Esteban era un empresario de éxito. Había heredado una pequeña empresa de mudanzas de dos camiones y ya tenía cinco camiones trabajando a pleno rendimiento.
Hoy es un día de esperanza para miles de pequeños propietarios que no se atreven a alquilar sus propiedades, no por miedo a los inquilinos morosos sino por miedo a la increíble lentitud de la maquinaria judicial.
En primer lugar estoy indignado con la baja calidad democrática de las instituciones, con unos tribunales completamente mediatizados por los partidos políticos y una fiscalía servil al gobierno de turno.En segundo lugar estoy harto de la ausencia de democracia interna en los partidos políticos.
Los mercados de renta variable en caída libre, la incertidumbre macro es cada vez mayor, y por si fuera poco la inestabilidad de las finanzas públicas es creciente. La pregunta siempre es la misma: “¿qué hago con mi dinero?
Si digo que en este país hubo un periodo en el que los bancos se volvieron locos e hicieron unos préstamos hipotecarios suicidas, supongo que todo el mundo estará de acuerdo conmigo. No es nada nuevo. Pues bien, a pesar de tener eso tan claro, todavía me espantan algunos ejemplos de hipotecas de los que tengo noticia.
La Comunidad de Madrid está ultimando un anteproyecto de Ley para que los créditos hipotecarios sean más transparentes, tanto en la información previa como en la propia escritura de hipoteca. Lástima que llegue un poco tarde para algunos.
De tanto salir en el telediario ya se han convertido en actores principales de nuestra cotidianidad. Quieren opinar de todo, okupan nuestros espacios públicos sin ningún complejo e insultan a nuestros representantes políticos, que sí nos representan a todos aunque no les hayamos votado.
Su nombre es el más repetido de España y no precisamente para bien. Para unos es el prototipo del banquero especulador sin escrúpulos y para otros es simplemente un ricachón más. Nadie se hace tan rico sin robar, dice el resto. Pero a él estas y otras majaderías le traen sin cuidado, como si no fueran con él.
Estos días de junio siempre son muy tristes. En ellos se materializa una de las grandes paradojas de nuestro tiempo, que es que los ciudadanos más vilipendiados de nuestra sociedad, aquellos que más se lucraron (palabra maldita) y más riqueza crearon el año pasado, se ven obligados a ir a Hacienda, donde son acogotados para que entreguen hasta los hígados.
¿Qué es más arriesgado, invertir en bolsa o en subastas?, ¿Cuánto dinero podemos perder?
El común de los mortales tiene la extraña idea de que las subastas es un mundo cerrado y peligroso en el que es poco menos que imposible invertir dinero y que, si lo haces, lo más normal es perderlo. Nada más lejos de la realidad, siempre que tengamos unos conocimientos básicos y usemos el sentido
En los últimos meses muchos me habéis pedido que escribiera un post dedicado a explicar cómo son exactamente las hipotecas en Estados Unidos. Trabajo ímprobo porque sobre este particular solo se lo que sabe la mayoría. De cualquier modo, como me siento responsable de cuidar a los pocos lectores que aún soportan mis salidas de tono, me disponía a ponerme a trabajar cuando de repente... zas,
El negocio se está poniendo de rabiosa actualidad. No hay más que poner las palabras adecuadas en el buscador y aparecen decenas de ofertas de empresas dispuestas a comprar mitades indivisas, nudas propiedades, usufructos, derechos hereditarios y todas las rarezas que nos podamos imaginar, capaces de echar para atrás al más pintado.
En España, la reforma estructural más importante y con mayor potencial de transformación del país es, precisamente, la reforma del sistema judicial.
Los mercados financieros están peligrosos. La bolsa española ha vuelto a la senda bajista durante el 2009, pero el fondo de inversión Bestinver Internacional, en el que yo he confiado durante muchos años, ha vuelto a subir un 26% en el 2010 tras el 72% que subió en el 2009.
¿La responsabilidad de los créditos hipotecarios debe ser una garantía personal que alcance a todo el patrimonio del deudor o debe alcanzar exclusivamente la garantía real de la propiedad hipotecada?