Respecto al tema que nos ocupa en este hilo, la gran mayoría de foreros, por no decir todos menos yo, os habéis puesto del lado de los débiles, los indignados, pobrecitos, que viene la Poli y les lincha, sin haber hecho nada malo.
No he juzgado en ningun momento si tienen razón o derecho o no en lo que reinvindican o exigen, sólo he pedido un poco más de autocrítica en las plazas, de realismo en el hilo, de repaso triste de la historia mundial. Ya ha habido muchos casos, demasiados, en los que la Policía se ha visto obligada a desalojar usando la fuerza bruta, tanto en España como en el extranjero.
Y también quería expresar que las cosas no son nunca ni tan bonitas como nos las pintan, ni tan pacíficas como nos las están haciendo ver. Si a mí la autoridad me pide por las buenas que me vaya, ten por seguro que me levanto y me voy. Y dejarse arrastrar por los suelos, no sé yo hasta que punto está bien, si es una actitud cívica o no. Obedecer a la autoridad, aún cuando no te apetece y sabes que tienes más razón que un santo, es parte de la aceptación de las reglas del juego democrático. Los problemas surgen cuando parte de la población no quiere jugar al mismo juego. O sencillamente quiere implantar otras reglas, quizá más justas, pero no las ya implantadas. Y recordemos que éstas no se colocaron en la sociedad con la fuerza del poder dictatorial, sino a través del voto libre de las urnas. La voz del pueblo.
La clase política se corrompe. Y el pueblo clama justicia. Y está en su derecho, pero considero que ese derecho no debe romper el orden establecido, sino mejorarlo. Pero mientras no constituyan en una mayoría respaldada por el pueblo, no tienen derecho a desobedecer la ley. Y ésta se impondrá con el tiempo.
Respecto a que pueda haber policías que disfrutan zurrando al personal, pues quizá los haya, no te lo puedo negar porque no conozco tantísimos policías como para hacer una estadística medianamente fiable, pero creo que por lógica y humanidad a muy pocos les gusta pegar a la gente. Creo que preferirían cobrar el doble en un trabajo de despacho donde ni peguen ni estén en potencia o peligro de ser pegados... o algo más, que en sus filas hay ya demasiadas víctimas mortales, como para que ahora les tachen de inhumanos, solo por tener que realizar su trabajo.
Esta es mi postura. Y espero que por hoy haya quedado clara, porque ya me tengo que despedir hasta mañana. ¡Buenas noches!
Si un amigo es de verdad, su amistad perdura en el tiempo y con la distancia.