrutar de unas vacaciones más baratitas. Esto me lo dijo un amigo hará un par de años, que al hombre le parece una chorrada la idea de la reducción de jornada... lo que pasa es que entonces no había venido aún la oleada de recortes que se han hecho hasta ahora. Hace poco le dije “oye, y si el inconveniente que tú me ponías era que iba a haber gente a la que no le iba a gustar perder poder adquisitivo, ¿tú no crees que todos los recortes que se han hecho y que quedan por hacer ya están suponiendo para ellos una jodienda mayor de lo que les habría supuesto una reducción de jornada, con su consiguiente reducción proporcional de ingresos?”. No digo que no tuviera argumentos para contestarme, pero no me contestó... bien es cierto que lo pillé en mal momento, al hombre...
Bien, mi réplica a este inconveniente no va a ser que son un sector minoritario y que tenemos que hacer lo que más le interese a la mayoría. No voy a ir por ahí, voy a tratar a este inconveniente como si este sector de la población fuese el mayoritario... Cuando la productividad aumenta, disminuye la mano de obra necesaria para realizar una tarea determinada, con lo cual el coste de fabricación del producto final es más barato. Es decir, si una máquina nueva en mi empresa aumenta la productividad en un 33% (1/3), habremos conseguido que el trabajo que antes un operario hacía en 8 horas, ahora las haga en 6. Con lo cual, al loro, ese 33% de aumento de productividad, provoca un ahorro del 25% en tiempo de mano de obra, lo cual implica 25% menos de costes de salarios, y por tanto permite que el producto final se pueda vender un 25% más barato. Es decir, que suponiendo que de repente se instalasen máquinas que aumentasen la productividad un 33% en todas las empresas, si trabajamos todos un 25% menos, cobramos un 25% menos, pero el producto final resulta ser un 25% más barato, al final, lo único con lo que nos encontramos es que trabajamos 2 horas menos al día. La última vez que compré un grabador de TDT, me costó 50 €. ¿Qué precio tendría esto en los años 80, cuando un reproductor de vídeo VHS “bueno” podría costar 300.000 pesetas de las de entonces? Que sí, que vale, que todos sabemos que lo que viene de China es más barato porque allí la mano de obra es más barata, sí. Pero hace 7 años un grabador de TDT o de DVD costaba mucho más que lo que hoy cuesta otro producto del mismo fabricante con muchísima más calidad y funcionalidad que lo que había hace 7 años... y aquello también se hacía en China. Todos los electrodomésticos bajan su valor drásticamente con los años, aquí y en China y en Alemania.
Pero vamos, que en el fondo todo esto sería algo así como un ERE pero a lo bestia, ¿no? ¿Qué opináis?