Interesantes reflexiones de una lectora del blog de Antonio Rico http://inversorinteligente.net/ que, desde su simplicidad, enfocan la filosofía Bogle desde los dos bastiones principales que la sustentan: bajo coste y sencillez. Me quedo con su última frase.
" Marta
27/12/2014 a las 9:57 am
Igual me estoy equivocando en algo, pero la fiebre por los ETFs que se ha desatado últimamente no la entiendo. Os explico mi caso particular que imagino será el de la mayoría: mi objetivo es ir ahorrando con vistas a mejorar mi pensión de jubilación (si es que nos quedara algo). Me quedan casi 30 años para ello. Desde que Antonio nos descubriera los fondos indexados de Pictet y Amundi, voy aportando a ellos mensualmente todo lo que puedo. No tengo cuenta de valores con ningún broker. No me preocupan las comisiones de compraventa, custodia, dividendos, cánones de bolsa, etc. Tampoco cómo se envían las órdenes de compraventa en los diferentes brokers y si en algunos cobran diversas comisiones por ejecutarse en diferentes tramos. Tampoco las comisiones por cambio de divisa si el ETF cotiza en otra moneda. Y tantas otras cosas.
Desde la simplicidad de los fondos indexados a los que ahora podemos acceder tenemos variedad por regiones, RF y RV, bajos TER, posibilidad de ir realizando aportaciones pequeñas, nulo impacto fiscal, posibilidad de rebalancear sin coste. Durante estas décadas y mientras estén disponibles estos medios me parecen fantásticos.
Y cuando pasen 30 años (en mi caso) nos hemos podido ir beneficiando de la maravilla del interés compuesto. Los dividendos se acumulan. Yo ahora no quiero dividendos para nada. Muy al contrario: si todo lo que puedo ahorrar lo invierto en los indexados y que los dividendos trabajen para mi desde dentro y desde el primer minuto. Cuando los días de hormiga terminen y comience la vida de cigarra, creo que una opción perfecta sería ir traspasando los fondos indexados a fondos de inversión de reparto de dividendos y de cupones. Por ejemplo, ahora hay muy buenos fondos de reparto disponibles: M&G global dividend, DWS top dividend y en RF tenemos al Pictet eur short-mid term bonds de distribución. Procuraría no vender o vender lo mínimo imprescindible. Vuestros herederos recibirían un maravilloso legado a modo de fondos que han ido creciendo a lo largo de varias décadas con “nulas plusvalías del muerto”.
Todas estas ventajas que tienen los fondos no se las encuentro a los ETFs. Si éstos son de distribución, tributamos por los dividendos percibidos y además incurrimos en más comisiones de broker al reinvertir los mismos. Esto traspasado a varias décadas me parece bastante pasta. Si los ETFs son de acumulación, llegada la jubilación tendremos forzosamente que vender y tributar, pues no son traspasables. La ventaja del menor TER de los ETFs (ojo que los gastos de los indexados de Amundi y Pictet ya son realmente muy bajos) se evapora cuando además de los gastos propios se le suman las comisiones de brokers. La otra ventaja de que se pueden comprar inmediatamente tampoco le veo beneficio porque mi inversión es a larguísimo plazo y me es indiferente la cotización a la hora x del día d.
La única ventaja que veo ahora en los ETFs es que se pueden comprar small caps, value, reits, etc. y que no están disponibles en los fondos indexados a día de hoy. Aunque posiblemente esto pueda cambiar. De hecho ya tenemos a los Amundi de bonos indexados corporativos y soberanos.
En fin chicos pediros disculpas por el tocho, pero quería volcar aquí mis reflexiones. Lo poco que sé de esto lo descubrí gracias a Antonio a quien sigo desde su primer blog. Y también atiendo vuestras valiosas aportaciones. Si el abuelo Buffett recomienda simplemente indexarse al S&P 500, ¿no estaremos nosotros complicando todo esto más de lo preciso?
Saludos y feliz año,
Marta "