Las pensiones están diseñadas para ser como el timo de la estampita, en los noventas un hombre de 65 años era viejo, muchos achatarrados de pasar desde los 13 años trabajando como un esclavo, muchos fumadores, bebedores, el jubilado tenía la muerte al lado, tenía sentido que cobrase en esos pocos años que iba a sobrevivir sin trabajar darle un plus concediéndole una pensión según sus últimos años cotizados, normalmente los que ejerció como experto en su materia, sea de oficial, de encargado, etc.
Tras las reconversiones, las prejubilaciones a mansalva y la mejora de la calidad de vida donde se ha puesto de moda las buenas prácticas de salud, deporte y dieta sana, el sistema de pensiones es totalmente inviable tal y como estaba planteado. Una cosa es estar jubilado 8 o 10 años y otra 30 o 35, eso ya es otro modelo, en ese modelo se debería de tener en cuenta toda la vida laboral y muy importante, la cantidad de años que se cotizan, un autónomo o un empleado que trabaja desde los 20 hasta los 67 y que aporta al año de media 3000 euros a la seguridad social debería cobrar más que un director de banco que ha trabajado desde los 28 a los 55 habiendo aportado una media de 4800 al año. A eso habría que sumarle un baremo de compensación para quién nunca estuvo de baja o muy poco y un baremo de penalización para quién haya reiterado en bajas que no obtuvieron una incapacidad.