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PORQUE LAS PREFERENTES SON UN TIMO. 30 MIL MILLONES CAPTURADOS EN UN MERCADO QUE NO EXISTE
Los datos documentales indican que es probable que las circunstancias fueran estas:
Las emisoras de los títulos utilizan sociedades pantalla (interpuestas entre el banco principal y los compradores) para colocar sin riesgo de ningún tipo esos títulos, al principio, en los primeros años (1999-2003). Luego el legislador (julio de 2003), siendo ministro del ramo uno de los imputados, Rodrigo Rato, da carta de legalidad a esa forma de actuar, certificando e imponiendo la validez de la sociedad pantalla y la confusión a efectos de apariencia del colocador con la sociedad, sin determinar la necesidad de tal sociedad pantalla por alguna razón de seguridad para los inversores.
Los clientes que adquieren estos títulos son en una proporción enorme, casi total, “analfabetos financieros”, o sea ciudadanos corrientes, como ustedes o como nosotros , y por eso estos títulos no son adquiridos por los mercados, y si acaso algún profesional o inversor “cualificado” las adquiere, rápidamente se deshace de sus posiciones.
El emisor de los títulos, que es en realidad el colocador de las Preferentes, o sea, las Cajas y los Bancos, a pesar de que, como hemos visto, la ley preveía que las Preferentes tuviesen que “tener un mercado” para poder ser válidas, controla en todo momento el supuesto mercado, siendo ellos quien determinan, para cada una de sus preferentes, en todo momento, quiénes, cómo, cuándo y a qué precios se realizan las transacciones o las “liquidaciones”.
No parece existir nunca un mercado libre, cuya definición legal indican los artículos 30 y siguientes de la Ley del Mercado de Valores. Solo parecen tener conocimiento del movimiento en el mercado de los títulos quien los emite o está directamente relacionado con la emisión, y a veces, ni siquiera eso. El mercado parece ser que es entonces lo que decide la entidad emisora. Nunca salen de red de oficinas los títulos. De cada una de Cajas y Bancos, para sus preferentes respectivas.
Nunca se informó de la existencia de entidades liquidadoras a los clientes.
El hecho de que a partir de una fecha, 2006, se exija un test (el ridículo MIDFI) de aptitud para invertir en estos productos (firmar estos contratos) a las personas físicas, es el colmo de la sinrazón.
Frente a la regla general, que nos hace suponer que todo contrato debe comenzar con un explícito o implícito “Ambas partes, reconociéndose mutuamente capacidad para contratar …” se da carta de naturaleza al hecho de que una de las partes, por descontado, no tiene conocimientos. Si se tiene que realizar un test previo, es que no los tiene: “Ambas partes, reconociéndose mutuamente capacidad para … ¡ah, no, un momento¡ la parte débil no sabe ni entiende que va a contratar, no tiene capacidad para entender esto, pero esperad, que enseguida solventamos esto … pon un test, legislador” (nos permitimos esta broma ya que no hay manera de explicar seriamente cómo es posible que se dé carta de naturaleza a algo así).
El test a quien realmente protege es a la entidad financiera, a la que cubre en caso de reclamación por vicios subjetivos de conocimiento, no al inversor.
¿Se van dando cuenta como la legislación protege una y otra vez a las entidades financieras frente a las reclamaciones de los clientes, en vez de proteger a los clientes o en todo caso equipararlos a los dos, y no dotarlas de privilegios?
Y, como veremos más adelante, esto sigue a día de hoy, a pesar de que el escándalo ya ha puesto de manifiestas ante la opinión pública las incongruencias legales. Y ya es el colmo que ahora les digan que cambien sus preferentes por acciones y después acudan al arbitraje. Es el colmo total. Por qué … y si después de cambiadas mis preferentes no me dan la razón en el arbitraje? aahhh, lo siento, ya cambió usted sus preferentes, ahora ya no puede ir a un Juzgado, se siente….
Mediante el control total de los movimientos posibles de los inversores, el precio que marque el valor de las preferentes lo determinarán las Cajas, siempre. Diseñadas para ello así desde el principio.
A pesar de ello, la CNMV sólo publica dos pequeñas notas en 2009 y 2010 advirtiendo que el modo de proceder no es el correcto en cuanto a las operaciones “de mercado” y la forma de actuar respecto a estos títulos.
Páginas 172 a 174 del informe anual. Descarga pdf
El 17 de noviembre de 2011 estalla el “escándalo”.
Los medios de comunicación comienzan a hacerse eco del “problema” de las Participaciones Preferentes. Los mercados dejan de “funcionar”, y los “inversores” ven como resulta imposible desprenderse de los títulos.
Los medios de comunicación dan a entender que la CNMV prohibió, a través de un supuesto comunicado a las entidades que disponían de las Participaciones Preferentes, el cruce de operaciones horizontal entre los propios clientes de cada entidad.
Para que se entienda mejor. En vez de dar la orden de venta y que estos títulos se pusieran a disposición del mercado, la orden de venta se quedaba dentro de la red de sucursales y los títulos nunca salían al mercado.
De haber salido, el mercado naturalmente los hubiera destrozado desde el punto de vista de los precios. Así que el banco, procuraba que sus preferentes, si había que venderlas por la razón que fuera, solo las comprara otro señor cliente del mismo banco, al precio que se le marcara, sin que las preferentes salieran a un mercado real nunca, para que no se supiera que no valían nada.
Así lo hicieron desde el año 2000 entre toda la banca y, por supuesto, Santander, BBVA y la Caixa, a lo grande, junto con Caja Madrid. A lo grande significa que, juntos, sumaban unos veinte mil millones de euros en preferentes esos cuatro.
Se consulta al gestor del mercado secundario de tales títulos, Bolsas y Mercados Españoles S.A., que informa verbalmente que existe una notificación por parte de la CNMV a las entidades financieras prohibiendo el cruce o case interno de esos títulos.
Al solicitar copia o sitio web para obtener tal escrito o comunicación se nos informa que el mismo no es público, y que debe contactarse con la CNMV.
Al no encontrar publicada dicha comunicación o nota de la CNMV en ninguno de los canales oficiales de comunicación de esta institución al respecto (notas de prensa, “comunicaciones” o hechos relevantes, según su normativa), se contactó con la misma para que facilitaran documentación al respecto de lo sucedido. La CNMV comunica que existe una notificación, pero no se puede proporcionar porque es “privada”.
Formalmente, la CNMV solo dedica dos páginas en su resumen anual de 2011 a la singularidad del mercado de preferentes, manifestando que el case interno de operaciones que hacen las entidades financieras no es “apropiado”.
Se hunde y desaparece de pronto un mercado que movía supuestamente más de treinta mil millones de euros y la CNMV no considera que deba incluirse en su informe anual un estudio detallado y documentado sobre qué ha podido suceder.
No existe comunicación u orden oficial que disponga el cierre del mercado de preferentes. Las entidades indican a sus clientes cuando quieren vender que no hay mercado en noviembre de 2011.
Puede ser que la forma habitual de proceder consistiera en que cuando un cliente persona física, antes de que estallase el escándalo, quisiera obtener liquidez, cada entidad, a través de su red interna de sucursales, buscara otro u otros clientes a quien “endosar” las participaciones del cliente que quería venderlas, del mismo modo que las habían colocado antes.
Se llamaba desde las oficinas o sucursales a algún cliente, o se aprovecha cualquier gestión que hiciera en ellas para ofrecerle el contrato. Eso explica que las órdenes de venta nunca se hicieran efectivas en las 24 horas que marcaban las normas.
No hay cruce de órdenes en el mercado electrónico. No salen las preferentes nunca del ámbito de dominio del emisor o del garante, de las Cajas, que son quienes deciden como se venden, a que precios, y a quién, además de cuándo.
El mercado consistió durante años en que desde una sucursal de la misma entidad, se comunicaba a otras sucursales de la misma entidad que debían colocar tal cantidad de preferentes cuando alguien quería recuperar su dinero.
Por eso las demás entidades consultadas ignoran todo al respecto de los títulos que no sean los suyos, salvo las propias tenedoras de los títulos, ya que nunca hubo un mercado real, o como mucho, este hubo de comenzar en noviembre de 2011, siendo imposible entonces el funcionamiento de ese mercado “real” de preferentes de acuerdo con las normas legales que los regulaban desde el año 1999. Colocar una orden en el mercado abierto, en el legal y real, fue infructuoso y era imposible, pues nadie compraría algo tan absurdo, y las entidades de liquidez, como si no existieran, nunca cumplieron su contrato.
VAMOS LLEGANDO AL MEOLLO….
Si es así, no existe diferencia entre tal actuación y lo que supuso el fraude de Fórum Filatélico, de los sellos. El supuesto mercado libre, no existió nunca, y las operaciones que debieron desarrollarse de manera reglada, respetando tanto las normas de la Ley del Mercado de Valores como el reglamento interno del AIAF, no pueden verificarse según las normas de trazabilidad de los títulos valores.
Ello permite entonces controlar “los mercados” a su sola voluntad, determinar unilateralmente el valor y forzar indirectamente a los titulares a aceptar un canje por acciones de Bankia que supuestamente les permitiría obtener liquidez.
Y no solo a Bankia, sino a todas las entidades que emitieron preferentes, que de esta manera podían convertir a todos sus clientes, ahorradores a plazo fijo, en accionistas forzosos.
Al actuar sin mercado real, la manipulación de los precios fue sencilla.
La CNMV prohíbe (creemos) a través de un documento no publicado esa práctica en noviembre de 2011, fecha en la que se desploman los valores al tener que “salir” a un mercado real si quieren ser vendidas, con la particularidad de que todos los valores de Bankia de preferentes que tenía Bankia caen un 25%. Precisamente el descuento que BFA – Bankia imponen a los clientes en el canje de marzo de 2012.
Para determinar los precios, es preciso un contrato de compra.
Al parecer, nadie realiza una sola operación desde noviembre de 2011.
El único intercambio de títulos se efectúa entre los titulares y BFA, que compra al 100%, al nominal, y pese a ello, la cotización refleja una caída al 75% cuando debía reflejar un valor del 100%, lo que había pagado en acciones BFA ese mismo 28 de marzo de 2012.
Si nunca hubo mercado de preferentes de acuerdo a las normas de la Ley del Mercado de Valores, y todo parece indicar que no lo hubo, las preferentes constituyen una estafa en su desarrollo, además de en muchísimos casos, en el momento de la venta. Si eso es así, todos los titulares podrían denunciar en el Juzgado de Guardia que nunca hubo mercado, y que se han manipulado los precios siempre, desde el primer día.
Si me prometen que hay un mercado secundario oficial y me hacen creer que hay un mercado secundario oficial funcionando con normalidad y de acuerdo a la legislación, siempre pienso que en cualquier momento podré venderlas, aunque tuviera que soportar pérdidas. Pero no, nunca hubo tal cosa. Y si no lo hubo, esto es una estafa en toda regla, dando igual los test Midfi, la edad, los conocimeintos y todo lo demás.
Aceptar ahora un arbitraje en el que quienes debieron proteger a los inversores, la CNMV y el Banco de España, intervengan decidiendo cualquier cosa, es una barbaridad.
Si lo ha entendido … ¿qué opina la Fiscalía de todo esto?
Solo Bankia continua debiendo más de tres mil millones de euros en preferentes, y el resto, unos cinco mil millones de euros. Piensen. Sabiendo esto, ¿qué quieren los dos partidos y la CNMV y el Banco de España?
Cerrar el asunto.
Pues va a ser que no.
Por cierto, he leído por ahí que la "filtración del informe de la CNMV sobre Bankia" se hizo con intención de paralizar las 18.000 demandas civiles interpuestas contra la entidad.