Dependiendo nuestro horizonte de inversión y estrategia cada quien decidirá cuáles y cuántos Fondos/ETFs debería tener en cartera, pero yo me pregunto: es realmente necesario para el inversor promedio de a pie tener más de dos Fondos/ETFs, al menos en la parte de Renta Variable?
Está probado y comprobado que la mayoría del tiempo los “expertos” financieros no son mejores que una moneda al aire cuando se trata de hacer pronósticos y recomendaciones, de hecho, a veces bastante peor que eso. Sus errores y poca o nula divulgación de intereses e inclinaciones detrás de sus palabras han hecho que los inversores pierdan oportunidades y dinero.
Con la proliferación de ETFs (que no siempre es buena) para todo tipo de modas y necesidades, los inversores debemos ser cuidadosos con estrategias que prometan retornos fabulosos. Esto no sólo aplica para ETFs, sino también para Fondos o estrategias de trading.
En Rankia hay muchos estilos de inversión, entre todos ellos hay algunos que prefieren seleccionar acciones individuales, otros prefieren Fondos o ETFs y otros más combinarlos. Yo pertenezco a este último tipo, pero este post va dirigido principalmente a stock pickers y en especial a los que se enfocan a Value Investing y/o Dividendos.
Si el quid de la cuestión al Invertir es Comprar Barato y Vender Caro (o alguna combinación), entonces es lógico asumir que entre más Barato compremos, mejores probabilidades que nuestra Ganancia sea mayor. También es lógico asumir que entre más Caro compremos, menores serán nuestras probabilidades de obtener buenos resultados
¿Qué pasaría si tenemos la mala suerte de comenzar a invertir en los puntos más altos de Mercado, justo cuando la Burbuja está por explotar? Qué pasaría si somos la persona con peor suerte del mundo y además de empezar nuestra inversión en el pico de la burbuja hacemos también aportaciones únicamente en los peores momentos cuando la Bolsa está a punto de caer?
He estado leyendo algunos de los post en los foros acerca de jubilación y retiro. Hay muy buenas ideas y excelentes aportaciones, pero parece que la mayoría da vueltas alrededor de preguntas como ¿dónde invierto? ¿Qué estrategia sigo? ¿Qué Fondos o ETFs o acciones compró? ¿Cómo y/o dónde empiezo? ¿Cómo diversifico?
Hasta este finde no había tenido oportunidad de leer la serie de posts acerca de Buy&Hold (I, II, III) del rankiano Lancastergate. Recomiendo leer los 3 posts porque señala matices diferentes en cada uno.
Siguiendo las enseñanzas de Charlie Munger he estado coleccionando varios Modelos Mentales desde hace tiempo y creo que la mejor forma de poner mis ideas en orden e internalizar los conceptos es escribirlos y explicarlos primero mientras los practico.
Con las tasas bajas que la represión financiera trae y que lastiman a ahorradores, fondos de pensiones y retirados o rentistas, la mayoría de ellos ha optado por perseguir activos que den altos rendimientos para compensar la caída en sus rentas, lo cual ha ocasionado que los activos que pagan Dividendos comiencen a estar sobrevalorados en algunas regiones como en USA.
Algo que siempre me ha gustado es encontrar conexiones entre cosas comunes con las que tropiezo y conceptos de inversión, trato de obtener lo mejor (o más pragmático) de las cosas que veo y leo. Me hace poner todo en perspectiva, darles otro enfoque y hacer conexiones mentales más fuertes para mejorar conceptos o aclarar ideas.
El año se acaba y para quienes estuvimos invertios y alejados del ruido y miedos, acaba muy bien. Mi Lección de 2013: invertir basado en mi propio análisis y no en modas, consejos, pronósticos o ideologías de nadie, aunque sus argumentos parezcan muy inteligentes y convincentes. Reconocer qué está dentro y fuera de mi control.
El título del post hace referencia al genial libro de Joel Greenblatt “You Can Be A Stock Market Genius” donde el argumento principal es enfocarse en situaciones especiales donde es más probable encontrar bargains y donde relativamente pocos inversores investigan, como los spin-offs, M&A, distressed and bankruptcy securities, etc., o como él lo llama “the stock market’s Twilight Zone”.
En días recientes con las noticias y ruido de la mayoría de los medios sobre los nuevos máximos de varios índices, he estado leyendo varios comentarios y artículos en diversos sitios preguntando si es momento de comprar o cuándo es el mejor momento para entrar al Mercado.
Utilizando la oportunidad de la máquina del tiempo que los libros dan, quiero compartir tres casos de acciones que cotizaban en los 30s y que traen un poco de luz hoy acerca de algunos temas actuales y del comportamiento de las masas durante eventos nuevos (al menos para nuestra pésima memoria) que sacan a flote a nuestro peor enemigo: Nosotros mismos.
Después de ver fallar por enésima vez al consenso de analistas, bloggers y el resto de la comentocracia acerca del tapering ―o cualquier otro tema para el caso―, yo me pregunto: ¿estamos haciendo las preguntas correctas? ¿estamos preocupándonos por las cosas que están dentro de nuestro control o perdemos el tiempo con las cosas que están fuera de nuestro control?