El grupo húngaro Ganz Mavag (Magyar Vagon) ha enviado una carta a la Comisión Nacional de los Mercados de Valores (CNMV) para pedir que proteja su Oferta Pública de Adquisición (opa) sobre Talgo, al considerar que el interés de la checa Skoda podría constituir una manipulación del mercado y atentar contra el derecho comunitario europeo.
En la misiva, a la que ha tenido acceso Europa Press, los húngaros lamentan el "desamparo y la preocupación e indefensión" en la que se encuentran, después de que Skoda haya entrado en la ecuación, previsiblemente alentada por el Gobierno español para evitar que la opa de Magyar Vagon salga adelante, al estar el 45% de esta empresa en manos del Estado húngaro, ahora en manos del ultraderechista Víktor Orbán.
El consorcio húngaro cree que la operación planteada por Skoda supone "privar a los accionistas de una oferta voluntaria con un pago de 5 euros por acción en efectivo; resulta en un perjuicio económico directo a los accionistas; pervierte la norma; y supone una promesa futura de oferta en el contexto de una OPA en curso", algo, esto último, que consideran que es contrario a la doctrina reiterada de la CNMV.
Magyvar Vagon cree que la oferta de Skoda "no es viable", ya que carece de detalles, y que podrían haberse producido "hechos constitutivos de manipulación de mercado", al proponerse una oferta "cuvo objeto o efecto sería perjudicar la única opa que hay".
Según fuentes del mercado, el consejo de administración de Talgo ha dado de plazo a Skoda hasta el 25 de julio para que aporte más detalles de la oferta, que por ahora solo se limita a una "combinación de negocios y de integración industrial".
Sin embargo, Skoda puede ahora esperar a que el Gobierno vete la OPA (en torno al 10 de agosto, aunque puede seguir retrasando la decisión) y tener vía libre para armar otra operación desde el principio, en este caso con el visto bueno del Ejecutivo. Pero la negativa del Gobierno tiene que estar bien fundada, ya que Magyar Vagon ya ha avisado de que podría acudir a instancias judiciales y europeas a defender su derecho.
Preferencia de Talgo por Magyar Vagon
Se trata de una operación cargada de polémica, debido a las escasas informaciones públicas que todos los actores han difundido al respecto, por lo que hay muchos rumores, en varios casos contradirectorios.
Por el momento, solo Magyar Vagon ha ofrecido una rueda de prensa con su directivo András Tombor, mientras que el ministro de Transportes, Óscar Puente, solo se mostró en una ocasión muy claro, aunque a puerta cerrada, al decir que "haría todo lo posible para frenar la OPA". Talgo, por su parte, ni siquiera permite el acceso a la prensa a su junta de accionistas, y Skoda, sin representantes en España, rechaza hacer cualquier comentario al respecto.
Fuentes cercanas a la operación aseguran que el consejo de administración de Talgo prefiere seguir con la opa húngara, ya que tiene un buen respaldo financiero detrás (ya ha presentado los avales que cubren los 620 millones que costaría) y la contraprestación supone una importante prima para los accionistas, al mismo tiempo que teme las injerencias políticas, en alusión al posible veto del Gobierno. En cualquier caso, Talgo no se ha pronunciado públicamente.
Por su parte, tanto fuentes de Escribano como de CriteriaCaixa rechazan hacer comentarios sobre su supuesta implicación en la oferta de Skoda, aunque aseguran que la operación "no está confirmada".
Skoda, obligada a superar el precio
Las fuentes de la CNMV consultadas evitan pronunciarse sobre esta misiva, si bien recuerdan la regulación respecto a las actuaciones que se deben respectar cuando hay una opa en vigor.
Entre ellas, es que si hay un interés alternativo, como el de Skoda, ésta debería de presentar una contraopa por un precio mayor al de Magyar Vagon, en este caso superior a los 5 euros por acción.
Skoda también tendría otra alternativa, que es una fusión sin opa, pero actualmente inviable, puesto que la CNMV tendría que eximirle de presentar opa, solo si su propósito no es adquirir una posición de control, pero los principales accionistas que quieren vender (Pegasus) controlan el 40%. Además, Talgo tendría que convocar una junta extraordinaria para aprobar esta operación y cumplir con el deber de pasividad.
Por eso, la única alternativa actual es pagar más para comprar la empresa española o esperar a que el Gobierno vete la operación.