Llega el momento de “rescatar a mi personaje” que ya presenté hace tiempo en algún post de estos, mi personaje es el “tío pensador del ático”, es un empleado de rango medio tirando a alto, que tiene contratado toda empresas grande que se precie, el personaje que tiene un despacho en el ático de central, viste traje de 800 € y su cometido es pensar y pensar, en el caso “financiero” es quien piensa los productos y saca productos hasta por las narices, a veces dicen los que conocen alguno que le sale humo por las orejas de tanto pensar, también suele utilizar el “sistema chino” que no es otra cosa que copiar al vecino y mejorar el producto, se dice (yo no podido verificar este extremo) que los “tipos pensadores del ático” de las grandes empresas de un mismo ramo no son amigos entre si, se rehuyen entre ellos, se supone que son desconfiados por naturaleza para evitar que les apliquen el “sistema chino” a ellos, al ser muy amigos de utilizarlo, pero no que se lo apliquen a ellos, estos caballeros o señoras (el sexo es irrelevante a estos efectos, los/las que valen, valen, y el/las que no, no), bien cuando sacan un producto preparan la vez un “panfleto” de presentación a las sucursales de la entidad donde ponen las ventajas que para el cliente supone la coña marinera que sea, con una redacción de extrema calidad, porque primero hay que “venderlo” a los comerciales y directores de las sucursales, ya que si estos no lo ven claro el producto tenderá al fracaso, se asigna un presupuesto de venta, si la empresa es una que se precia se pone un presupuesto alto, al suponer que al ser tan bueno el producto se vende con la boina (ellos, “los pensadores” suelen creer en sus propios montajes) una vez preparado todo hay que montar a la vez un sistema de controladores para seguir el presupuesto, suelen ser unos personajes “machacones” con los comerciales y directores de oficina, exigiendo porque está semana no se han vendido todos los que tocan, y pedir como piensa en director o comercial corregir esto, porque la oficina de al lado va por encima del presupuesto, y esto no es aceptable para la empresa.
En fin este cuento que obviamente es una exageración, es más o menos como va, con lo cual los directores y comerciales de las sucursales acaban vendiendo cualquier coña buena, mediocre o mala a los clientes correctos, y a los incorrectos también, ya que la presión desde arriba es alta, cuando no extrema.
Esto lo digo porque tus afirmaciones parecen indicar que los responsables son los directores de las oficinas, y si esta es tu opinión, que obviamente respeto, yo creo que no, que el problema ha sido creado desde arriba, las sucursales son una mera consecuencia del despropósito, y sí lógicamente son “colaborares necesarios” del pollo montado en esto de los swaps, por no saber soportar la presión, y vender esto a quien realmente se puede vender (que para todo hay un mercado, y para esto de los swaps también), pero este “mercado” no parece ser precisamente a quien lo han colocado.