Acabamos de empezar y ya nos cercan los problemas. La víctima esta vez es de Sevilla, donde por lo visto hay juzgados que siguen su propia Ley, como en Deadwood.
Esto es lo que me envían:
¿Qué te parece la faena que me han hecho en el juzgado nº5 de Sevilla que me han suspendido la subasta cuatro meses después de haberse celebrado cuando estaban a punto de dictar el Decreto
Comienza una nueva temporada de subastas en uno de los peores momentos históricos de este país en el mercado de la venta de viviendas. Conozco subasteros que en lo que va de año no han vendido ni un solo piso y otros que ya no tienen liquidez por el lastre de ladrillos que acumulan.
De tanto salir en el telediario ya se han convertido en actores principales de nuestra cotidianidad. Quieren opinar de todo, okupan nuestros espacios públicos sin ningún complejo e insultan a nuestros representantes políticos, que sí nos representan a todos aunque no les hayamos votado.
Ya hemos comentado en otras ocasiones el tremendo marrón que puede derivar de que te caduque el embargo antes de haber presentado en el Registro de la Propiedad los Mandamientos de Cancelación de Cargas.
Uno de los motivos por los que el mercado de las hipotecas es tan dinámico (al menos hasta la última reforma), es por la rapidez de las ejecuciones hipotecarias. Los requisitos para presentar una demanda son mínimos, basta que hayan transcurrido 30 días desde el requerimiento de pago y que la demanda incluya el original de la escritura de hipoteca para que el juez la admita a trámite.
En teoría el demandado en este procedimiento judicial no debería tener motivos de queja porque ha tenido la suerte de cara desde el principio. La subasta se celebró en el juzgado más atascado de España, cuyos empleados judiciales estaban en tal estado de estrés que un buen día la mitad decidieron pedir cambio de destino y se largaron dos días después.
Apenas acaba de salir del horno la reforma de la que hablábamos la semana pasada y ya empiezan las dudas y los problemas. Me han llegado tres mails de contenido muy similar:
Hola Tristán, tengo una duda respecto a la nueva ley y a la adjudicación en subasta que me esta quitando el sueño por una operación que hice de hipoteca privada con un familiar al que le presté el dinero para
Recibido por mail esta misma semana:
Buenas tardes Tristán, No se si te acuerdas de mi caso, me adjudique un piso en enero. Tengo el auto de adjudicación....
Su nombre es el más repetido de España y no precisamente para bien. Para unos es el prototipo del banquero especulador sin escrúpulos y para otros es simplemente un ricachón más. Nadie se hace tan rico sin robar, dice el resto. Pero a él estas y otras majaderías le traen sin cuidado, como si no fueran con él.
Lo que propongo sería un sistema similar al de las grandes firmas de subastas de arte (Sotheby´s), en el que el único que debe dejar una fianza es el adjudicatario, precisamente para evitar que no cumpla con su compromiso.
Se trata de un juzgado distinto del 31 y 32, esos que se según tus palabras, "se han pasado al lado oscuro" porque sólo te permiten ver la fotocopia de la certificación de cargas, el edicto y poco más.
Esta mañana vengo de mala leche. A primera hora he estado en uno de mis juzgados favoritos, de esos que por estar en la otra esquina, lejos de todo y de todos, no suelen ser frecuentados por la competencia y he tenido uno de esos encontronazos que te dejan tocado.
Escribiendo el otro día sobre lo inteligente que resulta que el adjudicatario se ponga de acuerdo con el demandado para buscar su cooperación en la venta del piso subastado, recordé una vivencia que tuve hace diez años en la que no solo no pudo ser sino que el primer contacto casi acaba en los titulares de la prensa.
Estos " majaderos sin fronteras" del 15-M ya se están pasando de castaño oscuro. Empezaron soñando con que bajo los adoquines de la Puerta del Sol encontrarían la playa y otras cuantas subnormalidades del mismo tono y ahora se han metido a Super Héroes de pacotilla que andan metiendo las narices en asuntos judiciales que les vienen grandes. Ellos precisamente, que no tienen ni oficio ni
Yo suelo acordar una comisión o un precio cerrado junto al compromiso de abandonar la vivienda entre los dos o tres meses que transcurren entre la entrega de las arras y la firma de la escritura notarial de compra-venta, antes de la cual deben haberse ido sin excusas. Nunca reciben ni un euro mientras permanezcan en la casa.