En realidad no valoran por PER -sería el acabose que a esos niveles lo hicieran así-, sino por descuento de flujos de caja, como básicamente todo el mundo en la industria.
Ahora bien, donde despliegan toda su creatividad es en la estimación de los FCF, aplicando crecimientos supuestos muy generosos -consecuencia de no haber analizado bien la empresa, y quizá desconocer el sector-, y en los WACC, exigiendo múltiplos impropios de los sectores donde ellos se mueven.
Así, les sale una valoración que, por ejemplo, duplica la actual. Entonces, ese mágico duplicar implica, para un plazo de cinco años, un 15% anualizado, que luego convierten en el famoso PER 6 de la cartera.
Excuso decir el resultado.