Tu conclusión es que los trabajadores de la empresa privada están puteados y los de la pública no, es una percepción tuya, la mía es diferente, en lo que respecta a la segunda premisa. Los funcionarios hemos sido víctimas de continuas congelaciones salariales, de incrementos del sueldo por debajo del IPC y rebajas también. Eso sí, yo no defiendo, en ningún caso, que si a mi me congelan o reducen tenga que hacer lo mismo en la empresa privada. Al contrario, yo defiendo mis derechos y los de cualquier otro trabajador y soy consecuente, cuando convocan huelgas generales por el recorte de derechos y prestaciones, las secundo.
Lo de "insignes" era con ironía, siento que lo hayas interpretado de otra forma. Pero en más de un medio de "información" se alaban las hazañas empresariales y políticas de ciertos personajes, a los que se suele presentar como ejemplo, aunque para mi no sean ejemplo de nada.
Respecto a la facilidad para echar a la calle a un trabajador de la empresa privada, sólo puedo decirte que yo no comulgo con la "eficaz" reforma laboral aprobada, pero, ¿cual fue el respaldo a la huelga general convocada?
Es absolutamente incierto que a un funcionario no le puedan echar. Un expediente puede dar lugar a una sanción de separación del servicio, en función de la infracción cometida.
Al leer tu post me da la impresión de que consideras plausible que si el trabajador privado está puteado, pues, por cuestiones de "igualdad", lo ha de estar el público. Para mi esto es un error evidente de planteamiento..... Todos los trabajadores debemos luchar por defender nuestros derechos, eso sí, sin tratar de que al que tenemos al lado le reduzcan los suyos.
Respecto a los enlaces que me reclamas, date una vuelta por Google y podrás comprobar con facilidad, que tanto los opiniones del Sr. Roig, p.e., como las de la Sra. Aguirre o los requerimientos del FMI van por el camino al que aludía en el mi post anterior.
Saludos.