La economía del sector privado de la zona euro se mantuvo en territorio de contracción al cierre del tercer trimestre. Las cifras del sector servicios pintan un panorama sombrío, pero el principal lastre continúa proviniendo del sector manufacturero, según se refleja en el índice PMI.
Según el Flash del índice PMI compuesto de la actividad total de la zona euro, ajustado estacionalmente, se situó en 47,1 en septiembre, subiendo ligeramente de la lectura de 46,7 de agosto, pero de todos modos "señaló un sólido declive mensual de la actividad total al cierre del tercer trimestre". La actividad total ha caído por cuarto mes consecutivo.
Como señala, por segundo mes consecutivo, los declives se observaron en los dos sectores estudiados, puesto que la actividad del sector servicios volvió a reducirse, aunque el ritmo de contracción de la actividad en el sector servicios se atenuó ligeramente frente al de agosto y fue mucho más moderado que el observado para la producción del sector manufacturero. El declive de la producción manufacturera se mantuvo sin cambios con respecto al rápido ritmo observado el mes anterior. Con excepción de un breve periodo de crecimiento durante el primer trimestre del año, la producción manufacturera de la zona euro ha disminuido constantemente desde mediados de 2022.
Un nuevo deterioro de la demanda del consumidor fue un factor fundamental de la última reducción de la actividad total, como lo subraya el cuarto declive mensual consecutivo de los nuevos pedidos. De hecho, la caída registrada en septiembre fue marcada y la más pronunciada desde noviembre de 2020.
Los nuevos pedidos recibidos en el sector manufacturero volvieron a contraerse rápidamente, pero la aceleración de la tasa de declive se centró en el sector servicios, cuya caída de los nuevos pedidos fue la más intensa desde la pandemia. En efecto, si no se consideran los meses afectados por las restricciones relacionadas con la COVID-19, la caída de los nuevos pedidos en el sector servicios fue la de mayor magnitud desde mayo de 2013. Los nuevos pedidos de exportación se redujeron aún más rápidamente que los nuevos pedidos en total en septiembre.
Los pedidos pendientes se redujeron de nuevo intensamente en septiembre y la última erosión de los pedidos por completar fue la más pronunciada desde junio de 2020.
Las empresas de la zona euro también indicaron un descenso de la confianza en las perspectivas para los próximos doce meses al final del tercer trimestre. Pese a que, en general, las firmas siguieron previendo un aumento de la actividad durante los próximos doce meses, el sentimiento decayó hasta su mínima desde noviembre de 2022. El optimismo se desvaneció en los dos sectores estudiados y el sentimiento reinante en el sector industrial apenas se mantuvo en territorio positivo.
El exceso de capacidad en combinación con la reducción de la confianza en las perspectivas futuras hizo que las empresas de nuevo adoptaran cautela respecto a la contratación. Aunque el empleo aumentó marginalmente en septiembre, el ritmo de creación de empleo fue conjuntamente el segundo más lento en la secuencia actual de treinta y dos meses de crecimiento. Se registró la cuarta reducción mensual de las plantillas manufactureras mientras que el empleo en el sector servicios indicó un ligero aumento.
Además de recortar las plantillas, los fabricantes de la zona euro también redujeron intensamente su actividad de compra y disminuyeron sus existencias de materias primas y de productos terminados. La caída de los stocks de productos terminados fue la más marcada de los dos últimos años. La reducida demanda de insumos contribuyó a que los proveedores pudiesen acelerar las entregas, por lo que los plazos de espera se acortaron por octavo mes consecutivo. La tasa de aceleración de las entregas fue intensa, pero la menos pronunciada desde febrero pasado.
LA INFLACIÓN MUESTRA TENDENCIAS DIVERGENTES
La inflación manifestó tendencias divergentes en septiembre ya que un alza más rápida de los costes contrastó con un ritmo más atenuado de la inflación de los precios cobrados. Los costes de los insumos aumentaron al ritmo más acelerado de los últimos cuatro meses, aunque lo hicieron a un ritmo muy por debajo del promedio observado en los tres últimos años.
La inflación fue impulsada por el sector servicios, en el que los precios aumentaron intensamente debido al incremento de los costes salariales y de los precios del combustible.
Por otra parte, el sector manufacturero registró la séptima caída mensual consecutiva de los precios de compra.
A pesar de la aceleración del ritmo de inflación de los costes, el debilitamiento del entorno de demanda llevó a las empresas a aumentar sus precios de venta en menor escala que en agosto. De hecho, el último aumento de las tarifas cobradas fue solo modesto y el más ligero desde febrero de 2021. En el sector manufacturero, los precios de venta cayeron a un ritmo marcado y acelerado, mientras que en el sector servicios, la inflación de los precios cobrados se atenuó hasta su mínima de 25 meses.
Por países, las dos principales economías de la zona euro fueron los principales responsables de la desaceleración general de la actividad total en septiembre. En Alemania, la actividad total cayó por tercer mes consecutivo y a un ritmo sólido, que de todos modos fue ligeramente más lento que el observado en la encuesta del mes anterior. La producción manufacturera alemana se redujo a su ritmo más rápido desde la ola inicial de la pandemia de la COVID-19, mientras que la actividad en el sector servicios se redujo ligeramente. La contracción en Francia fue más dura y la actividad total se redujo en su máxima proporción desde noviembre de 2020. Con excepción de lo ocurrido durante los meses afectados por la pandemia, la reducción fue la más aguda en más de una década. Los ritmos de declive se aceleraron tanto en el sector manufacturero como en el de servicios.
En el resto de la zona euro, la actividad total se mantuvo prácticamente estable en septiembre. Aunque la producción manufacturera se redujo por sexto mes consecutivo, la caída fue la menos intensa desde abril pasado. Al mismo tiempo, la actividad del sector servicios aumentó ligeramente, y en mayor medida que en agosto.
EN TERRITORIO DE CONTRACCIÓN EN EL TERCER TRIMESTRE
Desde Hamburg Commercial Bank comentan que las cifras del PMI del sector servicios de la zona euro "pintan un panorama sombrío, pero no todo es negativo. Por supuesto, la actividad total se ha reducido una vez más y los nuevos pedidos recibidos han disminuido por tercer mes consecutivo. No obstante, las empresas están contratando personal en septiembre a un ritmo algo más rápido que en agosto. Por lo tanto, las firmas aún demuestran resiliencia y optimismo frente a la reducción de la demanda".
Sin embargo, prevén que la zona euro entrará en territorio de contracción en el tercer trimestre. "Nuestra estimación en tiempo real, que incorpora los índices PMI, sugiere una caída del 0,4% en comparación con el segundo trimestre".
Creen que las cifras del índice PMI para el sector servicios constituyen "un trago amargo para el Banco Central Europeo (BCE)". "Los precios pagados, entre los que los salarios constituyen un factor importante, se han disparado en septiembre, por segundo mes consecutivo. Los precios cobrados también siguen en aumento, pero la presión alcista se ha vuelto a moderar ligeramente. Aunque esta última noticia puede aportar algo de alivio a los responsables de la política monetaria, el ímpetu de los costes muestra que el riesgo de una espiral salarios-precios debe permanecer firmemente en la mira del BCE".
No obstante, el principal lastre continúa proviniendo del sector manufacturero, donde la situación de los pedidos se ha deteriorado aún más. "Las empresas siguen reduciendo sus existencias de materias primas. Pero los declives de la actividad de compra han perdido cierto impulso. Por ello, es posible que el proceso de reducción de las existencias toque fondo en los próximos meses, en concordancia con la tendencia mundial. Este será un prerrequisito importante para la recuperación del sector manufacturero, que prevemos que ocurrirá a principios del año próximo".
En lo que respecta a la debilidad en el sector manufacturero, destacan que Francia está alcanzando a Alemania. "De hecho, el índice PMI francés se dirige mucho más a la baja, mientras que el PMI alemán ha aumentado ligeramente a partir de un nivel muy bajo. Por lo que respecta al sector servicios, el sector francés se encuentra en condiciones mucho peores que el alemán. Al mismo tiempo, existen indicios de estabilización en el sector servicios alemán, mientras que se vislumbra más deterioro en Francia. Esta diferencia puede deberse a que los segmentos de productos y servicios suntuarios desempeñan un papel más importante en Francia que en Alemania. Cuando las cosas no van bien, estos segmentos son los primeros en sentirlo, con mucha más intensidad que los proveedores de bienes y servicios no suntuarios", concluyen.
CONVENCER AL BCE DE NO SEGUIR SUBIENDO TIPOS
Los analistas de Pantheon Macroeconomics continúan esperando que la inflación de los servicios disminuya lo suficiente en los próximos meses como para convencer al BCE de no seguir subiendo los tipos de interés. Para ellos, el PMI "sugiere que los precios industriales siguen en deflación y que la caída de los precios se aceleró en septiembre", mientras tanto, en los servicios, el índice de precios de producción volvió a bajar, "lo que indica que la inflación aquí también se desacelerará en los próximos meses, a pesar de un repunte de las presiones sobre los precios de los insumos, probablemente impulsadas por mayores demandas salariales".
Esperan una caída intertrimestral del 0,2% en el PIB de la zona euro en el tercer trimestre. En este sentido, en ING consideran que el dato del PMI es mejor de lo esperado, "pero no alivia las preocupaciones sobre una posible contracción del PIB en la segunda mitad del año", ya que "el panorama general sigue siendo bastante sombrío en cuanto al crecimiento económico". Su escenario base es el de una continuación de un "crecimiento muy lento, más o menos estancado".
En su opinión, el panorama de la inflación también se está complicando. "El aumento de los precios del petróleo y el alto crecimiento de los salarios han provocado que los precios de los insumos vuelvan a aumentar, lo que ocurre principalmente en el sector de servicios. En el sector manufacturero, los precios de los insumos se han vuelto deflacionarios. Aún así, el aumento de los costes del sector de servicios no ha resultado en una inflación acelerada de los precios de venta. La demanda más débil está provocando una desaceleración de los precios de venta de los servicios y una caída absoluta de los precios de las manufacturas. Música para los oídos del BCE, sin duda".