Con todo el cariño del mundo os digo que sois de lo más cansino con la matraca de los informes semestrales y con la pretensión de saber al dedillo las posiciones. Pretensión, además, de inútil para nuestros intereses como partícipes, completamente baladí por motivos tan obvios que me pasma que no los tengáis en cuenta.
Eran las posiciones a 30 de Junio. Y digo eran porque ha pasado un mes desde entonces y han podido cambiar, bien por rotación real de cartera o bien porque esa foto fija de las posiciones en ese día fuera la que a la gestora le interese publicar y dichas posiciones se acomoden en esos días con tal fin, ardid completamente legal y que estaría justificado por el énfasis excesivo de muchos partícipes con ínfulas de gestores activos. Y yo el primero que he caído en ese error, por delante lo digo.
Se ha demostrado que es mala idea intentar tradear un fondo, cualquier fondo; se ha demostrado que es casi imposible acertar con el timing de entrada o salida, si no ya de una acción, no digamos con la de un fondo tan peculiar como este; se ha demostrado que copiarles las posiciones a nivel particular suele acabar en desastre e injusta atribución de culpas hacia los propios gestores; en finanzas, se ha demostrado que un conocimiento parcial induce la falsa conciencia de un conocimiento mayor que deriva en una excesiva confianza que lleva al error.
Lo coherente, cuando se delega -aquí y en otros ámbitos-, es confiar y observar resultados, o al menos así lo entiendo yo: si estos son buenos, todo va bien. O al menos si se ha hecho previamente la "debida diligencia" de entender en quién y en qué se delega: hecho eso -siendo lo más difícil-, sólo queda confiar, esperar y comprobar resultados. En cualquier caso, entiendo absurda esa continua aspiración de control, de exaltación de pureza de clientes permanentemente insatisfechos y de la impostada pretensión de controlar aquello que nuestras capacidades revelan imposible, pues en caso contrario no delegaríamos en una gestora.
Y el primero equivocado yo, con los pantallazos de las narices, proporcionando un exceso de información, parcial e inexacta además, que puede condicionar el comportamiento de determinados foreros que, una vez delegada la gestión, deberían olvidarse y no consultar el valor liquidativo salvo de higos a brevas.
En la bolsa y los mercados el ruido es infinitamente peor que el silencio.