Efectivamente los números de Airbus y Boeing no son espectaculares ahora y tiempo tendremos aquí de ir poniéndole el cascabel al gato. Pero en estas empresas hay muchos aspectos cualitativos de importancia capital.
Un punto clave es el R&D, relacionado también con que el regulador y estas empresas mantienen un vínculo íntimo y complejo. Personal que pasa de un lado al otro, etc. muy típico de grandes compañías estatales estratégicas. Como muestra la nueva legislación desarrollándose en este momento por la FAA trabajando codo con codo con Boeing a raíz del fiasco del 737 MAX.
Los márgenes de eficiencia y productividad financieros en estas empresas tienen unas posibilidades de mejora amplísimos, derivados de su posición dominante y del mamoneo con las administraciones. Cuando hace falta se empieza a quitar grasa y aún así nunca se ven los límites de la cadena de valor.
La imagen y el valor de marca en la mente del usuario y el cliente es otro punto importante que merece un amplio análisis a la hora de valorar las partidas inmateriales de los balances.
La parte técnica evidentemente tiene su complejidad y la protección de la tecnología y el pipeline es otro punto importante. La evolución de los combustibles, de motores, sistemas no tripulados, etc dan para mucho análisis.
Los movimientos de las grandes financieras de aviones y sus pedidos también son puntos a considerar.
Estas empresas también son punta de lanza de la carrera tecnológica entre potencias con implicaciones políticas. Aquí entra también la entrada y evolución de China en el negocio.
Los sistemas de movilidad terrícolas, los flujos, capacidades, tipologías de aeronaves, corredores, competencias con trenes de alta velocidad, etc. son otro melón a analizar.
En definitiva tenemos muchísimos ángulos que analizar y mucha tinta que gastar investigando estas empresas. Si aquí varios llevamos estas compañías auguro muchos e interesantes posts al respecto.