Sinceramente, lo veo muy negativo, sobre todo para quienes todo este tema nos genera ansiedad. Supongo que, como la mayoría de los que estamos aquí, dependemos de esta pensión para poder vivir. Por desgracia, el hecho de que ahora puedan establecer una fecha incierta para una posible revisión nos quita tranquilidad y nos impide centrarnos en nuestras enfermedades y en estar lo mejor posible.
Entiendo que hayan implementado este sistema por la falta de personal, y que, como muchos comentáis, revisarán la historia clínica y, si todo sigue igual o peor, la pensión se mantendrá o incluso se escalará. Pero el problema es que, con esta medida aparentemente “pequeña”, han conseguido afectarnos de manera silenciosa y significativa.
Si no fijan unas fechas concretas para las revisiones, lo que en realidad ocurre es que perdemos la poca estabilidad que teníamos. Pueden controlarnos cada mes o cuando les plazca, acceder a nuestro historial, y, si detectan cualquier detalle que les pueda beneficiar, podrían darnos el alta.
No entiendo cómo no hay más gente protestando por esto. Más que una incapacidad total o absoluta, esta medida se parece más a seguir de baja médica, pero con la incertidumbre de que, en cualquier momento, puedan decidir retirarnos la prestación.